1 Durante
toda la vida se nos ofrecen pistas que nos recuerdan la dirección que debemos
seguir. Si no prestamos atención, tomamos malas decisiones y acabamos con una
vida desgraciada. Si ponemos atención aprendemos las lecciones y llevamos una
vida plena y feliz, que incluye una buena muerte.
2. Os
daréis cuenta de que erais vosotros mismos vuestros peores enemigos, puesto que
en el túnel debéis reprocharos el haber dejado pasar tantas oportunidades para
crecer.
3.
Cada uno de nosotros puede convertirse en un monstruo nazi, pero de
igual manera cada uno tiene la oportunidad de llegar a ser la Madre Teresa de Calcuta.
igual manera cada uno tiene la oportunidad de llegar a ser la Madre Teresa de Calcuta.
4.
El sentido del sufrimiento es éste: todo sufrimiento genera crecimiento.
Nada de lo que nos ocurre es negativo, absolutamente nada. Todos los sufrimientos y pruebas, incluso las pérdidas más importantes, son siempre regalos.
Nada de lo que nos ocurre es negativo, absolutamente nada. Todos los sufrimientos y pruebas, incluso las pérdidas más importantes, son siempre regalos.
5.
No se puede sanar al mundo sin sanarse primero a sí mismo.
6. Los moribundos siempre han sido
maestros de grandes lecciones, porque cuando nos vemos empujados hacia el final
de la vida es cuando la vemos con mayor claridad. Al compartir con nosotros sus
lecciones, los moribundos nos enseñan mucho sobre el inmenso valor de la vida
en sí.
7. Estamos aquí para sanarnos unos a otros y a
nosotros mismos. No una sanación como en la recuperación física, sino una
sanación mucho más profunda. La sanación de nuestros espíritus, de nuestras
almas.
8. En tiempos antiguos, la comunidad solía tener
lugares para reunirse donde los niños y los adultos escuchaban, mientras los
ancianos y ancianas contaban historias de la vida, de los desafíos de la vida,
y las lecciones que pueden extraerse de los últimos momentos de una vida. La
gente sabía que a veces nuestras lecciones más importantes se hallan en los
momentos de mayor sufrimiento.
9. Es muy importante que hagáis lo que de verdad os
importe… sólo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.
10. Cuando hemos realizado la tarea que hemos venido a
hacer en la Tierra, se nos permite abandonar nuestro cuerpo, que aprisiona
nuestra alma al igual que el capullo de seda encierra a la futura mariposa.
Llegado el momento, podemos marcharnos y vernos libres del dolor, de los
temores y preocupaciones; libres como una bellísima mariposa, y regresamos a
nuestro hogar, a Dios.
Elisabeth Kübler Ross (Zúrich, 8 de julio de 1926-Scottsdale,
Arizona, 24 de agosto de 2004) fue una psiquiatra y escritora
suizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en la muerte,
personas moribundas y los cuidados paliativos.
Su libro Sobre la muerte y el morir (1969)
expone su conocido modelo de Kübler-Ross por primera vez. En esa y otras doce
obras, sentó las bases de los modernos cuidados paliativos, cuyo objetivo es
que el enfermo afronte la muerte con serenidad y hasta con alegría.
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