Honro tu memoria mi amado hijo Adrián.
Las personas más bellas que hemos conocido son aquellos que han conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha, la pérdida, y han encontrado su manera de salir de las profundidades. Estas personas tienen una gratitud, sensibilidad y comprensión de la vida que los llena con compasión, dulzura, y una preocupación amorosa. Las personas bellas no suceden por casualidad. Y después de su muerte, cuando la mayoría de ustedes, por primera vez, se den cuenta de qué se trata la vida, comenzarán a ver que su vida aquí no es nada más que la suma total de cada elección que han realizado durante cada momento de su vida. Sus pensamientos, de los que son responsables, son tan reales como sus actos. Empezaran a darse cuenta de que cada palabra y cada obra afecta a su vida y también ha tocado miles de vidas.
Corremos detrás de valores, que cuando llega la muerte, se convierten en cero. Al final de tu vida, nadie te pregunta cuántos diplomas tienes, cuántas mansiones, o cuántos Rolls Royce. Eso es lo que te enseñan los moribundos.
Morir no es algo que temer. Puede ser la experiencia más maravillosa de su vida. Todo depende de cómo se ha vivido.
Si vive cada día de su vida correctamente, entonces no tiene nada que temer…
A lo largo de la vida, tenemos pistas que nos recuerdan la dirección que se supone debemos dirigirnos… si te mantienes enfocado, entonces aprenderás las lecciones.
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