Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤ Honrando la memoria de mi hijo: recordando su vida y su luz.❤ Perder a un hijo es una de las experiencias más dolorosas que una madre pueden enfrentar. Es un dolor desgarrador, que deja un vacío en el corazón que nunca se podrá llenar. Sin embargo, a pesar de esta gran pérdida, siempre habrá una forma de honrar su memoria y mantener vivo su legado.❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤

sábado, 11 de marzo de 2017

Padres e Hijos

Estos dos libros abordan la relación entre padres e hijos a la luz de Un curso de milagros, vínculo en el que todos participamos, porque, aunque no seamos padres, todos somos hijos. Se trata de la relación clave que más marca nuestra vida, por lo que es esencial armonizarla.

Como describe el autor, sabemos que hemos alcanzado la madurez espiritual cuando ya no pensamos en nuestros padres como autoridades, sino como hermanos que caminan con nosotros en el sendero de vuelta a casa.

Todos podemos vernos reflejados en los casos prácticos que aquí se describen, y escuchar el consejo certero de Ken en muy diversas circunstancias. Sus palabras nos ofrecen guía y consuelo. Podemos afirmar sin lugar a dudas que por su profundidad y lucidez estamos ante una obra maestra de la psicología contemporánea.




Estos dos libros se centran en lo que significa ser padres e hijos de mentalidad correcta. En el primer caso se trata de mantenerse fiel a la cambiante función de ser padre y, al mismo tiempo, respetar la mente del hijo para que elija sus experiencias de vida y decida si quiere percibirlas a través de los ojos del ego o del Espíritu Santo. El papel de hijo se expresa en la lúcida declaración de Freud:
Cuando el individuo se  libera de la autoridad de sus padres, incurre en una de las consecuencias más necesarias, aunque también una de las más dolorosas que el curso de su desarrollo le acarrea.
En otras palabras, sabemos que hemos alcanzado la madurez espiritual cuando ya no pensamos en nuestros padres como autoridades —a nivel del contenido—, sino como un hermano y una hermana que caminan con nosotros en el sendero que nos lleva a casa. Así, ambas formas de esta relación primaria pueden, si así lo elegimos, ser ejemplo del mensaje de perdón de Jesús: no considerar que los intereses de otro sean ajenos a los nuestros.

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