Un maravilloso mensaje de amor En una íntima Conversación con Dios
Esta es la transcripción palabra por palabra de una conversación santa. Es una conversación con Dios sobre estar en Casa con Dios. Es la última entrega de un extraordinario diálogo que cubre casi 3000 páginas en nueve libros escritos durante once años y que toca todos los aspectos de la vida humana. El presente intercambio explora muchas áreas de la experiencia humana y, con mayor profundidad que nunca antes, un área en particular: la muerte y el morirse, y la vida a partir de ahí. El diálogo en cierto momento se adentra en un territorio que está en los confines menos transitados de la espiritualidad: la cosmología de la vida entera. Ofrece una impresionante mirada a la Realidad Última, presentada de forma metafórica. Revela en un lenguaje simple, accesible, la razón y propósito de vivir, el modo en que los seres humanos pueden conseguir el mayor goce, la naturaleza del viaje en el que todos nos hemos embarcado y el extraordinario final de ese viaje: un final que termina no siendo un final en absoluto, sino un interludio extático en una experiencia continua y gloriosa, cuya descripción completa incita a la imaginación. El diálogo aquí es circular. Se lanza en espiral hasta lugares asombrosamente nuevos y nunca descritos ni imaginados, después llega de nuevo a territorios conocidos para asegurarse de que la siguiente desconcertante exploración empiece en tierra firme. Si tienes paciencia con este libro- y, por cierto, con tu vida- te recompensará generosamente. El mensaje de En Casa con Dios puede ser uno de los más esperanzadores y útiles que la humanidad haya recibido nunca. 2 Es importante que entiendas cómo llegaste a esta conversación. Si piensas que llegaste a ella por casualidad, te habrás perdidos la enormidad de lo que te está sucediendo ahora mismo. Tu alma te ha atraído a esta conversación, como te ha traído a cualquier otra conversación con Dios que hayas tenido alguna vez, en forma que fuera. Se las ha arreglado para poner estas páginas delante de ti. Una miríada de circunstancias, justo en este momento, se interconectaron de forma precisa en un momento preciso para que tú fueras sutilmente atraído a las palabras que encuentras aquí, y sólo la intervención de tu alma más santa podría haber producido dichos acontecimientos con tan poco esfuerzo. Si tienes eso claro, oirás esas palabras de forma diferente. Has sido traído aquí porque el Universo entiende que calladamente has estado pidiendo respuestas a las preguntas que se hacen todos los seres humanos. ¿Qué está pasando aquí realmente en esta vida y qué sucederá cuando esta vida se acabe? ¿Nos reuniremos con los seres queridos que se fueron antes? ¿Estará Dios ahí para recibirnos? ¿Será el Día del Juicio Final? ¿Haremos frente a la posibilidad de una condena eterna? ¿Se nos permitirá colarnos en el cielo? ¿Sabremos siquiera qué es lo que pasa después de morir? ¿Pasará algo? Envuelta en las contestaciones a estas preguntas hay enormes implicaciones para cada ser humano. ¿Viviríamos la vida de forma diferente si en realidad tuviéramos esas respuestas? Creo que sí. ¿Tendríamos menos miedo de vivir como estuvimos siempre destinados a vivir –sin miedo y llenos de amor- si tuviéramos menos miedo de morir? Yo creo que la respuesta es sí. Me duele saber que hay tanta gente que se siente asustada cuando se acerca a su hora de pasar al otro mundo, por no hablar de cuando están en éste. Se suponía que la vida era un goce constante, y la muerte es un tiempo de goce aún más grande, donde sería maravilloso que toda la gente sólo conociera paz y feliz esperanza.
En Casa con Dios Una vida que Nunca termina
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