Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤ Honrando la memoria de mi hijo: recordando su vida y su luz.❤ Perder a un hijo es una de las experiencias más dolorosas que una madre pueden enfrentar. Es un dolor desgarrador, que deja un vacío en el corazón que nunca se podrá llenar. Sin embargo, a pesar de esta gran pérdida, siempre habrá una forma de honrar su memoria y mantener vivo su legado.❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
Mostrando entradas con la etiqueta Ego. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ego. Mostrar todas las entradas

viernes, 9 de febrero de 2018

Eckhart Tolle: Es el ego la fuente de los pensamientos?



El ego es identificarse con lo que pensamos, y estos pensamientos los adoptamos de lo que nos rodea, vemos la realidad a traves de 'filtros' que hemos ido adoptando en la vida, para deshacernos del ego, hay que darse cuenta de que no somos todos esos pensamientos...sino la conciencia.

Eckhart Tolle: Es el ego la fuente de los pensamientos?

Eckhart Tolle nació en Alemania, donde vivió hasta los trece años. Se graduó de la Universidad de Londres y fue investigador de la Universidad de Cambridge. A los 29 años una profunda transformación espiritual cambió el rumbo de su vida. En los años siguientes se dedicó con devoción a entender, integrar y profundizar esa transformación que marcó el inicio de un intenso viaje interior.
En sus enseñanzas transmite un mensaje simple aunque profundo, con la claridad y sencillez atemporal de los antiguos maestros espirituales: sí hay una forma de salir del sufrimiento y de alcanzar la paz. Una nueva conciencia para transformar el mundo

sábado, 3 de febrero de 2018

El Yo Separado, por Eckhart Tolle


(Extraído de su libro El Silencio Habla)

La mente busca alimento incesantemente, y no sólo para el pensamiento; está buscando alimento para su identidad, para su sentido del yo. Así es como el ego (el yo separado) viene a la existencia y se recrea continuamente a sí mismo.
Cuando piensas o hablas sobre ti, cuando dices «yo», sueles referirte a «yo y mi historia». Éste es el «yo» de lo que te gusta y de lo que te disgusta, de tus miedos y deseos, el «yo» que nunca está satisfecho por mucho tiempo. Es un sentido de quien eres creado por la mente, condicionado por el pasado y que trata de encontrar su realización en el futuro.

¿Puedes ver que este «yo» es pasajero, que es una formación temporal, como una onda que recorre la superficie del agua? ¿Quién ve que esto es así? ¿Quién es consciente de que tus formas física y psicológica son pasajeras? Yo Soy. Éste es el «Yo» profundo que no tiene nada que ver con el pasado y el futuro.

¿Qué quedará de todos los temores y deseos asociados con tu problemática situación existencial, que consumen cada día la mayor parte de tu atención? Un guión de varios centímetros de largo entre la fecha de tu nacimiento y la fecha de tu muerte inscritas en tu lápida. Para el ego este es un pensamiento deprimente. Para ti es liberador.

Cuando cada pensamiento absorbe tu atención lentamente significa que te identificas con la voz que suena en tu cabeza. Entonces los pensamientos quedan investidos de un sentido de yo. Esto es el ego, el «yo» creado por la mente. Este yo fabricado por la mente se siente incompleto y precario. Por eso el temor y el deseo son sus emociones predominantes y sus fuerzas motivadoras. Cuando reconoces que hay una voz en tu cabeza que pretende ser tú y que nunca deja de hablar, estás saliendo de la identificación inconsciente con la corriente de pensamientos.

Cuando notas esa voz, te das cuenta de que tú no eres la voz —el pensador—, sino quien es consciente de ella. La libertad estriba en conocerte a ti mismo como la conciencia que está detrás de la voz.

El ego siempre está buscando. Busca añadirse algo más de esto o de lo otro para completarse. Esto explica su preocupación compulsiva por el futuro. Cuando te des cuenta de que estás viviendo «para el momento siguiente», ya has salido del patrón mental del ego, con lo que surge la posibilidad de elegir prestar toda tu atención a este momento. Prestando toda tu atención a este momento, una inteligencia mucho mayor que la inteligencia de la mente egótica entra en tu vida.

Cuando vives a través del ego, siempre reduces el momento presente a un medio para un fin. Vives para el futuro, y cuando consigues tus objetivos, no te satisfacen, o al menos no por mucho tiempo. Cuando prestas más atención a lo que haces que al resultado futuro que quieres conseguir con ello, rompes el viejo condicionamiento del ego. Entonces tu hacer no sólo es mucho más eficaz, sino infinitamente más alegre y satisfactorio.

Casi cada ego contiene algún elemento de lo que podríamos llamar «identidad de víctima». La imagen de víctimas que algunas personas tienen de sí mismas es tan fuerte que se convierte en el núcleo central de su ego. El resentimiento y los agravios forman parte esencial de su sentido del yo.

Aunque tus agravios estén completamente «justificados», te has construido una identidad de víctima que se parece mucho a una prisión cuyos barrotes están hechos de formas mentales. Mira lo que te estás haciendo a ti mismo o, más bien, lo que te está haciendo tu mente. Siente tu apego emocional por tu historia de víctima y date cuenta de la tendencia compulsiva a pensar o hablar de ella. Mantente presente como testigo de tu estado interno. No tienes que hacer nada. Con la conciencia vienen la transformación y la libertad.

Los hábitos mentales favoritos del ego, los que le fortalecen, son la queja y la reactividad. Buena parte de la actividad emocional-mental de muchas personas consiste en quejarse o reaccionar contra esto o lo otro. Ello hace que los demás, o la situación, estén «equivocados», mientras que tú «tienes razón». Teniendo razón te sientes superior, y sintiéndote superior fortaleces tu sentido del yo. En realidad sólo estás fortaleciendo la ilusión del ego.

¿Puedes observar estos hábitos dentro de ti mismo y reconocer tu quejumbrosa voz interior por lo que es?

El sentido del yo característico del ego necesita el conflicto porque su identidad separada se fortalece al luchar contra esto o lo otro, y al demostrar que esto soy «yo» y eso no soy «yo».
Es frecuente que tribus, naciones y religiones consigan fortalecer su sentido de identidad colectiva teniendo enemigos, ¿Quién sería el «creyente» sin el «infiel»?

En tus tratos con otras personas, ¿puedes detectar ligeros sentimientos de superioridad o inferioridad hacia ellas? Lo que estás viendo es el ego, que vive de la comparación.

La envidia es un derivado del ego, que se siente disminuido cuando a otra persona le pasa algo bueno, o cuando alguien tiene más, sabe más o puede hacer más que tú. La identidad del ego depende de la comparación y siempre quiere más. Se agarra a cualquier cosa. Si todo lo demás fracasa, puedes fortalecer tu ficticio sentido del yo sintiéndote más maltratado por la vida o más enfermo que otras personas.

¿Cuáles son las historias, las ficciones de las que derivas tu sentido del yo?

La necesidad de oponerse, de resistirse y de excluir está incorporada a la estructura misma del ego ya que esto le permite mantener el sentido de separación del que depende su supervivencia. De modo que «yo» voy contra el «otro», «nosotros» contra «ellos».

El ego necesita estar en conflicto con alguien o algo. Eso explica por qué buscas la paz, la alegría y el amor, pero no puedes tolerarlos por mucho tiempo. Dices que quieres la felicidad, pero eres adicto a tu infelicidad.

En último término, la infelicidad no surge de las circunstancias de tu vida, sino del condicionamiento de tu mente.

¿Albergas sentimientos de culpa respecto a algo que hiciste - o dejaste de hacer- en el pasado? Lo cierto es que actuaste de acuerdo a tu nivel de conciencia, o más bien de inconsciencia, de aquel tiempo. Si hubieras estado más alerta, si hubieras sido más consciente, habrías actuado de otra manera. La culpa es otro intento del ego de crear una identidad, un sentido del yo. Al ego no le importa que el sentido del yo sea positivo o negativo. Lo que hiciste o dejaste de hacer fue una manifestación de inconsciencia, de la inconsciencia humana. El ego, no obstante, lo personaliza y dice: «Yo hice aquello», y así te creas una imagen mental de ti mismo como persona «mala».

A lo largo de la historia, los seres humanos han cometido incontables actos de agresión, crueldad y violencia hacia sus semejantes, y continúan realizándolos. ¿Son todos ellos condenables? ¿Son todos culpables? ¿O dichos actos son expresiones de la inconsciencia, de una etapa evolutiva que ahora estamos dejando atrás?.

Las palabras de Jesús: «Perdónales porque no saben lo que hacen», también son aplicables a ti.
Si con el fin de liberarte te marcas metas egóticas que te potencian o te hacen sentirte importante, aunque las consigas, no te sentirás satisfecho. Márcate metas, pero sabiendo que alcanzarlas no tienen la menor importancia. Cuando algo surge de la Presencia, significa que este instante no es un medio para un fin: la acción es satisfactoria por sí misma en cada momento. Ya no reduces el Ahora a un medio para un fin, que es lo que hace la conciencia del ego.

«Cuando el yo desaparece, desaparecen los problemas», dijo el maestro budista cuando le pidieron que explicara el significado profundo del budismo.

Más de Eckhart Tolle en:
 www.EckhartTolle.com


viernes, 2 de febrero de 2018

Es el ego la fuente de los pensamientos? Eckhart Tolle



Eckhart Tolle: Es el ego la fuente de los pensamientos?

Mayo 2010 transmitido en Eckhart Tolle TV: El ego es identificarse con lo que pensamos, y estos pensamientos los adoptamos de lo que nos rodea, vemos la realidad a traves de 'filtros' que hemos ido adoptando en la vida, para deshacernos del ego, hay que darse cuenta de que no somos todos esos pensamientos...sino la conciencia. Eckhart Tolle nació en Alemania, donde vivió hasta los trece años. Se graduó de la Universidad de Londres y fue investigador de la Universidad de Cambridge. A los 29 años una profunda transformación espiritual cambió el rumbo de su vida. En los años siguientes se dedicó con devoción a entender, integrar y profundizar esa transformación que marcó el inicio de un intenso viaje interior. En los últimos diez años se ha dedicado a ser consejero y maestro espiritual y trabaja con personas independientes o grupos pequeños en Europa y Norte América. En sus enseñanzas transmite un mensaje simple aunque profundo, con la claridad y sencillez atemporal de los antiguos maestros espirituales: sí hay una forma de salir del sufrimiento y de alcanzar la paz. Una nueva conciencia para transformar el mundo

jueves, 1 de febrero de 2018

Vivir conscientes del Cuerpo Emocional del Dolor por Eckhart Tolle

Hay tal cosa como un dolor emocional viejo viviendo dentro de ustedes. Es una acumulación de experiencias de vida dolorosas que no han sido encaradas plenamente y aceptadas en el momento en que surgieron. Ellas dejan atrás una forma de energía de dolor emocional que se reúne con otras formas de energía de otras instancias, por lo que después de algunos años ustedes tienen un “cuerpo del dolor”, una entidad energética que consiste de emociones viejas.
Ella vive en los seres humanos y es el aspecto emocional de la conciencia egoica. Cuando el ego es amplificado por la emoción del cuerpo del dolor, el ego tiene una enorme fuerza todavía — particularmente en esos momentos. Requiere una gran presencia/estar muy conscientes para que puedan estar allí también como el espacio para su cuerpo del dolor cuando él surja a la superficie. 
Ésa es la labor de todos aquí — estar allí para reconocer el cuerpo del dolor cuando cambie de un estado latente a uno activo, cuando algo provoca una reacción emocional muy fuerte. En ese momento, cuando él sobrecoge a su mente, el diálogo interno que es disfuncional en el mejor de los casos ahora se vuelve la voz del cuerpo del dolor hablándoles internamente. Todo lo que dice está muy influido por las viejas y dolorosas emociones del cuerpo del dolor. Cada interpretación, cada cosa que diga, cada juicio sobre su vida, sobre otra gente, sobre una situación en la que se encuentren, será totalmente distorsionada por el viejo dolor emocional.
Si ustedes no ‘están allí’ presentes/conscientes como el espacio para él, ustedes se identifican con el cuerpo del dolor y creen cada pensamiento negativo que él les dice. Si están solos, el cuerpo del dolor se alimentará con cada pensamiento negativo que surja y obtendrá más energía.  Por eso se ha vuelto activo — después de hacer eso por un rato, ustedes no pueden dejar de pensar por la noche o cuando sea. El cuerpo del dolor se está alimentando, y tras algunas horas, ha tenido suficiente. Ustedes se sienten un poco mermados, y luego sucede de nuevo unas semanas después, o unos días más tarde. 
El cuerpo del dolor se sentiría aún mejor si pudiera alimentarse de la reacción de alguna otra persona. Su pareja sería la persona favorita. Y lo será, si hay alguien alrededor. o situaciones familiares. A nuestro cuerpo del dolor le encantan las familias. Y provocará a esta persona, a su pareja, o a quienquiera que sea.  El cuerpo del dolor sabe exactamente cuál es la cosa que provocará una respuesta negativa. Entonces dice lo que les va a doler. Y por supuesto, si ustedes no están totalmente presentes/conscientes en ese momento, entonces inmediatamente van a reaccionar. ¡Y al cuerpo del dolor le encanta esto! ¡Dame más drama por favor!
Ambos cuerpos del dolor están ahora despiertos y alimentándose mutuamente. Entonces, unas horas más tarde, o al día siguiente, los cuerpos del dolor ya no la necesitan. Están llenos, se han reabastecido a sí mismos. Y ustedes se pueden mirar uno al otro y decir: “¿de qué se trató todo esto?”.  En algunos casos, ustedes pudieran no recordar siquiera cómo empezó todo. Este enorme drama empezó en algún lado, y luego una cosa condujo a la otra. “¿No fue lo mismo hace dos semanas? ¿Podemos estar presentes/conscientes y ver si la siguiente vez lo podemos pescar a una etapa temprana para que no nos jale a ella totalmente? ¿Podemos ambos tratar de estar presentes uno para el otro, y para con nosotros mismos? A ver si podemos ver las primeras señales del cuerpo del dolor — ya sea en nosotros mismos o en el otro individuo.” 
Inmediatamente dense cuenta de él y sean su espacio, y si es posible — menciónenselo a su pareja, digan: “Mi cuerpo del dolor se sintió provocado cuando dijiste eso.” 
Con frecuencia, las pequeñas situaciones provocan enormes reacciones. Estén allí presentes para él/conscientes de él. Su pareja encontrará más fácil verlo en ustedes, y ustedes encontrarán más fácil verlo en ella.  Ya sea que puedan decir a su pareja que su cuerpo del dolor se ha vuelto activo depende del grado al que su pareja haya sido ya sobrecogida por él. Si lo pescan a una etapa temprana, entonces algún remanente de la Conciencia estará allí en su pareja y ese remanente los escuchará cuando le digan: “¿pudiera ser ése tu cuerpo del dolor?” Tiene que ser puesto en palabras muy cuidadosamente. Tal vez quisieran añadir: “¿recuerdas nuestro acuerdo?” Si sigue habiendo un remanente de Conciencia, entonces ella los estará escuchando y su pareja será capaz de estar allí como el espacio para su cuerpo del dolor. Si no hay remanente de Conciencia en su pareja, ustedes estarán hablando con el cuerpo del dolor, y éste no desea escuchar acerca del cuerpo del dolor. Por supuesto negará tal cosa. “¿Mi cuerpo del dolor? Ve el tuyo.” 
Así que, ¿qué pueden hacer? ¿Pueden ser el espacio para eso? Mientras la pareja está allí, sean el espacio para eso. Cuando ustedes son el espacio para algo, esto no significa necesariamente que tengan que permanecer allí. Ustedes pueden ser el espacio, y luego salirse de allí. Obsérvense a sí mismos. Auto-observación – por eso estar en el cuerpo es una parte importante de esto. Sientan el cuerpo interno tan frecuentemente como puedan. Cuando surja una vieja emoción, será más fácil estar presente cuando ella surja.

Si ustedes están presentes/conscientes, el cuerpo del dolor no se puede alimentar más de sus pensamientos o de las reacciones de las otras personas. Ustedes pueden simplemente observarlo y ser el testigo, ser el espacio para ella. Luego, gradualmente, esa energía decrecerá. 

Vivir conscientes del Cuerpo Emocional del Dolor por Eckhart Tolle

jueves, 11 de enero de 2018

Entrevista a Eckhart Tolle: ¿Es posible acallar la pesada voz que habla sin parar desde nuestra cabeza?

ENTREVISTA A ECKHART TOLLE
Por Alberto D. Fraile Oliver para Revista Namasté

¿Es posible acallar la pesada voz que habla sin parar desde nuestra cabeza? ¿Quién es esa voz? ¿Es posible ir más allá del pensamiento? Estas preguntas acecharon a Eckhart Tolle durante un tiempo. El ruido de su mente fue en aumento hasta que en medio de la angustia y la ansiedad su mente colapsó. La voz mental se calló y sus pensamientos dejaron de hacerle sufrir. Los espacios de silencio entre pensamientos aumentaron y la paz y la quietud se instalaron en su vida.
De repente, como un fogonazo, alcanzó el estado que los monjes zen persiguen durante décadas en los monasterios y muy pocos alcanzan. A raíz de esta experiencia abandonó su puesto de investigador en la Universidad de Cambridge y se dedicó a dar seminarios por el mundo, hablando de la importancia de hacernos dueños de nuestros pensamientos, “que nos han poseído”, y de vivir el momento presente, porque “es lo único que existe”. En persona transmite autenticidad y sus charlas son un viaje hasta el momento presente, ese lugar que se aloja entre dos pensamientos. Sus libros, “El poder del Ahora” y “Un mundo nuevo, ahora“, resumen las enseñanzas de este maestro espiritual contemporáneo.

Has hecho una descripción muy acertada del ego. ¿Cómo alcanzaste tal claridad?
Todo empezó una noche cuando experimenté una especie de transformación de la conciencia. Al día siguiente me encontré de repente en un estado de paz interior que después ya nunca me ha dejado. Desde entonces siempre he tenido en el fondo un estado de paz. Antes había vivido en estados de depresión y de ansiedad, y cuando me pasó aquella transformación, no lo entendía, no tenía ni idea de lo que me había pasado, solo sabía que yo estaba en estado de paz. Tardé algunos años en comprender gradualmente lo que me había sucedido. Empecé a leer libros espirituales, textos antiguos y algunos textos nuevos, estaba buscando comparar lo que me había pasado a mí con lo que decían estos libros. Una cosa extraña me pasaba cada vez que abría un libro espiritual hindú o cristiano, inmediatamente entendía la esencia. Los textos y conversaciones con los maestros espirituales, monjes budistas, yoguis… me explicaron lo que me había pasado. Dos años después de la transformación estaba en un monasterio hablando con un monje budista zen y me dijo que lo esencial del zen consiste en ir más allá del pensamiento. Entonces me di cuenta de que eso me había pasado a mi porque después de aquella noche, mis procesos mentales se habían reducido aproximadamente un 80% de lo que habían sido antes. Había muchos espacios sin pensamientos en mi mente, no inconscientes sino muy conscientes, pero sin proceso mental. El estado de paz ya había estado allí siempre pero estaba cubierto con el ruido mental continuo y gradualmente empecé a entender cuál es la esencia de la transformación espiritual. Todos los maestros hablan de la misma cosa; utilizan palabras diferentes pero en el fondo todos apuntan hacía el mismo estado. Después lo reconocí también en los evangelios de Jesús en algunas cosas que él dijo. Yo sabía que detrás de aquellas palabras había alguien que lo sabía también.

¿Cómo surgió el libro ‘El poder del ahora’?
Después de la transformación, gente que yo encontraba en la calle o por casualidad empezaron a hacerme preguntas. Muchas veces yo no sabía la respuesta hasta que la escuchaba saliendo de mi boca. Eso fue el principio de esta enseñanza espiritual que se desarrolló de un modo muy informal. Dos o tres años después alguien me llamó “maestro espiritual”. Quedé muy sorprendido. A veces me apuntaba las cosas que yo había, para acordarme porque yo hasta entonces no sabía que lo sabía, y utilicé esas notas unos años más tarde cuando escribí el libro.

Tuviste una experiencia de despertar espiritual muy fuerte. ¿Crees que a todo el mundo le tiene que ocurrir así o se puede hacer de otra forma?
Un cambio tan radical pasa a muy pocas personas. Para casi todos, es un cambio gradual o es un proceso que no se parece a lo que me pasó a mí. No sé porqué me pasó a mí pero así es. Para casi todos los que encuentro, se pasa por una transformación gradual.

Cuando te preguntas: “¿Por qué me ha pasado a mí?, tienes alguna intuición de la respuesta?
Yo sé que el sufrimiento ha sido una parte muy importante de mi despertar. Sin el sufrimiento emocional y mental, esa transformación no hubiera ocurrido. Eso fue fundamental. Pero nunca me hago la pregunta de porqué me ha pasado a mí. Lo veo de otro modo, no es que algo me haya pasado a mí sino que mi ‘yo’ se ha hecho casi transparente, entonces algo que ha estado siempre más allá del ‘yo’, un poder mucho más grande, empezó a surgir.
Ahora que vendes millones de libros y das conferencias ante grandes audiencias supongo que mucha gente te idealizará ¿Cómo llevas eso?
Son proyecciones porque ellos piensan que yo soy especial. Pero todo el poder de la enseñanza espiritual viene a través de esta forma que soy por la simple razón de que yo sé que yo no soy nadie especial. Mucha gente identifica el poder del espíritu que viene a través de la forma con la forma, y es muy importante no aceptar esas proyecciones. Yo soy muy consciente de esas proyecciones y no las acepto, pienso que son ilusiones. En el momento que yo piense que yo soy muy especial, me identificaría otra vez con un pensamiento condicionado. Yo sé que les ha pasado a algunos maestros espirituales, el peligro es mayor si vives en un ‘ashram’ rodeado de discípulos y nunca tienes contacto con otras personas. Después de algunos años empiezas a creer que eres lo que ellos creen que eres, lo he visto en algunas personas, y vuelve el ego.
Hablas de ir más allá del pensamiento. Para personas que estamos acostumbrados a estar casi siempre identificados con el pensamiento, ¿cómo podemos imaginar ese otro escenario que propones?
No hace falta imaginarlo; casi todos son capaces de experimentar aunque sea por un momento muy pequeño lo que significa estar sin pensamiento y al mismo tiempo ser plenamente consciente. La mayoría de la gente no se da cuenta de que incluso en un día normal, siempre hay intervalos muy pequeños entre dos pensamientos en algunos momentos. Las personas que no tienen esos intervalos están muy enfermas psicológicamente, pero si todavía en tu vida existe de vez en cuando la alegría del ser o el amor, la comprensión o la belleza, si respondes interiormente a algo que es bello, eso significa que hay esos intervalos porque es allí donde surgen. Los pensamientos no pueden reconocer lo profundo que es algo bello. El amor o la compasión no vienen a través de los pensamientos, vienen de una dimensión más profunda, y la gente que no tiene acceso a esa dimensión nunca experimenta la belleza, amor, compasión o una alegría más profunda del ser. En esta civilización loca (risas), hay personas que en su vida ya no tienen esa experiencia del amor, de la belleza, de una paz interior de vez en cuando, les falta todo eso y en aquellas personas el ruido mental sigue, sin interrupciones.
¿Cuál es el primer paso para acallar la mente?
Tomar conciencia de que esos espacios existen en un día normal. Estás mirando a un árbol o al cielo, a las nubes, y es un momento en el que no hay ningún pensamiento. Solamente la percepción y la conciencia a través de la cual la percepción sucede. Un espacio. El primer paso consiste en darse cuenta de que, sin hacer nada, algunos espacios existen en mi vida. Después se pueden buscar esos espacios activamente. Yo recomiendo hacer cosas que uno hace normalmente como lavarse las manos, tomar un café, ir de aquí a allí, entrar en la escalera, subirse al ascensor… tomando conciencia de acto y del momento, sin hacer de ello un medio para un fin sino un fin en sí mismo. Lavarse las manos sintiendo el agua, el jabón, secarse las manos… Solamente la percepción y la conciencia. Otra cosa que también recomiendo es cuando entras en tu coche, cierras la puerta y te quedas unos treinta segundos sin hacer nada, sentir el cuerpo, la vida dentro del cuerpo. No es mucho, 30 segundos, pero muchos de estos momentos en un día inician un cambio. Esos pequeños momentos en los que no pensamos sino que estamos conscientes sin pensar. Es más importante tener muchos momentos pequeños durante el día que estar en una meditación de media hora cada día y luego pasarse el día sin tener espacios. Entonces empieza un cambio, surge la conciencia no condicionada, la conciencia pura. Lo demás, los pensamientos, son una forma de conciencia condicionada por el pasado. Casi toda la gente está atrapada en un sentido del ‘yo’ que depende de los pensamientos condicionados y una imagen mental que tiene de “quién soy”, o sea una identidad que depende de los pensamientos. Eso significa moverse por la superficie de la vida sin nunca ir más profundamente. Una vida de ese modo se hace muy insatisfactoria, siempre hay sufrimiento. Si tu vida se desarrolla solamente en la superficie del ser, que es cuando te identificas siempre con los pensamientos, entonces le falta la profundidad y sufres.
Si no soy los pensamientos ¿Quién soy yo?
No eres los pensamientos, eres el espacio desde el cual surgen los pensamientos. ¿Y qué es ese espacio? Es la conciencia misma. La conciencia que no tiene forma. Todo lo demás en la vida tiene forma. En esencia somos esa conciencia sin forma que está detrás de los pensamientos. Pero para experimentarlo es necesaria una experiencia de quietud interior. Si yo tengo solamente un momento en el día de quietud alerta que me da un sabor de lo que es, ya entiendo lo que es la conciencia no condicionada, más allá del pensamiento. Una persona que no tiene ese momento, ni siquiera un momento, no puede entender nunca de qué estamos hablando ahora. No lo entendería.

En el mundo espiritual, hay una corriente que tiende a utilizar canalizaciones, maestros, guías, etc… Sin embargo, tus enseñanzas son muy sencillas, muy prácticas. ¿Qué diferencia hay entre estas dos vías de conocimiento?
Como lo veo yo, esta enseñanza va a la fuente. Hay otras enseñanzas que van a un nivel intermedio que todavía tiene una forma. Hay muchos niveles y cada enseñanza tiene su lugar y la gente será atraída a la enseñanza que corresponde a su interior. Esta enseñanza no tiene nada que ver con la forma, va a la misma fuente del ser, y por eso es la más simple. Todas las intermedias son más complicadas y cuanto más cerca de la superficie, más complicadas, cuánto más profundas, más sencillas.
¿Has llegado a alguna conclusión de lo que hay después de la muerte?
De algún modo, casi puedo decir que he muerto ya porque si no estás identificado con la forma, lo que queda es lo eterno que no tiene forma. Entrar en eso conscientemente es encontrar la muerte antes de que la muerte te encuentre a ti (risas) y si entras ya en la dimensión que no tiene forma y has entrado en la muerte, te das cuenta de que lo que llamamos muerte en realidad es la vida, es la vida sin forma. La muerte es solamente la disolución de la forma y queda la vida, o lo que Jesús llama “vida eterna”. Por eso la muerte, incluso la muerte que sucede cerca de ti cuando se muere alguien, es siempre una posibilidad de realización espiritual. Detrás de cada muerte se esconde la gracia.
Entonces, ¿para qué estamos aquí?
Estamos aquí para que la conciencia pueda florecer a través de esta forma y entrar en el mundo de las formas para transformarlo. El propósito de la vida, en lo profundo, es ser como una puerta para la dimensión sin forma, que entonces entra en el mundo de las formas y convierte el mundo en algo que ya no es hostil.
En el libro Un mundo nuevo ahora, estableces una relación entre lo que está sucediendo en el mundo a nivel de catástrofes climáticas, etc., con el estado de conciencia de los seres humanos. ¿Podrías desarrollar un poco esa idea?
Lo que uno experimenta como la vida exterior, las situaciones que uno encuentra, las cosas que pasan, las relaciones que tiene, es decir, el modo en que la persona experimenta la vida, es siempre un reflejo de su conciencia, de su estado interior, del estado de la mente. Si una persona, por ejemplo, siempre está rodeada de personas violentas, en cada situación encuentra violencia, significa que hay algo dentro que es una fuerza violenta, agresiva. Son inconscientes de esta situación, y una persona completamente inconsciente experimenta su propio estado como cosas que le pasan desde el mundo exterior. Si una persona así se hace conciente, de repente sería capaz de ver que dentro suyo existe violencia emocional o mental, entonces empieza la transformación.

¿Cómo crees que estará la humanidad dentro de 50 años?
Yo lo veo de este modo: Las cosas están empeorando y mejorando al mismo tiempo. Hay dos corrientes: la corriente inconsciente que desde miles de años ha sido la corriente dominante y se sigue haciendo cada vez más demente y creando cada vez más destrucción; al mismo tiempo está emergiendo la corriente de la consciencia nueva, no condicionada, espiritual. La pregunta es: ¿Hasta qué punto va a seguir el movimiento de la corriente inconsciente? Sin duda va a tener un efecto cada vez más destructivo en el planeta pero al mismo tiempo se está desarrollando la consciencia nueva. Nadie sabe, ni yo tampoco lo sé, si la humanidad se está separando en dos especies diferentes. Es una posibilidad, que una parte de la humanidad no entre en la nueva conciencia y otra sí, entonces se hace una separación como dos especies diferentes. Otra posibilidad es que al mismo tiempo que hay cada vez más destrucción, la consciencia que está despertando llegue a un punto crítico y cuando lo alcance, los inconscientes se vean arrastrados a la conciencia también. Es muy posible que si encuentran destrucción y sufrimiento que ellos han generado, sean arrastrados a la consciencia nueva. Yo veo esas dos posibilidades pero como no soy clarividente, no sé lo que va a pasar. Aunque no creo que la vieja consciencia destructiva vaya a ser la dominante porque cada vez hay más gente que está despertando.

¿Crees que existe un plan para la evolución de la consciencia o es algo que se va definiendo sobre la marcha?
Las dos cosas. Hay una meta hacia dónde va el universo. Hay un impulso evolutivo y está yendo hacía un punto. En ese sentido creo que hay un plan, pero todos los detalles se desarrollan espontáneamente. Hay un plan muy grande que nunca nadie sería capaz de entender a través del pensamiento. A veces yo siento lo que es pero nunca podría expresarlo.
¿Cómo es un día ordinario en tu vida?
Muy simple. Yo pienso relativamente poco. En la vida diaria, si estoy con una persona, la escucho hasta que las palabras surjan, o si estoy en la calle comprando también tengo pocos pensamientos y reacciones. Las situaciones son como son. La vida es muy simple. Muy pocas veces pienso en el pasado y la atención está en la simplicidad. El momento presente siempre es bastante simple porque es solamente eso. La consciencia está en la simplicidad del momento presente. Hay paz incluso si algo no va bien. No llevo encima una identidad. Por ejemplo, en la enseñanza espiritual, la gente me llama maestro espiritual y ellos piensan que es mi identidad pero yo lo veo simplemente como una función. Cuando estoy con un grupo de personas y estoy hablando, entonces soy el maestro espiritual, pero en el momento en que salgo de la sala dejo de ser el maestro espiritual inmediatamente y solamente hay una consciencia abierta que no lleva una imagen de quien soy. Porque cada imagen que llevas te va a conducir al sufrimiento. Voy por la calle sin ser nadie en particular, simplemente un espacio consciente. Das un paseo no como una persona sino como un espacio consciente, o estás tomando un café no como una persona, pensando en tu historia personal, simplemente como un espacio consciente, sin llevar las constantes definiciones de quien soy o hablándome de mi vida con esa voz interior que me cuenta cosas de mi vida: “no estoy contento con mi vida” o cosas así que son cuentos, pensamientos. (risas) Estas complicaciones, afortunadamente, no las tengo. (risas)
Si estás interesado en “El poder del ahora”, pulsa aquí.



viernes, 1 de septiembre de 2017

"El Ego de los Otros". Eckhart Tolle


No reaccionar al ego de los otros es una de las maneras más eficaces de superar el propio ego, y también de disolver el ego colectivo humano. 


Pero, solo puedes estar en un estado de no reacción si eres capaz de reconocer que la conducta de alguien viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva humana. 

Cuando te das cuenta de que no es algo personal, ya no existe la compulsión de reaccionar como si lo fuera. 

Muchas veces, al no reaccionar ante el ego, serás capaz de hacer aflorar en otros la cordura, que es la conciencia no condicionada, a diferencia de la condicionada.

En ocasiones, tendrás que tomar medidas prácticas para protegerte de personas profundamente inconscientes. Puedes hacerlo sin convertirlas en tus enemigos. Pero tu mayor protección es ser consciente.

Una persona se convierte en un enemigo si personalizas la inconsciencia que es el ego. 

No reaccionar no es un signo de debilidad, sino de fuerza.

Otra palabra para la no reacción es el perdón. Perdonar es pasar por alto, o más bien mirar más allá del ego para ver la cordura que hay en todo ser humano, que es su esencia.

Eckhart Tolle.