El Amor por mi hijo es lo mejor que me ha pasado. Un amor profundo y verdadero.
No hay hombre más mío que el que nació de mí. Desde el primer latido compartido, su existencia se volvió parte de mi alma.
Nadie entenderá jamás la profundidad de ese lazo, esa conexión invisible que me une con mi hijo.
Es un amor que no se explica, se siente; que no se impone, se ama, simplemente nace con la vida misma. Se siente en todo mi ser.
Verlo crecer, caer, levantarse, y aprender del mundo es haber visto cómo una parte de mí, caminaba fuera de mi cuerpo. Sentir la maravilla de sus besos y abrazos.
Es un amor que no conoce distancia, tiempo ni condiciones. Aunque la vida cambie, aunque los caminos se separen, su esencia sigue latiendo dentro de mí.
Algún día nos reencontraremos.
Ser madre es entender que el corazón deja de pertenecer por completo a una misma.
Que una sonrisa suya puede sanar el cansancio más profundo. Cuando mi hijo me sonreía, se iluminaba el lugar.
Mi hijo; un ser bello y puro. Su esencia es Amor puro.
No hay amor más puro ni vínculo más fuerte que el amor por mi hijo.
Mi hijo no me pertenece como posesión, sino como vida , alegría, amor, milagro.
Es la prueba viva de que el amor verdadero puede tomar forma humana, respirar, reír; soñar; amar..
Porque no hay hombre más mío, más amado y más eterno, que aquel que escuchó mi corazón desde adentro..
Eres el único que sabe , como suena mi corazón desde dentro.
Mi amor puro y verdadero.


No hay comentarios:
Publicar un comentario