Esta presencia YO SOY, es nuestra Moneda divina, es la esencia de todo cuanto vibra y tiene su existencia en la creación universal, es la razón de ser del universo. Por ello cuando amamos, pensamos, actuamos, sentimos, nos movemos, es la fuente misma en acción. Es por esta maravillosa divina presencia YO SOY que podemos tener nuestro ser, meditar, pensar, imaginar y dar cumplimiento a todos y cada uno de nuestros actos y obras. Es a su vez la tierra misma, la humedad, el calor, el rocío, es suave aroma y tersura de una flor, la belleza del paisaje, la sonrisa alegre del chiquillo, la mirada amorosa y plena de experiencias del anciano, la vitalidad y poder creador del adulto, EL ES EL TODO.
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