Hoy
en día, nuestros hijos pueden estar expuestos a las drogas desde una edad muy
temprana. Nos referimos a las drogas que son ilegales, no a los medicamentos
recetados por su médico. Por ejemplo, en el 2004 uno de cada cinco muchachos
latinos en el 8º grado había utilizado, por lo menos una vez, algún tipo de
droga ilícita.1
El abuso de
drogas es un comportamiento que se puede prevenir. Sin embargo, los efectos
prolongados de las drogas en el cerebro pueden llevar a la drogadicción, que es
una enfermedad crónica y recurrente del cerebro. Para cualquier persona adicta
a las drogas, la necesidad compulsiva de consumir drogas puede ser abrumadora,
afectando todos los aspectos de su vida y la de su familia.
El consumo de
drogas puede tener serias consecuencias para el futuro, tanto de un joven como
de un adulto, porque las drogas pueden alterar la manera cómo funciona el
cerebro y causar otras consecuencias médicas graves. El abuso de drogas puede
impedir que su hijo se desempeñe bien en la escuela. Más adelante, puede
dificultar su capacidad para encontrar y mantener un empleo, aún después de
haberse graduado. Las investigaciones científicas han demostrado que la
comunicación con los hijos es una manera eficaz de prevenir que consuman
drogas. Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para hablar con nuestros
hijos sobre los riesgos asociados con el abuso de drogas.
El propósito de
esta publicación es el de ofrecerle información científica acerca de los
efectos de las drogas sobre la salud, que le servirá para hablar con sus hijos
sobre las consecuencias que éstas puedan tener. Las drogas sobre las que
hablaremos en este folleto son los inhalantes, la marihuana, la cocaína, la
metanfetamina, la heroína, los medicamentos de prescripción, la MDMA (éxtasis)
y los esteroides anabólicos
Debemos
observar y supervisar a nuestros hijos.
Aún cuando no
deseáramos que fuese así, nuestros hijos pueden tener acceso a drogas en muchos
lugares. Aunque resulte difícil, es muy importante que usted hable con sus
hijos sobre las consecuencias del uso de drogas, y le urge hacerlo si usted
sospecha que ya están usándolas. Usted conoce a sus hijos mejor que nadie. La
mayoría de los padres desarrollan un sexto sentido sobre sus hijos que les
ayuda a intuir hasta los cambios más pequeños en ellos. Pueden existir otras
razones que expliquen los cambios que usted observe, pero en general, cuando un
niño o un joven experimenta con o consume drogas, puede mostrar alteraciones
en:
·
El
desempeño escolar: si obtiene malas calificaciones, falta a clases o desarrolla
un mal comportamiento;
·
El
interés en actividades: si pierde interés en sus pasatiempos habituales,
deportes o actividades favoritas;
·
Las
rutinas cotidianas: si come demasiado o deja de comer; si duerme demasiado o
deja de dormir;
·
La
selección de amigos: si cambia de amigos, o si se junta con muchachos que se
sabe que utilizan drogas;
·
Su
personalidad: si muestra mal humor, nerviosismo, agresividad o rebeldía
persistente;
·
El
comportamiento: si cierra con llave su cuarto, gavetas o cajas.
Existen ciertas
cosas que usted puede encontrar en su casa, o en posesión de sus hijos que
pueden indicar que están usando drogas. Por ejemplo:
·
Papeles
para enrollar o liar cigarrillos, o pipas que se usan para consumir marihuana;
·
Frascos
de medicinas, espejos, o cuadritos pequeños de vidrio que se usan para consumir
cocaína;
·
Calcetines
que huelen a spray para el pelo así como latas o recipientes vacíos de
pegamento o de spray para el pelo; los mismos podrían ser lo que sobra después
de haber usado inhalantes.
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