Históricamente, el debate que recoge las reflexiones sobre las semejanzas y diferencias entre el duelo y el trastorno de depresión mayor ha sido muy prolífico. Hasta hace relativamente poco reinaba la confusión entre los clínicos, pues el único criterio que diferenciaba un proceso de otro era el tiempo transcurrido desde la pérdida de un ser querido, detonante del dolor.
El DSM-IV tr (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales – Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM)) consideraba que, si habían pasado menos de dos meses de la muerte del ser querido, era duelo y, si habían pasado más de dos, entonces estábamos ante un trastorno de depresión mayor y no ante un duelo. Este criterio era muy claro y muy sencillo de aplicar. Sin embargo, los clínicos considerábamos que, si bien no existe un tiempo concreto para hacer el duelo, dos meses resulta un periodo muy insuficiente.
Criterios para distinguir un duelo sano de un trastorno depresivo
La última revisión científica de este tema aparece recogida en el DSM-V recientemente publicado para la población hispanohablante. En esta nueva edición, se puede apreciar un gran esfuerzo por parte de los teóricos por intentar dar una respuesta más cercana a la realidad del doliente y del clínico.
A grandes rasgos, establece que las diferencias entre el duelo sano y el trastorno depresivo mayor son las siguientes:
- 1. En el trastorno depresivo mayor, el estado de ánimo deprimido es persistente y continuado, mientras que en el duelo el dolor aparece en forma de oleadas, lo que se denominan punzadas del duelo.
- 2. En el proceso de duelo el dolor se da de forma intermitente y convive con momentos de un cierto optimismo y esperanza, que no aparecen en ningún caso en el trastorno de depresión mayor.
- 3. El sentimiento predominante en el duelo es de vacío, mientras que en el trastorno depresivo mayor es el estado de ánimo deprimido y la incapacidad para expresar felicidad o experimentar placer.
- 4. No existe un contenido cognitivo concreto en el trastorno depresivo, mientras que en el duelo tiende a asociarse con recuerdos o pensamientos sobre el fallecido.
- 5. El sentimiento depresivo en el duelo suele variar en intensidad y/o en frecuencia en torno a los 6 meses desde la muerte del ser querido. En el trastorno depresivo mayor, el estado de ánimo depresivo dura más.
- 6. En el trastorno depresivo la ideación suicida está relacionada con el deseo de morir, mientras que en el duelo sano está relacionada con el deseo de reunirse con el fallecido.
Asimismo el DSM recomienda que se valore individualmente cada caso, reconociendo por primera vez que en el duelo no existen universalidades, sino generalidades. Y añade la necesidad de prestar atención a las diferencias culturales.
Avances en el tratamiento del duelo
Nos encontramos ante un gran avance, incluso podríamos decir que ante un momento histórico. Hemos avanzado en el modo en el que los teóricos y los clínicos nos acercamos a la comprensión y el conocimiento del duelo. Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero cada vez estamos más cerca. Este cambio va a influir, y mucho, en nuestros pacientes, puesto que facilita la distinción entre un proceso y otro, y eso va a permitir una mejora en el diagnóstico y por lo tanto en su tratamiento.
Consideramos que la Asociación de Psiquiatras Americanos, responsables de la nueva edición del DSM, está de enhorabuena. Han sido muy valientes tratando de lanzar un mensaje claro y rotundo a la sociedad en su conjunto. Ese mensaje se resume en dos certezas:
- ● El duelo es un proceso sano.
- ● No existe un duelo igual a otro, sino que existen tantos duelos como dolientes hay.
Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:
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