“Divino Creador, Padre Madre, Hijo como Uno, yo (tu nombre) te doy gracias por la vida de (nombre de la persona fallecida).
Sé que tú has llamado a su presencia.
Te pido humildemente que se liberen y borren todas esas memorias de dolor compartidas y pensamientos erróneos que ella o él me incitara, en cualquier plano.
Pido que se transmuten y sean convertidos en luz de la fuente pura. Lo siento. Te amo. Gracias.
Te pido con el corazón por sus familiares y amigos, para que puedan superar su partida, dejándola/o irse en paz y armonía.
También Divinidad te agradezco por la presencia de todos quienes estuvieron en el momento de su transición, con sus pensamientos, palabras y acciones. Gracias, gracias, gracias.
Divinidad, por favor bendícenos y danos fuerza suficiente. Y doy gracias porque así sea. Doy gracias porque está hecho. Lo siento, gracias, perdóname, te amo.”
Practica el ho’oponopono y la oración de la muerte para honrar la vida de esa persona que tanto quisiste, transmite la energía del amor, para que todos lo que están de duelo puedan atravesarlo lo más amorosamente posible.
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