Según mi experiencia vivida.
Cuando en mayo del 2003, tres meses después de haber perdido a mi único hijo Asier aparecí en AVES,
escuché varias veces, que en el proceso de duelo desaparecían muchas amistades
y no lo entendí. ¿Cómo podía ser que tus mejores amigos, compañeros ó familiares, desaparecieran ó se alejaran de
tu lado ante una tragedia para ti de tal
magnitud? Si siempre habían estado a mi
lado, ¿cómo no iban a hacerlo ahora?.
Pues bien, hablando desde mi experiencia todo tu entorno se mueve ante
una situación tan desgarradora, en unos casos por desconocimiento de cómo
ayudar, y en otros por miedo. La
cuestión es que el entorno se aleja y así como tu vida, ya no vuelve a ser como
antes. No es que ellos se aparten
voluntariamente, porque ya
intentan y quieren distraerte, pero
esperan que te recuperes pronto
confiando que con el tiempo, volverás a llevar la misma vida que antes. La cuestión es que tú ya no puedes, ni
quieres llevar la misma vida que antes porque “tu mundo” ha cambiado y tus necesidades también. Necesitas hablar de tu ser querido y sobre
todo recordarlo, pero pocos son los que se sienten cómodos cuando tú lo haces, incluso si hablan de los suyos,
y tú quieres hablar de alguna experiencia vivida del tuyo, la conversación se
vuelve algo tensa. También necesitas hablar de emociones, de crecimiento personal, ó de tu progreso
gracias a cursos y otras herramientas que
tienes que utilizar para seguir, pero
a tu antiguo entorno como decía antes,
no le interesa demasiado porque no puede entenderlo. Si tú les hablas, te
escuchan, pero ya ves que no les interesa todo aquello que no están viviendo,
decidiendo por tanto no hablarles de tu vida.
Sin juzgar a nadie, puedo decir que les entiendo perfectamente, porque
somos nosotros los que hemos cambiado,
por eso ellos no saben hacerlo de otra forma y tú tienes que seguir tu
camino con estas nuevas necesidades. La cuestión es que les sigues queriendo
como antes, pero a ellos les cuesta
verte aparentemente igual sin pensar que te vas recuperando. Así te dan a
entender que tu dolor ya forma parte del pasado, cuando en realidad tu
transformación ha hecho que ese ser querido siga formando parte de tu eterno
presente tanto ó más que antes, aunque sea de forma sutil.
A través de este proceso de cambio he podido sentir que
la muerte no es un fin y por ello he aprendido a ubicar a mi hijo en un
lugar de mi corazón de forma que, con la energía del Amor, la luz de una vela,
la belleza del horizonte, de las flores, el vuelo de un ave ó el de una
mariposa, puedo escuchar el suyo abierto como si fuese el cofre de los
recuerdos que vuelve a mí para recordarme que le amé, le amo y le amaré.
Es como sentir desde su corazón una voz que dice: NO MUERAS CONMIGO, VIVE POR
MI Y POR TI y recuerda que estoy a tu lado tomándote de la mano, besándote y
acariciándote. Esto sólo se siente desde el Amor, y a tu entorno no se lo
puedes explicar porque al no entenderte pierde su verdadero contenido. Estamos
en diferente frecuencia, pero no
obstante, y afortunadamente en esta nueva etapa de tu vida, nacen otras nuevas
amistades que sí te entenderán y caminarán junto a ti.
Esta es la opinión desde mi experiencia, y aprovecho para decirte a ti
ANJI, a este Centro, y a los que habéis compartido conmigo este camino de
lágrimas que ha sido mi duelo
¡GRACIAS! por todo lo que me habéis
aportado para alcanzar el camino de mi transformación interior. OS QUIERO PAKI LOPEZ
Fuente:http://www.dueloanjicarmelo.com/duelo/Colab.htm
Fuente:http://www.dueloanjicarmelo.com/duelo/Colab.htm
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