“Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad, y paz. Yo honro el lugar dentro de ti donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, somos sólo Uno”
Mi amado hijo Adrián, mi Ángel de Amor y Luz.
Mi amor puro y verdadero.
Te amo
El
gesto del Namaste es una expresión de saludo de Asia del sur originario de
India. Se usa en varias tradiciones budistas así como en numerosas culturas en
Asia, tanto como el hola y el adiós del idioma español, para saludar,
despedirse, pedir, dar gracias, mostrar respeto o veneración y para rezar.
Normalmente se acompaña por una inclinación ligera de la cabeza hecha con las
palmas abiertas y unidas entre sí, ante el pecho, en posición de oración.
En
el hinduismo, la palma derecha representa la planta de los pies de Dios y la
palma izquierda representa la cabeza del devoto.
En
otros contextos religiosos, la persona que hace el gesto de unir las dos manos
elimina sus diferencias con la persona a la que reverencia, y se conecta con
ella. La mano derecha representa la naturaleza más alta, la espiritual,
mientras que la izquierda representa el ego mundano. La inclinación de la cabeza
es una indicación simbólica de respeto.
Se
utiliza siempre, en cualquier ocasión, y es la quintaesencia India.
En
este simple gesto radica la intemporalidad de la India, la madre de todas las
culturas.
El
Namaste representa la creencia de que cada uno de nosotros tiene una chispa
divina en su interior localizada en el chakra del corazón. El gesto es el
reconocimiento de una alma a otra.
Literalmente, NAMA significa
«reverencia», AS significa
«yo», y TE significa
«tú».
Por
consiguiente, Namaste significa «respétame» o «te respeto».
“Yo
honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside. Yo honro el lugar
dentro de ti de amor y luz, de verdad, y paz. Yo honro el lugar dentro de ti
donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, somos
sólo Uno”
Para
realizar el Namaste se colocan las manos frente al chakra del corazón, se
cierran los ojos y se inclina la cabeza. Puede hacerse también colocando las
manos frente al tercer ojo, inclinando la cabeza y llevando después las manos
al corazón. Se trata de una profunda demostración de respeto.
El
Namaste permite al maestro y al alumno unirse energéticamente en un lugar
intemporal, libres de las ataduras del ego. En clase de yoga, el Namaste debe realizarse
preferentemente al inicio y al final de la misma. Pero el Namaste no necesita
una ocasión determinada. Se puede hacer en cualquier lugar, en cualquier
momento, sin ningún ritual ni condición previa. Es un saludo instintivo e
incondicional a la creación.
Fuente:https://www.facebook.com/alicia.madrid.739/posts/769081299774700
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