Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤ Honrando la memoria de mi hijo: recordando su vida y su luz.❤ Perder a un hijo es una de las experiencias más dolorosas que una madre pueden enfrentar. Es un dolor desgarrador, que deja un vacío en el corazón que nunca se podrá llenar. Sin embargo, a pesar de esta gran pérdida, siempre habrá una forma de honrar su memoria y mantener vivo su legado.❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤

viernes, 19 de enero de 2018

Sobre la culpa


La mente fábrica preguntas que ella misma no puede contestar pero trata de analizar y entre las preguntas que frecuentemente se hace están las siguientes:

¿Por qué hice esto o aquello? ¿Me equivoque? ¿En qué fallé o en que me equivoqué? o ¿Por qué no lo hice de otra manera? , ¿Podía no haber hecho aquello o hacer aquello otro?.

Cuando caemos en este tipo de cuestionamientos es porque ya nos estamos sintiendo culpables.
La culpa es un ataque contra nosotros mismos que puede provenir de la ira reprimida, de las situaciones que no se tornaron en nuestro favor dejando nuestras expectativas insatisfechas y nos producen rabia, dolor,  frustración, resentimiento, etc.  Cuando estas emociones las bloqueamos o no las logramos procesar de una forma sana y nos las guardamos, nos van destrozando internamente. Ellas se van acumulando alimentadas por pensamientos negativos de desvalorización, de lo que nos decimos una y otra vez llevándonos muchas veces al sufrimiento. Con todo esto nos sentimos indignos y no merecedores.

A la culpa se le alimenta de la creencia de ser imperfectos y por eso nos auto criticamos por los “errores cometidos”  creyendo ser  merecedores de castigo, también se alimenta de la ilusión de estar separados de los demás. Todo esto es una elaboración mental, es un programa que nos mantiene atados a nuestras creencias y nos impide vivir en el presente. Nada de esto es real aunque  se viva intensamente.

Somos seres perfectos, aunque en esos momentos no lo sepas, aparentemente lo has olvidado Llegamos  a este mundo, a esta dimensión a experimentar.

Puedes preguntarte ¿Que debo de estar creyendo en este momento que me hace sentir así? Y aquello que te venga, suéltalo con amor.

Las creencias que elegiste válidas para ti son aquellas que te hacen vivir tus experiencias hasta que las decidas cambiar. La separación es lo que los sentidos y nuestra percepción nos muestran del mundo pero estamos interconectados a niveles que no tenemos ni la remota idea que eso sea posible.
No negamos la responsabilidad personal, esa es la que nos permite experimentar aquello que estamos experimentando pero si podemos entender en otro plano que este mundo es pasajero e inestable donde nada permanece y todo cambia, donde la parte eterna de nosotros no es tocada por las acciones temporales o circunstanciales de nuestra vida o la de otros.

No vivas en la mente, la mente juzga y  trae sufrimiento, tata a la ilusión de un pasado que nunca fue real. Vigila tu mente pero hazlo con amor. Vive en Presencia.

La vida es una escuela donde se escoge que deseas aprender, tal vez decidas comprender que la culpa solo existe cuando crees en ella.

Aceptar que todo lo que existe es el momento presente y sentir que el amor en ti es real. Abandona las trampas de la mente que te quitan la paz liberándote de sus garras, evitando prestarles atención y solo está presente, consciente de que somos amor.
Amarnos a nosotros mismos  y a otros es perdonar los errores de pensamiento acerca de ti y de otros. Es ser uno con tu ser real. Es vivir desde tu presencia.

El ser verdadero no puede sentirse culpable, tú verdadero ser carece de opiniones y juicios. Conéctate con tu verdadero ser, con tu consciencia,  a través de estar presente y reconoce cuando te sientas distraído que permitiste que la mente te maneje, regresa de nuevo, esta presente, consciente,  respira profundamente y siente paz y amor. 
Bendiciones

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