Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
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jueves, 18 de julio de 2019

No tienes que ser el mejor

No tienes que ser el mejor, sólo tienes que ser tú mismo.
Sólo tienes que ser real y hablar desde el corazón.

Y saber que tienes el derecho de ver como ves, y pensar como piensas, y sentir lo que sientes, y desear lo que deseas.

No tienes que ser un éxito ante los ojos del mundo, y no tienes que ser un experto.
Sólo tienes que ofrecer lo que ofreces, respirar como respiras, cometer errores y estropearlo todo y aprender a amar tus tropiezos y decir lo incorrecto y dejar de preocuparte tanto por impresionar a nadie, porque al final sólo tienes que vivir contigo mismo.

Y la alegría no es dada sino hallada en las hendiduras más profundas de tu ser, de modo que pueda haber alegría al caer, y alegría al cometer errores, y alegría al hacer el ridículo, y alegría al olvidar la alegría, y luego sostenerte a ti mismo a medida que te desplomas en el suelo y lloras por los viejos sueños.

Alegría es intimidad, con aquel que amas: Tú.
No tienes que ser el mejor. No tienes que vencer.

Sólo tienes que recordar esta intimidad con el cielo, la cercanía de las montañas y sentir el calor del sol en tu cara, y saber que estás vivo, y que eres un éxito, y victorioso, sin tener que probar una maldita cosa.
Jeff Foster

domingo, 14 de julio de 2019

Hiciste lo mejor que pudiste


Hiciste todo lo que podías haber hecho.
No tenías otra opción.
Teniendo en cuenta lo que creías en ese momento, los poderosos o sutiles sentimientos que se movían en ti, lo conectado que estabas con tu respiración, tu cuerpo, tu verdad, tu camino; lo arraigado que estabas en el momento presente, la claridad con la que veías o no; de acuerdo al dolor que sentías, a lo abiertas y crudas que estaban tus heridas; considerando la resistencia que sentías, lo estrecha o amplia que era tu perspectiva, lo atrapado que estabas en tu historia personal, no pudiste haber actuado o dicho nada de otra manera.
Hiciste lo mejor que pudiste, dado el nivel de consciencia desde el que estabas actuando.
¿Es esto una excusa? No. Más bien se trata de que asumas la plena responsabilidad de lo que pasó.
Sin embargo, soltando la culpa, ‘renunciando a la esperanza de un mejor pasado.’
¿Es esto una salida fácil? No.
Más bien se trata de que te perdones a ti mismo. Soltando ‘lo que pudo o debió haber sido’, alineándote con ‘lo que es,’ arraigándote en el Ahora, el único lugar desde donde puede surgir el verdadero cambio, donde las nuevas respuestas pueden emerger, donde el sanar puede comenzar.
Laméntate por tu pasado, por supuesto.
Aprende tus lecciones, por supuesto.
Escucha cómo los demás comparten su dolor.
Siente todo profundamente.
Corrige todo lo que puedas.
Pide perdón, si es necesario.
Pero, ni por un momento pienses que el pasado pudo haber sido diferente.
Ni por un instante creas que el Universo se ha equivocado.
Estás donde estás, Ahora. Este es un nuevo día, un nuevo comienzo.
Armado con una nueva visión, con una nueva perspectiva, con un corazón mucho más humilde y compasivo, con una actitud más curiosa, muévete hacia el futuro, arraigado en esta amorosa presencia, abierto a las posibilidades.
Jeff Foster

sábado, 6 de julio de 2019

Código Sagrado Numérico para el número identificador (Usa tu fecha de cumpleaños



Para el para el número identificador debe utilizarse el código sagrado numérico de Agesta Usa tu fecha de cumpleaños (dd/mm/aaaa).

¿Cómo activar el Código Sagrado Usa tu fecha de cumpleaños (dd/mm/aaaa)?

La forma de activar este código para el número identificador fácilmente sería la siguiente:
  • El código Usa tu fecha de cumpleaños (dd/mm/aaaa) debe repetirse 45 veces, porque es el número de manifestación, además al insistir en las 45 veces el impacto interno es profundo.
  • Las veces que uses los Códigos Sagrados Numéricos, en este caso el Usa tu fecha de cumpleaños (dd/mm/aaaa) dependerá de ti. Es decir, puede usarse tantas veces hasta que se cumpla la intención que pides de él.
  • La repetición puede hacerse a cualquier hora y en cualquier lugar.
  • El Número Sagrado para el número identificador puede decirse como una sola cifra, de uno en uno o en bloques. Este puede decirse mentalmente o usando la voz.
  • Puede aplicarse a otras personas, para ello solo debe usar la intención y decir: “Aplico este Código por (nombre y apellidos)”
Todos los Códigos Sagrados Numéricos han sido canalizados por José Gabriel Uribe-Agesta

domingo, 28 de abril de 2019

José Miguel Gaona: "Al otro lado del túnel"

Clic aquí: José Miguel Gaona: "Al otro lado del túnel"


Visión científica de los fenómenos que acontecen en derredor de los momentos cercanos a la muerte tanto en la persona que, paradójicamente, la vive, como en otros acompañantes. ¿Hasta dónde puede explicarlos la ciencia?

lunes, 8 de abril de 2019

Evolución





Un día de primavera, un viajante descansaba tranquilamente al borde del camino bajo un árbol. Mirando la naturaleza que le rodeaba, observó cómo la oruga de una crisálida de mariposa intentaba abrirse paso a través de una pequeña abertura aparecida en el capullo. Estuvo largo rato contemplando cómo la mariposa iba esforzándose hasta que, de repente, pareció detenerse. Tal vez la mariposa –pensó aquel hombre- había llegado al límite de sus fuerzas y no conseguiría ir más lejos.
Así que, decidido a ayudar a la mariposa, cogió unas tijeras de su mochila y ensanchó el orificio del capullo. La mariposa, de esta forma, salió fácilmente. Su cuerpo estaba blanquecino, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre, preocupado, continuó observándola esperando que, en cualquier momento, la mariposa abriera sus alas, las estirara y echara a volar. Pero pasó el tiempo y nada de eso ocurrió. La mariposa nunca voló, y las pocas horas que sobrevivió las pasó arrastrando lastimosamente su cuerpo débil y sus alas encogidas hasta que, finalmente, murió.
Aquel caminante, cargado de buenas intenciones, con voluntad de ayudar y evitar el sufrimiento a la mariposa, no comprendió que el esfuerzo de aquel insecto para abrirse camino a través del capullo era absolutamente vital y necesario, pues esa era, precisamente, la manera que la naturaleza había dispuesto para que la circulación de su cuerpo llegara a las alas, y estuviera lista para volar una vez hubiera salido al exterior.

Algunas veces, es justamente tiempo y esfuerzo lo que necesitamos para evolucionar y crecer en nuestra vida. En realidad, si la naturaleza nos permitiese vivir sin obstáculos, quedaríamos muy limitados en nuestro inmenso potencial. Nunca llegaríamos a desarrollar nuestra verdadera plenitud.
Fuente: anónimo

Transformación, evolución


Este cuento de transformación nos explica la historia de una mariposa que creía seguir siendo una oruga. Esta historia nos habla de transformación y de la falta de aceptación de la misma. Lo cierto es que algunas veces tenemos más poder del que queremos ver y malgastamos nuestra energía resistiéndonos al cambio, con la mirada en el pasado, intentando ser quienes ya no somos.
Hace algún tiempo nació una pequeña oruga que con cierta dificultad se arrastraba por el suelo de un lugar a otro. Hasta que un día, cansada de arrastrarse decidió trepar a un árbol. Pero no a cualquier árbol, eligió trepar a un árbol de gran tronco y hojas llorosas. Bajo el que había jugado, crecido y vivido durante años.
“Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma”.
-Carl G. Jung-

La oruga trepó y trepó, pero resbalaba, caía y no conseguía avanzar. A pesar de ello no cesó en su empeño y paso a paso, poco a poco consiguió subir. Llegó a una rama desde la que podía ver todo el valle. Las vistas eran maravillosas, desde allí podía ver a otros animales, podía contemplar el cielo azul con nubes blancas de algodón y en el horizonte un gran mar pintado de un azul intenso. Desde aquella rama la oruga respiraba paz.
Se quedó inmóvil, observando el mundo que le rodeaba, y sintió que la vidaera demasiado hermosa para no transformarse con ella. Estaba cansada y al mismo tiempo agradecida de su vida como oruga, pero sabía que había llegado el momento de convertirse en otro ser.

La mariposa azul bajó por el árbol usando sus pequeña patas, a pesar de que ahora tenía alas. Cargaba con el peso de aquellas grandes alas azules, un peso que poco a poco consumía sus fuerzas. La mariposa azul se movía usando sus patas como había hecho siempre, creía seguir siendo una oruga y seguía viviendo como si lo fuera. Pero sus alas no le permitían moverse sobre el suelo con tanta agilidad como antes.
“Aquello que para la oruga se llama fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa”.
-Lao Tsé-

El peso de las alas

La mariposa que creía seguir siendo una oruga no entendía por qué su vida se había complicado tanto. Cansada de cargar con el peso de sus alas, 

decidió volver a la rama en la que se había transformado. Esta vez, al intentar trepar por el árbol, avanzar le resultaba imposible.
Una ráfaga de viento o cualquier otro pequeño imprevisto hacía que retrocediera. La mariposa que creía seguir siendo una oruga se quedó quieta y alzó la vista hacía aquella rama que parecía tan lejana mientras comenzaba a llorar, desesperada. Al oír su llanto se acercó una hermosa y sabía mariposa blanca, se posó sobre una flor y durante un rato observó a la mariposa azul sin decir nada. Cuando su llanto se calmó, la mariposa blanca le dijo:
  • ¿Qué te ocurre?
  • No puedo trepar hasta esa rama. Algo que antes, aunque con mucha dificultad, sí podía hacer.
  • Aunque no puedas trepar hasta esa rama… quizás puedas volar hasta ella.
  •  
    La mariposa azul que creía seguir siendo una oruga miró de forma extraña a la mariposa blanca y a continuación se observó a sí misma y a sus grandes y pesadas alas. Como el día que salió de su coraza, las movió con fuerza y las abrió. Eran tan grandes y hermosas, de un azul tan intenso que la oruga transformada se asustó y las volvió a cerrar rápidamente.
  • De no usar tus alas estas desgastando tus patas.- Dijo la mariposa blanca alzando el vuelo mientras abría sus sabias alas y se alejaba con elegancia.

Alzar el vuelo

La mariposa azul observó asombrada cada movimiento de la mariposa 

blanca y reflexionó sobre sus palabras. En ese instante comenzó a entender que ya no era una oruga, que quizás aquellas pesadas alas podían ser de utilidad. 
Las abrió de nuevo y está vez las mantuvo abiertas, cerró sus ojos y sintió como el viento las acariciaba. Sintió que aquellas alas ahora formaban parte de ella y aceptó que ya no era una oruga, por lo que no podía seguir viviendo como tal, arrastrándose por el suelo.
Abrió sus alas más y más, cada vez era más mariposa y menos oruga, observó el azul hermoso casi mágico de sus alas. Cuando quiso darse cuenta estaba volando, ascendía lentamente hacía aquella rama. Volar era mucho más sencillo que arrastrar sus patas, aunque todavía debía perfeccionar su vuelo. Descubrió que el miedo a volar no había permitido aceptara quién era realmente, una oruga transformada en mariposa azul.
Este cuento de transformación es la historia de una mariposa que creía seguir siendo una oruga. Es la historia de la hermosa mariposa azul, de grandes alas fuertes y resistentes, capaces de ir contracorriente, de volar en medio de tempestades y hacer frente al viento más poderoso. La mariposa azul poseía unas grandes y preciosas alas de un azul luminoso. Un azul que contiene una amplia gama de tonos azules desde el color del cielo más claro al del mar más enfurecido. Pero ni ella misma lo sabía.
“Lo que se resiste persiste, lo que se acepta se transforma”.
-Clara Molina

lunes, 25 de febrero de 2019

10 Lecciones de Vida -Doctora Kübler-Ross



1 Durante toda la vida se nos ofrecen pistas que nos recuerdan la dirección que debemos seguir. Si no prestamos atención, tomamos malas decisiones y acabamos con una vida desgraciada. Si ponemos atención aprendemos las lecciones y llevamos una vida plena y feliz, que incluye una buena muerte.

2. Os daréis cuenta de que erais vosotros mismos vuestros peores enemigos, puesto que en el túnel debéis reprocharos el haber dejado pasar tantas oportunidades para crecer.

3. Cada uno de nosotros puede convertirse en un monstruo nazi, pero de
igual manera cada uno tiene la oportunidad de llegar a ser la Madre Teresa de Calcuta.

4. El sentido del sufrimiento es éste: todo sufrimiento genera crecimiento.
Nada de lo que nos ocurre es negativo, absolutamente nada. Todos los sufrimientos y pruebas, incluso las pérdidas más importantes, son siempre regalos.

5. No se puede sanar al mundo sin sanarse primero a sí mismo.

6. Los moribundos siempre han sido maestros de grandes lecciones, porque cuando nos vemos empujados hacia el final de la vida es cuando la vemos con mayor claridad. Al compartir con nosotros sus lecciones, los moribundos nos enseñan mucho sobre el inmenso valor de la vida en sí.

7. Estamos aquí para sanarnos unos a otros y a nosotros mismos. No una sanación como en la recuperación física, sino una sanación mucho más profunda. La sanación de nuestros espíritus, de nuestras almas.

8. En tiempos antiguos, la comunidad solía tener lugares para reunirse donde los niños y los adultos escuchaban, mientras los ancianos y ancianas contaban historias de la vida, de los desafíos de la vida, y las lecciones que pueden extraerse de los últimos momentos de una vida. La gente sabía que a veces nuestras lecciones más importantes se hallan en los momentos de mayor sufrimiento.

9. Es muy importante que hagáis lo que de verdad os importe… sólo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.

10. Cuando hemos realizado la tarea que hemos venido a hacer en la Tierra, se nos permite abandonar nuestro cuerpo, que aprisiona nuestra alma al igual que el capullo de seda encierra a la futura mariposa. Llegado el momento, podemos marcharnos y vernos libres del dolor, de los temores y preocupaciones; libres como una bellísima mariposa, y regresamos a nuestro hogar, a Dios. 


Elisabeth Kübler Ross (Zúrich, 8 de julio de 1926-Scottsdale, Arizona, 24 de agosto de 2004) fue una psiquiatra y escritora suizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, personas moribundas y los cuidados paliativos.
Su libro Sobre la muerte y el morir (1969) expone su conocido modelo de Kübler-Ross por primera vez. En esa y otras doce obras, sentó las bases de los modernos cuidados paliativos, cuyo objetivo es que el enfermo afronte la muerte con serenidad y hasta con alegría.



martes, 12 de febrero de 2019

Nuevas frecuencias 1111 y 1122 Hz




La Frecuencia 1.122 Hz es una frecuencia de síntesis o "meta"
derivado de cálculo de la función de salida de los primeros 12 tonos solfeo directos. Como una función de salida, la esencia de cada uno de sus afluentes se reúnen en la suma de su punto central colectiva, musicalmente lo que sugiere la integración y síntesis de espectro completo solfeo.

Esta pista puede utilizarse para actualizar aún más los beneficios de las frecuencias anteriores solfeo, o como una herramienta de nivel de entrada para solfeo meditación. Esta pista es ideal para el
principio y meditadores avanzados, ya sea como una herramienta de sanación neuro-acústica o bio-acústica.



domingo, 10 de febrero de 2019

‼CULPABLE ‼




La culpa es un sentimiento que lo aprendemos desde muy temprana edad.
En base a responsabilidades y limitaciones que tenemos que cumplir, nos enseñan a no vivir en libertad y siempre estar pendiente de lo que piensen y sientan los demás.
Luego sucede que siempre estamos dependiendo de los demás y nos ponemos en segundo lugar, nos criticamos, nos minimizamos y no podemos sentirnos plenos con nosotros mismos.
¿Cómo trabajar esa culpa?
1. Tomar conciencia cuando la sentimos y ver qué pensamientos llegan. ( puedes apuntarlos a mi me ha servido mucho)
2. Luego pude identificar, al momento de leer lo que escribí, que estaba muy enlazada la culpa con la aceptación de los demás y también sentía mucha rabia ( injusticia de sentirme culpable y que no me entiendan)
3. Y para poderla liberar esa culpa, estoy en este momento validando mis decisiones, asumiendo mi responsabilidad y poniéndome a mí, en primer lugar. ( yo me hago responsable de mis decisiones y no me hago responsable de lo que tú puedes interpretar de ellas)

Ahora, estoy en el momento de validarme, amarme, darme la oportunidad de ser libre, de comenzar a responder por mis decisiones YO, de alentarme YO, de aprobarme YO.


Fuente: #karenmavilacoach