Por Joaquín Cámara
Con Elisabeth Kübler-Ross aprendimos las fases que una persona atraviesa durante su muerte física. Gracias a Brian Weiss, descubrimos el proceso de reencarnación y cómo nos influyen nuestras vidas anteriores en la actual. Quedaba entonces un aspecto crucial por investigar: qué nos sucede entre una vida física y la siguiente, esto es, cómo se desarrolla nuestra vida en el mundo espiritual.
Michael Newton es doctor en Psicología, hipnoterapeuta y miembro de la American Counseling Association. Comenzó su trabajo como psicólogo tradicional, centrándose en la modificación de conducta a través de técnicas cognitivo-conductuales y utilizando la hipnósis como herramienta para profundizar en los traumas y experiencias de la infancia de sus pacientes.
Newton comenzó su trabajo en este campo cuando, un día, acudió a su consulta un paciente aquejado de un fuerte dolor lateral; este hombre había sido visto por diferentes médicos, los cuales tras someterle a varias pruebas le diagnosticaron el dolor como algo psicosomático. El paciente pidió a Newton que lo regresara en hipnosis a su infancia, creyendo que ahí radicaba el origen de su problema; durante el procedimiento, Newton no encontró en su infancia ningún suceso que pudiese explicar el dolor actual del paciente. Fue entonces cuando pidió al paciente que fuese al origen de su problema, a la primera vez que lo experimentó. De repente, el paciente comenzó a hablar de una batalla en la que estaba participando durante la primera guerra mundial. Newton, hasta entonces muy escéptico, no creyó lo que el paciente le estaba narrando y comenzó a hacerle multitud de preguntas en torno a ese acontecimiento, con el fin de poder comprobarlas. Esta fue la primera vez que este psicólogo realizó un terapia de vidas pasadas; a partir de ahí, y tras ver los resultados tan positivos que tuvo en su paciente, continuó investigando con otras personas.
Pasado un tiempo, otra paciente a la que estaba tratando bajo hipnosis no regresó a una vida anterior, sino que comenzó a hablarle sobre el periodo entre una vida y otra, esto es, la vida en mundo espiritual o “vida entre vidas”. Fue entonces cuando Michael Newton comenzó su trabajo de investigación sobre este tema y en el que lleva trabajando desde hace 35 años en su consulta y a través de su instituto de investigación y formación. En 1998 recibió el premio anual de la National Association of Transpersonal Hypnotherapists por la mejor contribución del año en investigación. Su primer libro “Journey of souls” (traducido como “El viaje del alma” ó “La vida entre vidas”) vendió más de 200.000 ejemplares. En 2001, con su libro “Destiny of Souls” (“Destino de las almas”) ganó el premio anual de Editores Independientes.
Entre los numerosos temas de los que Newton habla en sus libros, a continuación nos centramos en aquellos que consideramos más básicos para quienes están adentrándose por primera vez en este asunto.
GRUPOS DE ALMAS
En el mundo espiritual, cada uno de nosotros pertenece a un grupo primario de almas; este grupo, compuesto de entre 8 y 20 miembros, es con el que vivimos en el plano espiritual y con quien reencarnamos en la vida física. En cada reencarnación, solemos bajar a la Tierra casi todo el grupo junto, con un rol diferente en cada ocasión. Por ejemplo, es posible que en una vida física un alma de tu grupo primario coja el rol de tu padre, mientras que en la siguiente vida, sea tu hijo o tu hermana. Los miembros de tu grupo primario de almas serán, en la vida física, aquellas personas que hayan tenido una gran importancia o influencia en ti. El tipo de experiencias, roles y situaciones que vivís juntos en la vida física lo habéis planeado en el mundo espiritual, dependiendo de lo que cada uno necesita aprender para su propia evolución.
También existen los grupos de almas asociados o secundarios; estas son almas que, pese a no ser de tu grupo cercano, colaborarán en tu vida física en pequeños pero importantes roles. Por ejemplo, pueden tomar el rol de ser tu médico, un vecino, una profesora, etc. Su trabajo con nosotros suele ser esporádico, pero necesario también para nuestros aprendizaje.
Cuando una persona de un grupo primario de almas muere en la Tierra, regresa al mundo espiritual y continúa su trabajo allí, a la espera del regreso del resto de su grupo. Generalmente, esa alma no vuelve a reencarnar de nuevo en la misma familia genética, sino que esperará el regreso de todo su grupo. Por ejemplo, si muere tu marido en esta vida física y después tú tienes un nieto, ese nieto no es la reencarnación de tu marido, pues no reencarnamos de este modo. Ese nieto será otro miembro de tu grupo primario o secundario de almas, pero no el mismo que se ha ido.
TRANSMIGRACIÓN
Muchas religiones reencarnatorias hablan de que los seres humanos, en una siguiente vida, pueden reencarnar como animales si han realizado malas acciones. Según las investigaciones de Newton (al igual que las de Brian Weiss o Raymond Moody), esto no es cierto. No existe la transmigración de las almas, en el sentido de que un alma pueda encarnar en un nivel distinto, es decir un alma humana no encarna nunca en un animal o un vegetal, pues supondría cambiar su estado evolutivo.
JERARQUÍAS Y DESARROLLO
Según Newton, en el mundo espiritual no existe una jerarquía tal y como la conocemos aquí (en el sentido de autoridad). Según sus pacientes, sí existe una estructura, pero dentro de unos valores de compasión, armonía, ética, moralidad, gentileza, tolerancia, paciencia y absoluto amor. El desarrollo de cada alma se logra por la aceptación de responsabilidades personales, y no por logros de un status superior. Las almas no son forzadas a encarnar, ni a participar en actividades de grupo ni en formaciones específicas, si no lo desean. Si desean soledad durante un tiempo, la tienen. Si no desean avanzar, nadie les fuerza a hacerlo. Tenemos libertad hasta para permanecer en el plano astral a nuestra muerte, en lugar de volver al mundo del espíritu. La posición de los guías es siempre de respeto a las decisiones de las almas. (Párrafo adaptado de Herbolé).
EL CONSEJO DE SABIOS
En distintas ocasiones durante el periodo de entre vidas, el alma acude al “Consejo de Sabios”, al que algunas almas llaman Maestros, Mayores o genéricamente como los examinadores o el comité. No se trata de un tribunal, sino de varias almas más evolucionadas que nos orientan y evalúan en cada momento. Solemos acudir a este consejo al poco de llegar al mundo espiritual (para revisar las acciones tenidas en nuestra última vida y las desviaciones respecto a nuestro plan de vida), y acudimos de nuevo poco antes de encarnar otra vez para que nos orienten sobre las pruebas que necesitaremos experimentar en la siguiente vida física para nuestra evolución espiritual. (Párrafo adaptado de Herbolé).
EL MUNDO ESPIRITUAL
Los pacientes describen a Newton el mundo espiritual como un lugar enormemente bello, luminoso, en donde todo se realiza con un amor absoluto. Durante nuestra estancia allí, realizamos gran cantidad de actividades similares a las que llevamos a cabo en el mundo físico, sólo que mejoradas al máximo. Así, existen grupos de estudio, actividades de ocio, trabajos, etc. Cuando Newton habla de este mundo espiritual, se está refiriendo a lo que los investigadores clásicos llaman “plano mental inferior”, un plano superior al “astral”, que es el primero al que vamos tras nuestra muerte física y que difiere del otro significativamente.
¿DÓNDE ESTÁ DIOS?
Muchas personas creyentes, de cualquier religión, se preguntan dónde está Dios al oír hablar de este mundo espiritual. En las investigaciones realizadas por Newton, ningún alma comenta haber visto a Dios, pero sí afirman sentir “la Fuente” en este mundo espitual. Las almas más avanzadas dicen que en algún momento, todas las almas regresarán de nuevo a esta fuente. Los pacientes señalan que el lugar donde más puede identificarse esta Presencia es en el Consejo de Mayores, donde sienten una fuerza espiritual más alta que de alguna forma “supervisa” al Consejo. Sin embargo, las almas más evolucionadas no creen que la Presencia sea Dios, sino una entidad con capacidades muy superiores a las de los miembros del Consejo.
Cuando estudiamos a los investigadores clásicos, estos siempre han hablado de diferentes planos espirituales, y aquí puede residir la clave para este asunto. Cada plano vibra de un modo diferente; cuanto más alto es el plano, mayor es la vibración. Así, tras morir, todos vamos en primer lugar al plano astral, el cual tiene las vibraciones más bajas. Pasado un tiempo, regresamos al mundo espiritual (llamado “plano mental inferior”), que es dónde se desarrolla todo lo que Newton explica en su obra. Desde allí, reencarnamos de nuevo en la Tierra. Una vez que hemos evolucionado lo sufieciente, ya no necesitamos bajar de nuevo al plano físico, por lo que tras nuestra última muerte, podemos pasar ya a plano de existencia superiores, con una vibración mucho más elevada. Estos planos serían, de más bajo a más alto, el “mental superior”, el plano “búdico”, el “átmico”, el plano “monádico” y, finalmente, el plano “divino”. Viendo la cantidad de planos que hay, no resulta extraño que desde el “mental inferior” sólo pueda sentirse esa “Presencia”, posiblemente proveniente del plano directamente superior. La “Fuente”, por tanto, se encontraría al final de todos los planos, y a ella llegamos tarde o temprano. Puede parecer, con esta explicación, que Dios se encuentra entonces muy alejado de todos nosotros; pero esta sería una mala conclusión. Piensa que todo lo que existe se genera en y desde la Fuente, en y desde la vibración más elevada, y por tanto, una creación siempre se encuentra dentro de la Fuente creadora.
LA VIDA ENTRE VIDAS Y LA TERAPIA PSICOESPIRITUAL
Dentro de la terapia psicoespiritual que realizamos en Triom, la técnica de Vida entre Vidas es realmente importante. Gracias a ella, los clientes pueden conocer de primera mano cómo es el mundo espiritual y qué sentido su actual vida física. Durante esta técnica, somos capaces de conocer a nuestro grupo primario de almas, ver los roles que están trabajando actualmente, saber el por qué de las situaciones que estamos atravesando, conversar con nuestros guías espirituales y reencontrarnos con nuestros seres queridos que ya fallecieron en este plano. Sin duda, se trata de una experiencia que nos ayuda a entender la vida en su modo más amplio y que colabora en la solución de muchos de nuestros problemas emocionales y psicológicos.
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