La eufrasia o
Euphrasia officinales es un elixil natural para los ojos, con múltiples
propiedades medicinales
Las eufrasias (Euphrasia
officinalis o E. rostkowiana y Euphrasia stricta) son
unas pequeñas plantas anuales, con los tallos rojizos y ramificados, las hojas
dentadas y las flores trilobuladas, de color violeta pálido, y una mancha
amarilla en el centro. Parasita a las otras plantas a través de sus raíces.
Su
nombre parece proceder de Euphrosynia, una de las tres gracias griegas, que se
distinguía por su capacidad para traer la felicidad a las almas de los
sufrientes. No obstante, las referencias más antiguas que se han hallado de los
beneficios del agua de eufrasia para el cuidado de la vista datan del siglo
XIV.
Se encuentra en brezales y
laderas rocosas de ambientes montañosos, y florece desde principios del
estío, momento de la recolección de sus sumidades floridas.
La
eufrasia es la planta para la buena vista, tanto en fitoterapia como en
homeopatía. Se le atribuía el poder de
devolver la vista al ciego y de alejar el demonio de los
ojos. Los grandes herbolarios europeos del siglo XVI la tenían como uno de los
mejores remedios para tratar dolencias oculares.
Propiedades
medicinales
· La
eufrasia contiene flavonoides (quercetósidos), glucósidos como el eufrósido,
ácidos fenólicos, un aceite esencial, lignanos y taninos, principios activos
que la convierten en una planta astringente, antiinflamatoria,
antiséptica y cicatrizante.
· Esta
capacidad terapéutica hacen de ella una excelente aliada para tratar
las digestiones pesadas, estimular el apetito, combatir las infecciones de oído
y bucales y aliviar la faringitis.
· Aplicada
externamente, detiene las hemorragias cutáneas.
· Pero sobre
todo, la eufrasia es la planta reparadora de los ojos por
excelencia, incluso su nombre en inglés eyebright significa
ojos brillantes. Reduce la inflamación ocular y ataca los focos
infecciosos provocados por virus o bacterias.
· Los
herbolarios la aconsejan para tratar la blefaritis, la conjuntivitis,
la inflamación
de los párpados, los orzuelos y como remedio
de apoyo en caso de alergias por polen, ácaros, polvo
o humo, que cursen con inflamación ocular.
· Es
idónea además para las molestias derivadas del rechazo al uso de las lentes
de contacto.
Remedios
naturales con eufrasia
· Para los problemas de los ojos: El
remedio más simple para conjuntivitis, blefaritis, inflamación de los párpados,
orzuelos, ojos llorosos por causa de la alergia, entre otros problemas, es la
decocción de planta seca de eufrasia, a razón de una cucharada sopera por 200
ml de agua.
· Cómo prepararla:
Se hierve la mezcla un par de minutos y se deja en reposo. Después se filtra y
se deja templar. A continuación se empapan compresas tibias en la decocción y
se aplican sobre los ojos cerrados hasta que las compresas se enfríen por
completo. Esta operación, que se repetirá tres veces al día, reduce la inflamación
y proporciona sensación de alivio.
· Infusión para la alergia
primaveral: La eufrasia también es útil en los
brotes de ataques alérgicos, con rinitis y accesos de tos persistente. Para
ello se puede preparar una infusión a base de eufrasia, llantén mayor, vara de
oro y eupatorio, a partes iguales.
· Cómo prepararla: Se
toma una cucharada de la mezcla por cada taza de agua y se hierve durante unos
3 minutos. Después se filtra y se beben tres tazas calientes a lo largo del
día, pudiendo aumentar la administración a cuatro tazas si la mucosidad es muy
densa.
Uso interno
·
Tradicionalmente, se ha
ingerido esta planta para mejorar la vista, además de curar la superficie ocular,
aliviando la inflamación y el lagrimeo excesivo.
·
Si se toma regularmente en
infusión se previenen y se disuelven las cataratas y las carnosidades de los
ojos.
·
La eufrasia no sólo tonifica y
desinflama el ojo, sino que también lo hace con el resto de mucosas (oídos,
senos nasales, garganta, intestinos), por lo que es una planta muy recomendada
por los otorrinolaringólogos.
·
Es excelente para la rinitis,
ya que ayuda a controlar los síntomas de las alergias primaverales como los
estornudos, coriza, picor de ojos y el exceso de mucosidad líquida.
·
También combate la sinusitis,
otitis, faringitis y bronquitis.
·
Por todo ello, es muy
beneficiosa para la gripe y los resfriados con estados congestivos.
·
A nivel intestinal, alivia la
estomatitis.
·
Además por su acción
astringente, corta la diarrea y por sus propiedades eupépticas, combate la
inapetencia y las dispepsias hiposecretoras.
·
Tradicionalmente se ha usado
para los trastornos nerviosos, como cefaleas, insomnio e histeria.
Uso externo
·
Por su actividad astringente y
sedante, se aplica su infusión en casos de conjuntivitis, blefaritis, orzuelos
y otras afecciones del ojo (que cursen con inflamación, enrojecimiento, picor o
lagrimeo).
·
También es útil en afecciones
catarrales de otras mucosas, como la nasal (rinitis, sinusitis) y la del oído
medio (otitis congestiva).
·
Es excelente para sanar las
heridas, ya que detiene el sangrado, limpia la herida y ayuda a su
cicatrización.
Forma de administración
Uso interno
La eufrasia se puede tomar en infusión,
tintura, extracto
fluido, polvo e incluso en comprimidos.
Uso externo
·
La infusión de la planta se
puede aplicar en los ojos en forma de: compresas, colirios o baños oculares
·
En las fosas nasales: mediante
vahos, lavados o instilaciones nasales
·
Y en la zona bucofaríngea, a
través de colutorios y gargarismos.
Precauciones
No se debe sobrepasar la dosis
indicada, ya que los taninos pueden irritar la mucosa gastroduodenal. Este
efecto se puede paliar combinando la eufrasia con plantas demulcentes como el
malvavisco.
En uso tópico, puede causar
irritación ocular en algunas personas. Para evitarlo, conviene usar poca
cantidad y extremar las medidas de higiene (filtrar bien la infusión, para que
no se cuele ninguna partícula y si la aplicamos en una compresa, ésta debe
estar bien esterilizada).
Una vez hecha la infusión,
debemos guardarla en la nevera y no usarla pasados 3 días.
Contraindicaciones
Está contraindicado su uso
interno durante el embarazo y la lactancia, así como en niños menores de 6 años
y en caso de gastritis o úlcera gastroduodenal.
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