La pequeña sabiduría es como el agua en un vaso: clara, transparente, pura. La gran sabiduría es como el agua en el mar: oscura, misteriosa, impenetrable.
Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
Cruzamos el infinito a cada paso; nos encontramos con la eternidad en cada segundo.
La muerte no es apagar la luz; sólo es encender la lámpara porque ha llegado el alba.
El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.