Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤

miércoles, 14 de febrero de 2018

La muerte de un hijo es una pérdida inconcebible

En tu memoria mi amado hijo Adrián. 

La muerte de un hijo es una pérdida inconcebible e insuperable.
Resulta algo horrible, doloroso, cruel, como si de algún modo la ley natural estableciera que los padres deben morir antes que los hijos.

Esta creencia está profundamente extendida en nuestra sociedad, hasta el punto de que no existe un nombre que designe a aquellos que han perdido a un hijo: huérfano es quien ha perdido a un progenitor, viudo es quien perdió a un cónyuge, pero no existe una palabra ni una expresión que recoja el estado en que queda una persona cuando pierde a un hijo, precisamente por eso, porque no entra dentro de nuestros esquemas mentales.
Es "algo" tan doloroso, horrible, duro y tan desconcertante que en nuestro lenguaje no tiene nombre.
El corazón se hace pedazos...el alma llora y se desgarra...y te sientes ......
Solo pensar que lo vas a volver a encontrar, puede dar "fuerzas", para seguir, porque sabes que lo que tu hijo quiere es que continúes, hasta volvernos a encontrar.

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