Definición
El duelo es
un proceso psicológico en el cual se produce la adaptación tras una pérdida
significativa, como por ejemplo pérdida de una persona querida, de un puesto de
trabajo, de una mascota… Es una reacción normal y todo ser humano debe hacer
este proceso para poder superar la pérdida y retomar la vida cotidiana previa a
la pérdida. Esta situación conlleva también cambios a nivel físico,
comportamental y en la forma de pensar. Es un proceso muy doloroso y que se
prolonga en el tiempo (normalmente, entre uno y tres años), pero la duración
exacta depende de múltiples factores. En los casos del duelo por pérdida de un
ser querido, influyen la edad de fallecido, cuál haya sido la causa de la
muerte, si se ha producido una despedida o no antes de la muerte…
Fases del
Duelo
- Fase de negación: Actuar como si la pérdida
no hubiera ocurrido. Es una defensa que se utiliza para tratar de
sobrellevar el dolor que se siente ante una noticia tan difícil de asumir.
- Fase de enfado o ira: En esta fase aparece la
rabia y el resentimiento por no poder entender el porqué de la pérdida. Se
intentan buscar causas y de quién es la culpa. Es difícil la convivencia
con la persona que se encuentra en esta fase, porque todo son quejas y hay
muchas manifestaciones de ira.
- Fase de negociación: Se trata de llegar a un
acuerdo con uno mismo o con el entorno para comprender la pérdida que se
ha producido. Es un momento de intentar buscar una solución a lo ocurrido,
aunque se sabe que es inevitable e irreversible.
- Fase de dolor emocional: En este momento, la
persona siente una profunda tristeza por la pérdida, ya que empieza a ser
consciente de la realidad ocurrida. En muchos casos, aparece síntomas
depresivos, sentimientos de angustia e ideas recurrentes negativas. Esta
etapa es temporal y los síntomas remiten con el tiempo. Sirve como
preparación para la aceptación. No es positivo intentar animar a la
persona para que no pase por esta tristeza y este dolor: necesita sentirlo
y poder expresarlo abiertamente.
- Fase de aceptación: Se acepta que la pérdida
no se puede evitar y que es irremediable. Se comienza a ver la realidad
desde otra perspectiva que aporta paz a la persona, pero no es una etapa
feliz. La persona se encuentra débil y cansado por todo el proceso por el
que ha pasado.
Cómo
resolver un duelo
Para poder
superar un duelo, en muchos casos será necesaria la psicoterapia
(especialmente, en aquellos casos en que el duelo se enquiste y la persona no
lo pueda resolver por sí misma). Esa terapia debe estar acompañada por la
práctica habitual de algún tipo de ejercicio físico y un cambio de las rutinas
del día a día, pero es importante tratar de establecer nuevas rutinas y hábitos
para facilitar la adaptación. Durante el proceso terapéutico, habrá que ayudar
al paciente a expresar emociones (sobre todo las de dolor, tristeza, rabia y
enfado) y trabajar la relación con el objeto de la pérdida para poder elaborar
adecuadamente y superar la sensación de conflicto que se haya podido
experimentar tras la pérdida. Habrá que trabajar con el doliente para que pueda
encontrar sustitutivos del disfrute y pueda rehacer su vida adaptándose a la
nueva situación lo antes posible y con la mayor normalidad posible. Hay que
buscar razones para seguir adelante con la vida. Es bueno tener un espacio para
recordar el objeto perdido, ya que eso ayuda a asumir la pérdida.
Es
importante tener en cuenta que el proceso de elaboración requiere tiempo: no es
un tiempo fijo que sea el mismo para todos, sino que cada persona necesita un
tiempo diferente para poder superar la pérdida. Para superar este proceso, es
muy positivo tener apoyos sociales que nos acompañen en este camino y que
escuchen y apoyen.
Tipos de
Duelo
Diferentes autores
han hecho diferentes clasificaciones en cuantos a los tipos de duelo que
existen. A continuación, se describe una de todas esas tipologías:
- Duelo
complicado: Se
da cuando la pérdida es repentina y no esperada. Algunos ejemplos de este
tipo de duelo es tras la pérdida de un niño, de una persona que ha
padecido una larga enfermedad o en situaciones que de juzgan como
evitables. El doliente padece síntomas de esta pérdida durante largo
tiempo y existe riesgo real para la integridad y salud física de esa
persona.
- Duelo
bloqueado: Sucede
cuando no hay aceptación de le pérdida y se continúa la vida fingiendo que
esa pérdida no ha ocurrido. Se evita la realización del duelo y se da un
bloqueo a nivel emocional. Estas personas suelen tender a la acción para no
tener que pensar y enfrentarse a lo sucedido. En muchos casos, este dolor
sale de forma encubierta en males somáticos o psicológicos y afectan a las
relaciones sociales de las personas inmersas en este tipo de duelo.
- Duelo
desautorizado: Este
tipo de duelo sucede cuando ha ocurrido una pérdida que, por motivos
sociales, no puede ser contada y reconocida de forma natural. Este tipo de
duelos se producen, por ejemplo, en el caso de relaciones de parejas
homosexuales, en los casos donde la persona perdida tenía amantes, en el
aborto o temas relacionados con determinadas enfermedades que en algunas
sociedades están estigmatizadas… Son duelos que se viven con mucho dolor y
sufrimiento porque no se pueden ver apoyados por los amigos ni la gente que
tienen alrededor.
- Duelo
patológico: Se
produce cuando, tras la pérdida, la persona interrumpe su vida ordinaria
(a nivel personal, relacional, en el trabajo…) por el gran sufrimiento que
está padeciendo. Se convierte en algo patológico cuando está situación se
prolonga en el tiempo y no remite.
Duelo en
diferentes situaciones vitales
Duelo en el
anciano: Normalmente,
las personas mayores tienen dificultades para adaptarse a las pérdidas, y, por
ello, suelen ser duelos más duraderos en el tiempo y se convierten en el tema
principal de la vida de estas personas. Es muy frecuente, que el anciano que
sufre una pérdida se vuelva más dependiente e incluso deja de realizar algunas
de las funciones que antes realizaba con autonomía e independencia. En algunos
casos, necesitan una persona que haga de “sustituto” del objeto perdido.
Duelo en la
mujer: Las
mujeres suelen tener más facilidad para hablar de las emociones y expresar el
dolor sufrido por la pérdida. Tienen una necesidad mayor de hablar de lo
ocurrido. Tienden a no querer salir de casa, a bajar el ritmo vital y de
trabajo y a perder el interés por lo sexual. Normalmente, se apoyan en gente
fuera del núcleo familiar con más frecuencia que los hombres. Su emoción más
frecuente en esta situación es la tristeza.
Duelo en el
hombre: Los
hombres, ante una pérdida, muestran más su lado racional que su parte más afectiva
y sentimental. Ellos tienden a la acción y a la búsqueda de la solución de
problemas, más que a la expresión de emociones. No quieren mostrar sus
sentimientos a los demás, ni hablar de ellos, y las emociones que aparecen con
mayor frecuencia son la rabia, el enfado y la culpa.
Duelo
traumático: Son
los que se suceden tras la pérdida repentina y sin previo aviso de un objeto,
de un niño o de una persona con la que se tuviese una relación conflictiva y
con enfado o excesiva dependencia. Estas personas, suelen sumirse en una
profunda soledad y pierden seguridad confianza en ellos mismos y en el entorno.
Tienden a buscar el objeto de la pérdida y a echarlo de menos con mucha
intensidad.
Duelo en la
viudez: A
nivel estadístico está comprobado que, con mayor frecuencia, los viudos vuelven
a casarse mientras que las viudas permanecen solas a nivel de pareja. Esto
puede explicarse por el hecho de que las mujeres llevan mejor la pérdida de su
pareja de lo que lo hacen los hombres y se adaptan mejor a la nueva vida sin la
presencia de su marido. Tanto en los hombres como en las mujeres, en la
viudez aparecen sentimientos de gran soledad y aislamiento puesto que se pierde
relación con los apoyos sociales por falta de ganas. En muchos casos, aparecen
trastornos psicológicos como la depresión o
la ansiedad e incluso trastornos físicos (con componentes somáticos).
la ansiedad e incluso trastornos físicos (con componentes somáticos).
Duelo en el
anciano/a que se queda viudo/a: Los ancianos que se ven en esta situación,
sienten una sensación de enorme vacío por la pérdida del ser querido con quien
han compartido muchos años de su vida, pero se acepta como algo más natural que
en gente joven debido a la edad avanzada. En esta situación, el papel de los
hijos (si se tienen) es muy importante para ayudar y acompañar a su padre o
madre en esta etapa tan dura.
Bibliografía
La elaboración del duelo ante una pérdida un proceso
necesario y sano
Fuente: http://www.psicologos-granvia.com/articulos/la-elaboracion-del-duelo-ante-una-perdida-un-proceso-necesario-y-sano
Fuente: http://www.psicologos-granvia.com/articulos/la-elaboracion-del-duelo-ante-una-perdida-un-proceso-necesario-y-sano
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