Honro tu memoria mi amado hijo Adrián.
Cuando la vida es “suficiente” no necesitamos nada más. Qué
grata sensación nos invade cuando nuestros días son suficientes. El mundo es
suficiente. No solemos permitirnos esa sensación. Nos
resulta extraña porque tendemos a vivir nuestra vida considerándola
insuficiente.
Pero podemos
cambiar esa percepción.
Decir que la vida
es esto y no necesitamos nada más es una maravillosa afirmación de gracia y
poder.
Si no necesitamos nada más, si no nos hace falta controlarlo
todo, permitimos que la vida se despliegue.
Elisabeth Kübler-Ross
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