Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤ Honrando la memoria de mi hijo: recordando su vida y su luz.❤ Perder a un hijo es una de las experiencias más dolorosas que una madre pueden enfrentar. Es un dolor desgarrador, que deja un vacío en el corazón que nunca se podrá llenar. Sin embargo, a pesar de esta gran pérdida, siempre habrá una forma de honrar su memoria y mantener vivo su legado.❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
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martes, 26 de marzo de 2024

EL DESPERTAR SÚBITO DEL SABIO de Ramesh Balsekar


El despertar súbito del sabio, fragmento de las enseñanzas de Ramesh Balsekar EL DESPERTAR SÚBITO DEL SABIO ¿Qué es iluminación y qué es lo que se su¬pone que le da la autorrealización al sabio que él no tuviera hasta entonces? Autorrealización, según mi concepto, es la constatación absoluta de que "los acontecimientos suceden, los actos se realizan, pero no hay ningún hacedor individual de ningún acto", que todo lo que es, es consciencia funcionando como energía primaria y produciendo la manifestación de todos los sucesos; que es consciencia atestiguando el funcionamiento de esa manifestación que es la vida, tal y como la conocen los seres humanos, a través de billones de seres simientes. ¿Qué obtiene el sabio con la autorrealización? Paz y armonía como ancla mientras afronta la vida momento a momento. Antes carecía de esta paz y de esta armonía porque, al ir afrontando la vida en el momento, todo lo que hacía era juzgar cada suceso como algo hecho por alguien, execrando y odiando a alguien, ya fuera a sí mismo o a otra persona. Por tanto, anteriormente estaba anclado en la culpa y en la vergüenza de sus propias acciones y en la aversión por las acciones de "otros". La paz y la armonía le eran totalmente desconocidas, pero ahora, ante la ausencia de culpa, vergüenza y aversión, nunca se encuentra a disgusto con¬sigo mismo, nunca se encuentra a disgusto con el "otro". ¿Cómo vive su vida el sabio cuando ya está afianzado en la paz y la armonía? Vive siendo testigo de la vida que se produce en los múltiples organismos cuerpo-mente. Mientras sucede la vida -la actividad física y mental a través de los organismos cuerpo-mente él, como ego sin el más leve rastro de un hacedor personal, permanece en calma, observando el flujo de la vida en los múltiples organismos cuerpo-mente, incluyendo el suyo propio. Si alguien le pregunta cómo vive su vida, su honesta respuesta sería: estando en calma, "dejando que la vida fluya". Una de las primeras cosas que suceden con el despertar repentino es que el ego se da cuenta de que su propia programación contiene una mezcla de características buenas y malas, de puntos positivos y negativos. El mismo no es perfecto, ni lo es nadie. La realización produce inmediatamente, además del sentimiento de hermandad, un profundo sentimiento de tolerancia hacia el ser humano, tanto hacia sí mismo como hacia el "otro". De forma similar, también se ve claramente que muchas palabras han perdido su interpretación tradicional. "Amor" significaba una emoción experimentada con toda evidencia por canales personales, cargada de posesividad, ensombrecida por los celos, con su contrario de "odio" siempre listo para ocupar su lugar. Ahora, de repente, el "amor" no parece pasar por canales personales, antes bien parece ser afectividad "pura", una clase de amor singularmente purificada. De repente, los términos "amor divino" y "karma" adquieren un significado muy profundo. Por otra parte, ante esa nueva consciencia trascendente que emerge con la demolición del sentimiento de un hacedor personal, se reconoce con toda claridad que la relación amor-odio ha dado lugar a una afectividad más pura, semejante a compasión-bendición; la excitación y la angustia se han convertido en serenidad y tranquilidad, y la envidia, el miedo, la codicia y otras formas de emoción contaminada por el hacedor son reemplazadas por la propia afectividad en estado puro. El sabio despierto también ha comprobado de repente que esta nueva actitud ante la vida
da la impresión de estar sujeta a una forma peculiar de radiación que parece atraer hacia él a otros que visiblemente necesitan algún tipo de guía, quizá amor. El sabio se ve a sí mismo afrontando la vida momento a momento, aceptando cualquier cosa que el momento traiga, unas veces placer, otras dolor, sin sentirse nunca incómodo consigo mismo ni con los demás: Estando en calma, "dejando que la vida fluya".

EL DESPERTAR SÚBITO DEL SABIO de Ramesh Balsekar

RAMESH BALSEKAR * LA ENSEÑANZA BASICA

Ramesh explica su enseñanza básica, que es que todo lo que existe es la Conciencia, y que no hay un hacedor individual de las acciones, sino que todo sucede de acuerdo con la voluntad de Dios, entendido como la Fuente, la Conciencia, el Uno-sin-segundo, dentro de cuyo reflejo ocurre el funcionamiento de la manifestación. Se enfatiza que el punto relevante es que "yo" no soy nada, que "yo" soy meramente un objeto a merced de la voluntad de Dios, lo que lleva a la más pura devoción, o bhakti. Ramesh también explica que su discurso comienza con bhakti y termina con la comprensión (jñana). En resumen, Ramesh aboga por la aceptación total del hecho de que un objeto creado es impotente y de que la voluntad de Dios prevalece siempre.

TRASCENDER el mundo ES POSIBLE . Ramana Maharshi dice cómo hacerlo

miércoles, 20 de julio de 2022

BRIAN WEISS, EL AMOR ES LO ÚNICO REAL

 

El amor no es una abstracción,sino una energía de verdad. Empieza a entrar en contacto con Dios en tu interior.

Siente el amor. Expresa el amor.

El amor disuelve el miedo. Cuando se siente amor no puede temerse nada.

Como todo es energía,y el amor abarca todas las energías, todo es amor.

Nuestros corazones conocen el camino de la felicidad y la paz interior.

Cuando nos olvidamos del mensaje de nuestro corazón y caemos en la rutina y en los baches de la vida,nos sentimos insatisfechos y desdichados.

Nuestra perspectiva está borrosa,hemos olvidado nuestro plan de vida, nos hemos perdido.

El remedio es sencillo.Dedica tiempo a recordar tu divinidad, tu naturaleza espiritual.Recuerda por qué estás aquí.

Nuestra parte espiritual nunca muere. Jamás perdemos a nuestros seres queridos.

En realidad, todos los seres humanos estamos conectados…para siempre.

Cuando tenemos experiencias espirituales, casi siempre evocamos la energía del amor. Esa forma de amor es incondicional, absoluta e ilimitada. Es como un impulso de energía pura, una energía que también posee atributos de gran fuerza, como la sabiduría, la compasión, la eternidad y la conciencia sublime.

El amor es la energía más básica y dominante que existe, es la esencia de nuestro ser y nuestro universo.
Es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las cosas, a todas las personas.

Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el amor. Cuando comprendamos de verdad el concepto de que el amor es energía que lo abarca todo y que su impulso sanativo puede transforma con rapidez nuestros cuerpos, mentes y almas, superaremos nuestros males y nuestros dolores..

Tenemos que amarnos los unos a los otros, porque el amor es el camino. De lo contrario nos condenaremos a repetir curso tras curso, hasta que aprendamos la lección del amor.

Todos somos seres divinos. Hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado. Y para volver a casa tenemos que recordar el camino

Recordar que somos almas, que somos inmortales y que existimos siempre en un vasto mar de energía es la clave para llegar a la alegría y a la felicidad.
No competimos con ninguna otra alma: nosotros tenemos nuestro sendero y ellos el suyo. No se trata de una carrera, sino de un viaje que emprendemos juntos hacia la luz de la conciencia.

Las almas que han progresado o evolucionado más tienden una mano con amor y compasión a las que se han quedado atrás.

El cuerpo no es más que un vehículo que utilizamos mientras estamos aquí. Lo que perdura eternamente es el alma y el espíritu.

Nuestras almas existen en una corriente de amor energético. Nunca nos separamos realmente de nuestros seres queridos, aunque nos sintamos alejados y faltos de amor.

Nuestra naturaleza básica se basa en el amor, la paz, el equilibrio y la armonía. Nuestra esencia innata es compasiva, cariñosa y buena.

No nos hace falta aprender qué son el amor y el equilibrio, la paz y la compasión, el perdón y la fe. Los conocemos desde siempre.

Anhelamos la Ilusión de seguridad, en lugar de la seguridad de la sabiduría y el amor.

La verdadera seguridad deriva de la paz interior y del conocimiento de nuestra esencia auténtica, que es espiritual.

El amor lleva a la comprensión. La comprensión lleva a la paciencia. Y entonces se detiene el tiempo, y todo pasa aquí y ahora.

La comprensión es lo que sana, y a través de ella se renueva eternamente el amor y se manifiesta.

Al ir comprendiendo nos deshacemos de los miedos. Al ir deshaciéndonos de los miedos, desaparecen los obstáculos
que nos impiden alcanzar el amor y éste fluye con libertad en nuestro interior y entre nosotros.

En realidad somos seres inmortales que nunca se separan energéticamente de los que aman. Tenemos almas gemelas
y familias espirituales que son eternas.

Al morir no nos llevamos las ‘cosas’ que poseemos. Nos llevamos nuestros actos y nuestras obras, Los frutos de la sabiduría de nuestro corazón.

Cuando despertamos a la idea de que todos somos seres espirituales, cambian nuestros valores. Y por fin podemos ser felices y estar en paz.

Hay mucha belleza, mucha verdad y amor a nuestro alrededor,pero muy pocas veces nos tomamos las cosas con la suficiente calma para apreciarlos, como para darnos cuenta.

A veces hace falta que suframos una gran pérdida para recordar la belleza y el amor que nos rodean, pero solemos olvidarnos pronto y caer en la rutina.

Ser feliz y divertirse no es malo, ni es pecado, ni algo poco espiritual.Al contrario: no avanzarás hasta que aprendas a estar alegre.

Sé más espiritual. Dedica más tiempo a rezar, a dar, a ayudar a los demás, a amar.Hazte voluntario y expresa generosidad y amor.

Despréndete del orgullo, del ego, del egoísmo, de la rabia, de la culpa, de la vanidad y de la ambición.

Pasa menos tiempo acumulando cosas, preocupándote, estancado en el paso o en el futuro.

Aléjate de la violencia y los violentos. No aceptes ninguna idea antes de contrastarla con tu sabiduría intuitiva. ¿Es algo que fomenta el desarrollo del amor, de la bondad, de la paz y de la unidad? ¿O algo que promueve la separación, la división, el odio, el egocentrismo y la violencia?

Al ir despertando, los espíritus nos cantarán sus canciones de amor directamente al oído.

Es muy humano desear signos y mensajes inmediatos. Sin embargo, para escuchar hay que saber hacerlo, y para saber hay que dedicar tiempo a aprender.

Si  practicas el silencio, el viaje interior, si te das tiempo para escuchar y crear el espacio para escuchar, serás capaz de oír. Serás capaz de ver los signos y recibir los mensajes que esperas.

Al mismo tiempo, desarrollarás el arte de la paciencia. La paciencia y la oportunidad… Todo llega cuando tiene que llegar.

Sólo el amor es real.

El amor es una energía de increíble poder y fuerza. Todos estamos hechos de esa energía.

El amor es algo absoluto. El amor no termina nunca, no se detiene nunca. La forma más pura es el amor incondicional, el que no espera nada a cambio.

Escuchemos nuestras intuiciones y no dejemos que nuestros miedos influyan en los murmullos de nuestro corazón.
Vivamos la libertad de amar sin reprimirnos, sin reservas, sin condiciones.

No tengamos miedo. Somos inmortales, espíritus eternos, y somos siempre amados.

De hecho, somos amor.




Los milagros existen



 Eres amado siempre, mi hijo amado Adrián, mi Ángel de Amor y Luz

Cuando perdí a Ludmila una de las preguntas que me hice muchísimas veces fue si ella volvería en esta vida, en forma de otro hijo. Durante un tiempo quise creer que sí. Pero hoy creo que cada hijo es un regalo del cielo, único e irrepetible que viene a llenar nuestra vida de luz, de enseñanzas y luego parte a un lugar en donde nos esperan, para estar alma con alma juntos para siempre. Como siempre fue y siempre será. 
Parte de mi creencia viene de haber leído los libros del Dr Brian Weiss y hoy les traigo un fragmento de su último libro, de todas las historias de sus pacientes lo que leí esta fue la más perfecta y reconfortante.
Si no saben quién es el Dr Weiss, es un psiquiatra estadounidense especialista en terapia de regresión a las vidas pasadas. El descubrió cómo nuestra alma (que es única) va cambiando de cuerpo en muchas vidas hasta que aprendemos las lecciones vitales inherentes al ser humano, tenemos que perderlo todo y también tenerlo todo. Amar y sentir abandono, ser sanos y enfermos, para llegar a ser un alma con sus lecciones aprendidas. 
Si quieren más info dejo un link a su web (http://www.brianweiss.com/)  
Ahora sí, los animo a leer esto, parece largo pero créanme, si están aquí por haber perdido un hijo…. se lo van a leer en dos minutos y van a quedar con ganas de más 
(Esta es una historia real de una de sus pacientes, en este caso fue paciente de su hija Amy también psicoterapeuta)
Jessica, maestra de treinta y tantos años de pelo rubio, ojos azules y voz suave, condujo durante horas desde el centro de Florida para verme en la consulta. 
Había tenido dos hijos en cuyo parto se había practicado una cesárea. Se había quedado embarazada por tercera vez, de un niño sano.Había decidido parir a Elliot de forma natural en su casa, pero durante el proceso se reventó el útero, se desprendió la placenta y el bebé sufrió una carencia fatal de oxígeno mientras era trasladado a toda prisa al hospital. Lo conectaron de inmediato a una máquina para mantener las constantes vitales, pero era demasiado tarde. Murió solo diez días después.
Mientras Jessica me contaba su historia, se me hizo un nudo en la garganta. Nadie merece la experiencia de perder un hijo: la mujer sentada frente a mí era tan buena y discreta que yo no podía imaginar por qué iba a pasarle a ella algo tan demoledor. Tampoco podía imaginar la muerte de mi hijo, y menos aún la tremenda decisión mía que pudiera haber influido en ese desenlace. Jessica había leído los libros de mi padre y encontrado cierto consuelo. Acudía a otro terapeuta que la ayudaba en su proceso de pérdida. Yo estaba afrontando: me parecía un éxito que simplemente se levantara por la mañana, pusiera un pie delante del otro y sobreviviera un día más. Sin lugar a dudas, la apariencia dulce de Jessica ocultaba la dureza del acero. De todos modos, era como si llevara el dolor en el exterior del cuerpo. Yo alcanzaba a verlo, casi podía estirar el brazo y tocarlo. Su infinita profundidad me asustaba: yo era una terapeuta bastante novata, cuando menos en el campo de la hipnosis, y tenía miedo de que el viaje hasta mi consulta hubiera sido para ella una pérdida de tiempo. ¿Qué demonios podía decir o hacer yo para mitigar el sufrimiento de Jessica? Y qué podía causar siquiera una mella en esa clase de dolor?. 
Jessica describió las dificultades que había tenido con sus médicos en el parto de sus dos primeros hijos. Su suave voz subió de tono al hablar de la desconfianza hacia ellos, de los errores clínicos cometidos y de cómo, comprensiblemente, esos errores la habían impulsado a escoger un método diferente para traer al mundo a Elliot. Había investigado escrupulosamente las ventajas y los riesgos de un parto vaginal tras dos cesáreas. Había tomado una decisión con total conocimiento de causa, y teniendo en cuenta lo sucedido con los dos primeros nacimientos, no había duda del porqué de su resolución. Cuanto más hablábamos de Elliot, más intentaba yo separarlo de su trauma, pero tuve la sensación de estar ahí con ella como si, aunque los cuerpos estaban hablando, las almas se sostenían juntas por el aire, mirándose una a otra con ojos tristes e incrédulos. Puede la vida llegar a ser tan dolorosa? Y cuando lo es indefectiblemente, como superarlo?
Cuando Jessica planteó el hipotético escenario de tener otro hijo, su enojo se disolvió en puro pánico. Que sería lo correcto? Iba a confiar otra vez en los médicos? Y si cualquier decisión resultaba errónea? Había pensado mucho en su pasado y su futuro, y a todas luces las preguntas sobre ambos le causaban gran aflicción.
Cuando hipnoticé a Jessice y la llevé a una vida anterior, lo primero que vio ella fueron solo colores imprecisos en forma de olas y puntos. Parecen solo luces, dijo, y durante los diez minutos siguientes no hubo nada más, en efecto, solo luces. Oh, no, pensé, juntando literalmente mis manos para rezar mirando al techo, agradecida por que mi paciente tuviera los ojos cerrados. Ángeles, Dios, quienquiera que esté ahí arriba, tenéis que hacer algo más. Yo rezaba con cada paciente pidiendo ayuda y energía curativa, pero ese día no fue una solicitud convencional. De repente, en medio de esas formas lumínicas palpitantes, apareció en la mente de Jessica la imagen de un delantal. Gracias, dije al cielo, exahalando un suspiro de alivio. Jessica se veía como una mujer joven en un gran porche, algo que recordaba a La casa de la padrera. Estaba apoyada en un poste, sudando a causa del sol estival y el ejercicio físico. El trabajo era duro y estresante, una carga pesada. Jessica notaba la tensión en el cuello y los hombros, debida no solo al trabajo manual sino también a una soledad aplastante. Se daba cuenta de que quería hijos y una familia, pero no los tenía. “Es todo muy duro”. Y suspiró. Nos desplazamos hacia adelante en el tiempo hasta esa noche en que la mujer estaba tendida en la cama, pensando en si cogía o no la Biblia en la mesilla, pero se notaba demasiado cansada para hacer siquiera ese gesto reconfortante. Jessica vio a la mujer sollozar, sentirse a la vez triste, frustrada e inquieta. Tenía una casa grande, pero suponía para ella una tarea abrumadora, y la zona rural en que vivía estaba aislada, exluía la posibilidad de hacer amistades. Los vecinos del lugar la consideraban afortunada: poseía una casa enorme, ese gran porche delantero, una vaca. Sin embargo, ninguno de estos bienes la hacía feliz. Aunque solo tenía veintitantos años, parecía sentirse demasiado cansada y triste para vivir. Volvimos a avanzar en el tiempo, pero nos encontramos más de lo mismo: la mujer, trabajando con ahínco en el patio, esforzándose tan solo para sobrevivir en esa existencia sombría. Y entonces Jessica vio una niña pequeña que bailaba y jugueteaba en la tierra al rededor de la mujer “No la ve” dijo confusa, “pero la niña está bailando, bailando sin parar”. Vio también a un hombre: el esposo, de pie a cierta distancia en un lado del porche. Él y la niña estaban unidos a la mujer, la amaban mientras trabajaba, mientras permanecía sentada en el porche y lloraba, pero ella no sabía que estaban allí. Transida de dolor, solo era consciente de su soledad. De dónde procedía ese abatimiento? para averiguarlo, retrocedimos. Había un accidente, El carruaje que llevaba a la niña y al esposo había volcado, con lo que ambos había muerto en el acto. La mujer no iba con ellos; quería ir, lo había planeado, pero por algún motivo en el último momento se quedó en casa. Los amaba mucho y se sintió terriblemente culpable y responsable de sus muertes. “Pero no fue culpa suya. Los accidentes ocurren, sin más” Dije pensando también en Elliot. Jessica asentía con lágrimas con ojos, pero no parecía creerme. “Da la impresión que lamenta no haber estado allí con ellos” dije en voz baja. “Oh sí” gimió ella. La mujer vivió largos y solitarios años. Trabajó durante toda su vida junto al porche, donde su esposo la observaba solo con amor en la mirada y su hija, dando vueltas ajena a todo, bailaba junto a ella un día tras otro. Mientras Jessica flotaba más allá de su viejo cuerpo empezó a menear la cabeza, como si no creyera lo que hubiera vivido. “No tenemos que amargarnos!” dijo, “Ella podía haber hecho mucho bien” La mujer se había quedado tan inextricablemente empantanada en el dolor y la pérdida, que ya no se recuperó jamás. Pensando en la Jessica de ahora, pregunté: En todo caso, cómo habría podido recuperarse de esa clase de pérdida? Muy fácil, contestó Jessica, sonriendo, “sólo tenía que verlos bailar a su alrededor”.  La pequeña y el esposo, al aparecer religiosamente cada día en el patio delantero, intentaba decirle que estaban bien, que la querían y que nunca la habían dejado; sin embargo, ella no veía nada. “Lo pasaba mal… no tenía por qué. Eran tan, tan felices” dijo Jessica. “Se trataba de amor, de puro amor que manaba de ellos y se detenía justo frente a ella! Y no lo percibía” . Fue una extraordinaria lección que ayudó a Jessica a mitigar algunos de sus actuales sentimientos de  pesar. Por increíble que parezca dado el reciente trauma  experimentado con su hijo, su sufrimiento era opcional, innecesario. Solo tenía que ver bailar a la pequeña cerca de ella. Si sabe que Elliot muy probablemente sigue amándola no lejos del aire que respira, no tendrá motivos para volver a sentir ese dolor insoportable. Al día siguiente en la sesión que hicimos juntas, Jessica entró y salió de numerosas vidas pasadas. En una, era la hija de una especia de curandero hermético, un alma sabia y avanzada a su tiempo; a la larga, ella tuvo su propia familia pero murió joven, dejando a un niño pequeño al que amaba. Jessica creía que el niño de esa vida era Elliot. “Es como si esta vez nos hubiéramos intercambiado el sitio. Yo le dejé pronto en aquella vida, él me ha dejado pronto en esta. Vaya”, dijo, comprendiendo de pronto “En esta vida él no me castigaba en absoluto. Solo me mostraba cómo era eso de ser abandonado en vez de ser el que se vaya pronto. Pero el amor no desaparece. Nosotros sí, el amor nunca” Percibía que, en la regresión, Elliot también era su amado padre. “Parecía entenderlo todo” añadió, “Era muy cariñoso. No le molestaba nada. Todo lo hacía con delicadeza y ternura para que la humanidad fuera mejor”. Las vidas de Jessica con Elliot eran innumerables, antiguas, surgían a lo largo de los años a medida que sus almas se trenzaban una y otra vez para enseñar, aprender, amar. No era casualidad que él hubiera aparecida en la vida actual de ella; estaba intrínsecamente vinculado a Jessica, de quien era una parte, si bien la forma, la relación y las circunstancias variaban siempre. Mientras estaba sentada frente a mí, su rostro cambió por completo. No se apreciaban arrugas de tristeza, ni ojos cansados; solo amor, felicidad, incluso entusiasmo. Por extraño que parezca, ni siquiera parecía ya humana; con su color rubio y su expresión beatífica, era realmente como un ángel, un espíritu dichoso, resplandeciendo con una paz que iba más allá de las palabras. Estaba radiante, y la luz transformaba todas y cada una de sus partes. Se acababa el tiempo. No creo que Jessica pudiera llegar a ser más feliz, lo que suena un tanto retorcido si tenemos en cuenta la razón por la que había venido a verme. Presenciarlo fue algo increíble. Trabajas bien, le dije al cielo. Concluí la sesión llevando mentalmente a Jessica a un tranquilo campo de flores silvestres y haciendo que visualizara a su guía, que se reunía con ella para orientarla sobre cómo podía seguir curándose también tras salir de la consulta. El guía de Jessica, su sabio y bondadoso maestro, era, por supuesto, Elliot. Ella se imaginaba sosteniendo el pequeño cuerpo de bebé que comenzó a emitir una luz brillante. Elliot abrió los ojos. (Después de la sesión, Jessica se maravillaba de esto. “Nació clínicamente muerto. Nunca le vi los ojos”) En la mente de ella, Elliot le daba con la mano en la nariz y le guiñaba el ojo, como si estuviera diciendo “te he pillado!”, como si todo aquello, esa voltereta que daban juntos por tantas vidas, ese incesante borboteo de muertes y nacimientos sucesivos, no fuera más que una broma cósmica. Aquí, Jessica, como le sucedería a cualquiera, sufría por la pérdida de un bebé sano, el cuerpo y el cerebro súbitamente muertos, pero el propio Elliot no podía tomarlo en serio; lo único que tenía que decir sobre la cuestión era algo como “se acabó mi turno; ahora te toca a ti!”. Para Jessica, el bebé Elliot, que ahora estaba dándole palmaditas en la barbilla y haciéndole guiños, era sin duda el adulto y ella el niño: la de él era un alma vieja y afectuosa, realmente un maestro adelantado. Cuando Jessica lo cogió en brazos, el cuerpo de él comenzó a desaparecer, disolviéndose en la luz  brillante cada vez más fuerte, cada vez más intensa, hasta ser él muy grande y estar más allá de los cuerpos, y su luz llenó el campo entero. Las flores silvestres, la hierba y el inmenso cielo azul resplandecían con su luz. El niño era más grande que Jessica, mayor que cualquier cosa imaginable. Hice de nuevo reflexionar a Jessica sobre sus sentimientos de responsabilidad, sabiendo que un alma tan vasta que abarcara el mundo entero jamás podría apagarse debido a una decisión individual, un accidente único. Ella se limitó a reír, como si la propia pregunta que no había dejado de hacerse ya no tuviera sentido. “¿Quién tuvo la culpa de su muerte? Yo, los médicos, nadie. Da igual. Es que da igual”A continuación, Jessica se vio embarazada, y enseguida con el bebé sano entre sus brazos en una habitación de hospital. Ese niño no era Elliot, pero estaba realmente con ella, un estallido de luz. “Está irradiando la habitación entera”, musitó ella. “Es como si las paredes percibieran rayos de luz. Él es todo, está en todas partes” Mientras Jessica sostenía al nuevo bebé, Elliot sostenía a Jessica. El hijo besó la cabeza del bebé una y otra vez. No había tristeza ni dolor, solo el amor más puro mientras Elliot velaba protectoramente por elllos. Aunque Jessica no estaba segura de si ella y su esposo querían más hijos, recuerdo que analizó minuciosamente todos los detalles sobre planes, partos y médicos mientras pensaba en lo que pasaría, lo que podía pasar, lo que pasó.Creí que le sería de ayuda saber cómo fue el nacimiento, pero ella sonrió mientras hacía caso omiso de la sugerencia como si fuera del todo irrelevante. “No importa. Son detalles humanos. La respuesta a su pregunta es que tuve una cesárea, pero da igual. Estoy dando el pecho” Bajó la vista al bebé que tenía en brazos, perfectamente consciente de que Elliot estaba presente en la habitación y en sus vidas. “Estoy dando el pecho” . Jessica derramó lágrimas de alegría; yo también. Me sentí sobrecogida ante el alma infinita y el amor de Elliot. Nada podía hacerle daño, es decir, a ninguno de nosotros tampoco podía hacernos daño nada. ¿Qué margen hay en el amor para la pena? ¿Qué significa la muerte de una persona cuando podemos volver a estar con ella en nuestra mente, cuando podemos volver a abrazar su cuerpo y ella puede abrazarnos a nosotros, cuando por fin podemos verle unos ojos que jamás vimos con claridad aquí en la tierra?. Nuestros propios ojos siguen cerrados a todo el amor que nos rodea y sufrimos al imaginarnos solos o abandonados, cuando lo único que hemos de hacer es simplemente abrirlos para descubrir que nuestros seres queridos están bailando y bailando con nosotros en el campo hasta el fin de los tiempos.

lunes, 17 de agosto de 2020

Hay vida después de la muerte, pero "nuestra mente no lo ve"

 


“La muerte, tal y como la concebimos, no existe, sólo es una ilusión”. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado Robert Lanza, el médico y director de Advanced Cell Technology y defensor de la teoría del biocentrismo, en la que se niega que el tiempo o el espacio sean lineales. Para la gran mayoría de científicos este tipo de afirmaciones son sólo sandeces o, al menos, hipótesis indemostrables. Sin embargo, Lanza parece haber encontrado en el famoso experimento de Young, también denominado de la doble rendija (doble-split), el perfecto aliado para defender su tesis. Si con este se logró demostrar la naturaleza ondulatoria de la luz, Lanza pretende hacer lo propio con el espacio y el tiempo.

En la obra Biocentrism: How Life and Consciousness are the Keys (BenBella Books), el físico norteamericano parte de la premisa de que la vida crea al universo, y no al revés, la base misma del biocentrismo. A partir de aquí, va deduciendo paso a paso que la mortalidad es una idea falsa, creada por nuestra conciencia.

La mortalidad es una idea falsa, creada por nuestra conciencia

En primer lugar, sugiere que la conciencia de una persona determina la forma y el tamaño de los objetos en el universo. Para explicarlo, utiliza como ejemplo la forma en la que percibimos el mundo que nos rodea: “Una persona ve un cielo azul, y se le dice que el color que están viendo es azul, pero las células cerebrales tienen la capacidad de variar esta percepción, pudiendo ver el cielo de color verde o rojo”. En pocas palabras, concluye, “lo que vemos sólo existe gracias a nuestra conciencia”.

-Si quiere saber más sobre la implicación de las teorías de Robert Lanza respecto a la muerte, puede consultar la entrevista realizada a la doctora en Metafísica Anji Carmelo y a la médico anestesista Luján Comas: “Todos los que tienen una ECM cambian su vida: saben que la muerte no es el final”

El multiverso y la teoría de las cuerdas

Este es el motivo por el que Lanza dice que creemos en la muerte. Al observar el universo desde el punto de vista del biocéntrismo, erramos a la hora de concebir el espacio y el tiempo, pues lo haríamos en función de lo que nos dicta la conciencia. En resumen, el espacio y el tiempo son "meros instrumentos de nuestra mente”, por lo que entender la muerte como algo terminal no tendría sentido según sus tesis.

Robert Lanza.
Al concebir que las dimensiones espacio-temporales son meras construcciones mentales, la inmortalidad sería una realidad para Lanza. Es decir, hay vida después de la muerte (física) debido a que habitaríamos un mundo sin fronteras lineales de espacio y tiempo, lo que entronca con la teoría de las cuerdas.

A pesar de ello, lamenta el científico, seguimos creyendo que “la vida es sólo un poco de carbono y una mezcla de moléculas, las cuales dan forma a nuestra existencia durante un tiempo y luego vuelven a descomponerse en el suelo”, explica el físico. ¿Por qué? Simplemente, “porque se nos ha ensañado que las personas se mueren, aunque sólo existe la evidencia de que desaparece el cuerpo en un momento dado”.

-Para profundizar sobre las nuevas teorías relativas a la formación del universo, su expansión y contracción, puede leer el reportaje El eterno retorno y el misterio de la energía oscura: otra visión del universo.

“Trascendemos a la vida, pero nuestra mente nos impide verlo”

Para explicar la muerte física del cuerpo, Lanza recurre a la teoría del multiverso o universos paralelos. Una interpretación a la que se ha dado un fuerte pábulo debido a los datos recogidos por el satélite Planck, que mostró una serie de anomalías supuestamente causadas por la atracción gravitatoria de otros universos. Así, según Lanza, “todo lo que ocurre en nuestro universo está sucediendo también en el multiverso, por lo que la vida nunca dejaría de existir en este sentido.

Cuando el cuerpo desaparece, nuestra vida se convierte en una planta perenne que vuelve a florecer una y otra vez en el multiverso
“Cuando morimos, nuestra vida se convierte en una planta perenne que vuelve a florecer una y otra vez en el multiverso”, explica gráficamente el físico. Por tanto, la vida trascendería a la forma lineal bajo la que se rige nuestro pensamiento. Esto es porque, como sucede con las partículas de la luz, la materia y la energía “funcionan como las ondas”.

El estudio del fenómeno de las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) ha centrado en los últimos años la atención sobre la posibilidad de que exista la inmortalidad. Una de cada cinco personas que sobrevive a una parada cardíaca asegura haber tenido una ECM durante el tiempo de duración de un coma o de muerte clínica, en el que supuestamente desaparecen todas las señales externas de vida, pero que son capaces de narrar luego sus sensaciones y percepciones.

-Entrevista con Crystal McVea, protagonista de una de las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) que más ruido han generado entre la opinión pública norteamericana: "Me quedé dormida y me desperté en el cielo. Allí estaba Dios".

Investigaciones millonarias para demostrar la inmortalidad

Cada vez son más los investigadores médicos interesados en este fenómeno, y la literatura sobre el tema llegó a su cénit con la publicación el pasado año de La prueba del cielo: El viaje de un neurocirujano a la vida después de la vida (Zenith). Un libro superventas en el que el neurocirujano Eben Alexander narra su supuesta experiencia en el más allá durante el tiempo que estuvo en coma.

Para intentar acabar con esta incertidumbre, la fundación fundación John Templeton que, con base en Filadelfia, se describe a sí misma como “un catalizador filántropo para la investigación sobre las Grandes Cuestiones de la vida”, financiará con cinco millones de dólares una selección de proyectos de investigación sobre las experiencias al borde la muerte. Es lo que se ha dado en llamar el Proyecto Inmortalidad.

Entre los elegidos en el Proyecto Inmortalidad destaca Sam Parnia, director de investigación sobre reanimaciones en la Universidad de Nueva York, quien tratará de de determinar si las ECM son reales. Es decir, discernir si sus causas son físicas o, por el contrario, parapsicológicas o metafísicas. Para ello, el autor de Erasing Death: The Science That Is Rewriting the Boundaries Between Life and Death analizará la actividad cerebral de los pacientes que sufren un paro cardíaco. De este modo, tratará de determinar si las conexiones neuronales son susceptibles de provocar una experiencia subjetiva, verse a uno mismo fuera del cuerpo y en tercera persona mientras los médicos tratan de reanimarlo.

 


 https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-01-13/la-fisica-demuestra-que-hay-vida-despues-de-la-muerte-pero_74673/

 

viernes, 13 de marzo de 2020

Sé amable contigo, lo estás haciendo lo mejor que puedes

Sé amable contigo… Solemos ser tan crueles y exigentes con nosotros mismos, que muchas veces no nos damos cuenta de las heridas que nos estamos propinando. No los demás, nosotros somos capaces de hacernos más daño que cualquiera a nuestros alrededor.
Lo estamos haciendo lo mejor que podemos y cada decisión que hemos tomado hasta el momento ha sido perfecta. Quizás nos han llevado a lugares y a personas que consideramos inadecuadas, pero no es así. Cada paso representa lo que ocurre en nuestra mente y lo que estamos pudiendo captar de nuestra alma.
Sé amable
Todos tenemos unos recursos, recibimos información externa, vibramos de alguna manera y todo ello va tejiendo nuestras experiencias vitales. Cada paso que damos en un camino o en otro, no es casual, lleva consigo una historia, una aplicación de conocimientos, noches pensando en darlo o no o bien el riesgo que contiene toda improvisación. Pero nada es casual.
Debemos aprender a ser amables, a alentarnos, a darnos el ánimo que necesitamos. Nosotros tenemos que ser nuestro fan número 1 y éstas son solo algunas cosas que podemos hacer para potenciar la amabilidad que sentimos hacia nosotros mismos:
Confiar en nosotros:
Tenemos capacidades increíbles, solo nos limitamos a través de esos pensamientos y creencias saboteadoras, que nos hablan de miedos y de riesgos, de pérdidas y de fracasos. Pero debemos escuchar la vos de la esperanza, de la confianza, de la certeza, la que nos impulsa y nos lleva siempre a más.
Dejar de lado las comparaciones:
No importa lo que haga el otro, cada vida es un universo en sí misma. Lo que nos interesa es lo que hagamos nosotros y mientras menos elementos de comparación utilicemos, más tranquilos estaremos en el proceso.
Comenzar las veces que sea necesario:
Sí, a veces nos veremos en una posición en la que tendremos que convencernos de recomenzar y debemos inyectarnos el optimismo por todas las vías y asegurarnos de que al menos en nuestra mente todo saldrá bien. De cualquier forma, ése es el primer paso para crear.
Decirnos cosas amables:
Debemos hacer rutina el reconocernos, el decirnos cosas que nos agraden, lo capaces, lo brillantes, lo creativos, lo dedicados y tenaces que somos, buscando siempre la manera de hacernos sentir un poco mejor que segundos atrás.
No criticarnos:
Va de la mano con lo anterior. Podemos ser muy críticos, a veces injustamente y podemos decirnos cosas terribles que a fin de cuentas no mejorarán la situación y solo golpearán nuestra autoestima y perderemos un tanto la confianza en nosotros mismos.
Respetar nuestros ritmos:
Cada quien tiene un ritmo particular, podemos inspirarnos en alguien que haya alcanzado algo que queremos en un tiempo determinado, pero tomando la información que nos conviene, que por lo general es: “Es posible”. A partir de allí entender que hay mil caminos para llegar a Roma y nosotros tomaremos el que estemos preparados para recorrer o inclusive construir.
Procurar nuestro bienestar:
Este principio es súper amplio, pero intentaremos acotarlo, procurando resaltar el hecho de que si nos sentimos bien, nos va bien y también ocurre lo contrario. Todos podemos identificar a cada instante cómo nos sentimos a nivel emocional y aun cuando muchas veces no podemos hacer mucho por cambiar nuestro estado anímico, siempre habrá una manera de subir al menos un peldaño en esa escalera emocional y ello va muy ligado a la manera en la cual enfocamos las cosas y le damos forma a nuestros pensamientos.
No seas duro contigo, aprende a flexibilizarte, la vida te invita a ser feliz, no te compliques más de la cuenta y abre todos los canales para recibir lo que deseas y si crees, no habrá manera de que no llegue a ti. Estás dando lo mejor de ti, lo que quizás puedas mejorar es el trato contigo y aquí te dejamos algunas ideas, que esperamos que las pongas en práctica.
Por una vida más feliz para ti y para todos.
Por: Sara Espejo – Reencontrate.com

domingo, 2 de febrero de 2020

Kryon - "La Travesía Del Alma Humana" - 2020



Kryon en Sarasota, Fl, USA: "La Travesía Del Alma Humana" 18 de enero, 2019 00:00:00 - La Travesía Del Alma Humana Parte 1 00:23:09 - La Travesía Del Alma Humana Parte 2 00:54:47 - La Travesía Del Alma Humana Parte 2.5 Únete a Brave y disfruta de una experiencia de navegación privada en Internet sin publicidad. https://brave.com/kry317 ____________________________________ Traducción al español: Leonor Botero http://www.kryon.com http://www.kryonespanol.com/

sábado, 3 de agosto de 2019

Los inesperados regalos del dolor

¿Qué hay de malo en mi? ¿Por qué mi dolor no se ha ido aún?

A veces, cuando estás tratando de sanar tu dolor, o perdonarlo, o liberarlo, o incluso ‘aceptarlo,’ lo que en secreto estás tratando de hacer es deshacerte de él. En eso hay resistencia; violencia, incluso. No quieres que este momento sea como es. Este momento se ha convertido en tu enemigo. Quisieras ser alguien más o estar en otro lugar.
Te has dividido en dos: yo Vs. mi dolor. El dolor es visto como un terrorista dentro del cuerpo, un obstáculo para la paz, un gran error cósmico. Sientes como si tu organismo estuviera en tu contra, que has fallado, que el sanar está lejos, que eres una víctima, una causa perdida. El dolor es a menudo asociado con sentimientos de fracaso, abandono y desesperación.
Pero el sanar nunca está lejos, amigo, y tú no estás perdido. Y entiende esto: el sanar no necesariamente implica la desaparición de los síntomas. ¡No! Sanar podría implicar la permanencia del dolor, en este momento. Tal vez, incluso, su intensificación.

No estás lejos de sanarte. Verás, el sanar no es un destino final, sino una invitación siempre presente a recordar lo que realmente eres. Es una invitación al amor, en cada momento de nuestras vidas.
En el amor, el dolor no es atacado, sino acogido en su propio hogar. Tú no estás contenido ‘en’ el dolor, el dolor está ‘en’ ti; acogido en tu inmenso corazón. Es aceptado, incluso honrado por lo que es: una poderosa expresión de la vida misma, sin importar lo indeseable o inesperado, lo intensa o incómodo que resulte. No está fundamentalmente en tu contra, más bien se trata de una parte asustada, dentro de ti mismo, que quiere desesperadamente ser amada, incluida. No se trata de una amenaza, sino quizás, de tu más grande maestro, de tu más poderoso llamado a tu Presencia, a la vida misma.

Este es un amor firme, sin duda. Una invitación muy antigua a soltar todos los sueños con respecto a cómo debía lucir este día, y honrar la forma en como se ha presentado. Una invitación a ser inmenso, lo suficientemente inmenso como para recibir a la alegría y al dolor, a la decepción y a la alegría, al aburrimiento y a lo divertido de la vida. Y tal vez una invitación a la gratitud, por la vida que has llevado, por cada precioso aliento, por el alimento que se te ha dado, por la capacidad de amar, de perdonar, de conectarte, por ser capaz de encontrar el descanso, incluso en los momentos más oscuros.

Quizás tu dolor contiene tu propia medicina, las tan necesitadas enseñanzas de serenidad, Presencia, y de no dar nada por sentado. No te apresures a etiquetarlo como algo ‘negativo’ y a buscar su trascendencia u obliteración. Aquí hay una invitación para ser un poco más amable con él, sin importar lo cegadora que resulte su apariencia. No galopes hacia su aniquilación, más bien ve un poco más despacio, sé curioso, siente su fuego, su dignidad está en su ferocidad.

Tu dolor podría desaparecer mañana. Eso es posible, aunque la intención no es aferrarnos a la esperanza. Estamos interesados sólo en la verdad, ahora; el dolor exige la verdad. Así que por hoy, honremos nuestro dolor, por el tiempo que permanezca aquí.
La Presencia es la medicina más poderosa, independientemente de la medicina que estemos tomando o no a la hora de buscar algún tipo de comodidad física. En Presencia, dejamos de ser las víctimas, porque nos hemos alineado con ‘lo que es’, nos hemos puesto del lado de la vida. Y de eso se trata la verdadera sanación.
De aceptar el Ahora.
Amigo, tu dolor podría ser solamente el reflejo de cómo se siente sanar. No se supone que deba desaparecer en este momento.

Jeff Foster

miércoles, 31 de julio de 2019

El amor no es lo que consigues, es lo que eres

Nunca entendiste la vida porque así se suponía que debía de ser. Estabas destinado a vivir, a vivir sus muchas paradojas…

Cuanto más das sin ninguna expectativa, más recibes a cambio. Cuanto menos te preocupas, cuanto más sueltas los resultados, más cuidas y amas el viaje. Cuanto más puedas ser tú mismo, menos necesidad tienes de aferrarte a un yo.

Cuanto más espacio les ofrezcas a los pensamientos, menos serás controlado por ellos, y cuanto más profundamente lo hagas, mejor comprenderás que no eres el pensador.

El amor no es lo que consigues, es lo que eres. La iluminación no es un destino, es la luz que ilumina el camino. A veces un ‘no’ es un SÍ masivo a la vida. A veces tienes que fallar, y caer, para sentir que has tenido éxito al ponerte de pie. Eso que tanto anhelas, es lo único que no puede ser encontrado, porque ya está aquí, en el corazón de ese mismo anhelo.

Cuanto más conoces la muerte, más conoces la vida. Cuanto más huyes de la muerte, menos vivo te sientes. Tienes que volverte como un niño para entrar en el Reino. Cualquier cosa en la que creas puedes dudar de ella, y sólo la duda es completamente indudable. En lo Desconocido reside la clase más profunda de Conocer. E incluso tu confusión es vista con absoluta claridad, a través de los ojos del amor incondicional».

Jeff Foster

lunes, 22 de julio de 2019

Respira en el dolor mismo

Amigo, has intentado absolutamente todo, excepto lo obvio: No hacer nada en absoluto.
Quédate con eso a lo que llamas ‘sufrimiento’.
Quédate con el dolor, la tristeza, el miedo, el deseo, el aburrimiento.
Desecha las palabras de segunda mano y siente directamente la evidente cruda energía que se da en el cuerpo, en el estómago, en el pecho, en la garganta, siente cómo vibra, hormiguea, cómo se mueve y cómo se expresa plenamente.
Deja que la energía cumpla con su sagrada labor, con su trabajo inteligente.
No te entrometas. Respira profundamente.
Permite que tu aliento llegue hasta esas partes abandonadas, que inyecte oxígeno y dignifique a esos perdidos, solitarios y ‘lastimados’ visitantes.
El hecho es que estas energías están aquí únicamente porque ya han sido admitidas en la inmensidad de Ti.
Dignifica el dolor con el aliento de la vida.
Este momento ya está resplandeciendo, ya es vida, es un huésped que ya ha sido bienvenido, que ahora baila en tu espacio siempre presente.
La mente quiere aferrarse o resistirse, rebobinar o adelantar esta escena presente, evitar el dolor o aferrarse al placer.
Sin embargo, da el paso radical de no dar ni un solo paso.
No hagas absolutamente nada en este momento, excepto ponerle atención a esta misma energía de la cuál habías querido escapar.
Entra en comunión con lo que está aquí, como si se tratase de un viejo amigo; no como un enemigo, como una guía, no un obstáculo.
Velo como inteligencia, no como un ‘error’.
Sé lo que eres, la profunda aceptación de todas las energías que ofrece la vida – tanto ‘positivas’ como ‘negativas’ – el inmutable e inmenso Espacio para cada contenido, pensamiento y sentimiento transitorio… –
Jeff Foster