Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤
Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤
Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤
Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤
Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤
Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤
Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
Este es el mensaje esencial de Seth, un visitante del más allá que
se manifiesta a través de Jane Roberts.
Durante
los estados de trance de la autora, Seth se posesiona de su cuerpo para desvelar
sorprendentes secretos sobre la vida, la muerte y el universo intangible:
·¿Existe la vida después de la muerte?
·¿Quién es Dios?
·¿Existe la reencarnación?
·¿Qué significados tienen los sueños?
EL MATERIAL SETH es el relato
documentado de cómo una mujer que no creía en el más allá se vio confrontada
por una prueba aplastante. Seth diagnosticó enfermedades, describió el
contenido de sobres sellados sorprendiendo a parapsicólogos e impartió
conferencias en vivo.
En
esta obra se habla de reencarnación, clarividencia y experiencias
parasensoriales; pero, sobre todo, de la paz y la armonía que se pueden
alcanzar gracias a la conciencia espiritual
En espiritualidad, la canalización es la comunicación de información por o a través de una persona (el canal o medio), a partir de una deidad, espíritu u otra entidad paranormal fuera de la mente (o yo) del canal.
Cuando ocurrió todo lo vivido en mi
vida con (poner nombre persona) en cada momento,
hacíamos o decíamos según nuestro estado de consciencia en ese
momento.
Reconozco a (poner nombre) en su Esencia
Y me reconozco a mi misma en
mi Esencia.
Veo las acciones por lo que son y fueron
Y me doy cuenta de que no hay nada que
perdonar. Lo veo. Gracias.
El despertar al propósito de tu vida - En la Nueva
Tierra, podemos aprender que el cambio puede hacerse
en un... ... segundo. La Iluminación esta a un cerrar de ojos, dentro
de ti. Solo hay que bucear despacio por en medio de la turbulencia de nuestros pensamientos. Una vezllegas al encuentro con tu Ser Inteligente Superior, toda esta
tormenta se calma y puedes descubrir la enorme satisfacción de
que puedes hacerte cargo de tu vida. Eres causa noefecto
No reaccionar al ego de los otros es una de las maneras más eficaces de superar el propio ego, y también de disolver el ego colectivo humano.
Pero, solo puedes estar en un estado de no reacción si eres capaz de reconocer que la conducta de alguien viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva humana.
Cuando te das cuenta de que no es algo personal, ya no existe la compulsión de reaccionar como si lo fuera.
Muchas veces, al no reaccionar ante el ego, serás capaz de hacer aflorar en otros la cordura, que es la conciencia no condicionada, a diferencia de la condicionada.
En ocasiones, tendrás que tomar medidas prácticas para protegerte de personas profundamente inconscientes. Puedes hacerlo sin convertirlas en tus enemigos. Pero tu mayor protección es ser consciente.
Una persona se convierte en un enemigo si personalizas la inconsciencia que es el ego.
No reaccionar no es un signo de debilidad, sino de fuerza.
Otra palabra para la no reacción es el perdón. Perdonar es pasar por alto, o más bien mirar más allá del ego para ver la cordura que hay en todo ser humano, que es su esencia.
La
voz en la cabeza tiene una vida propia. La mayoría de las personas están a
merced de esa voz; ellos están poseídos por el pensamiento, por la mente. Y
como la menteestá condicionada por el
pasado, ustedes están entonces forzados a volver a revivir el pasado una y otra
vez.
El término utilizado en el Oriente para esto eskarma.
Cuando ustedes se
identifican con esa voz, no lo saben por supuesto. Si lo supiesen, ya no podría
poseerlos porque ustedes están solamente verdaderamente poseídos cuando ustedes confunden la entidad que los posee con quienes ustedes son, o sea, cuando
ustedes se convierten en ella.
Durante miles de años lahumanidadha incrementado esta posesión mental,ignorando que la entidad posesora“no es el
yo”.A lo largo de una total identificación con la mente,
apareció un falso sentido del yo – elego. La densidad del ego
depende del grado en el cual ustedes – laconciencia– se
identifican con su mente, con su pensamiento. El pensamiento no
es más que un pequeño aspecto de la totalidad de la conciencia, la totalidad de
quienes ustedes son.
El grado de
identificación con la mente varía de una persona a otra. Algunas personas disfrutan de la libertad de su mente durante algunos
períodos, aunque breves, y la paz, la alegría y la vivacidad que experimentan en esos
momentos hacen que la vida merezca la pena. Estos también son los momentos en
los cuales surgen la creatividad,elamory la compasión.
Otros están atrapados constantemente en el estado egoico. Están
alienados de sí mismos, así como de los demás y del mundo que los rodea. Cuando
ustedes los ven, pueden ver la tensión en sus caras, quizás el ceño fruncido, o
una expresión ausente en sus ojos. La mayor
parte de la atención de
ellos está absorta en el pensamiento y así ellos no los ven a ustedes realmente
y tampoco los escuchan a ustedes realmente. No están presentes en ninguna situación, porque su atención está
en elpasadoo en el futuro, lo cual por
supuesto existe sólo en la mente como formas de pensamiento. O se
relacionan con ustedes a través de algún tipo de papel que ellos juegan y por
tanto no son ellos mismos. La mayoría de las personas están alienadas
a partir de quiénes son y algunos en un grado tal que la forma en la que se
comportan e interactúan se puede reconocer como ‘falsa’ por parte de
los demás, excepto por parte de quienes son igualmente falsos, igualmente
alienados a partir de quienes son.
La alienaciónsignifica que ustedes no se sienten cómodos
en ninguna situación, en ningún lugar, o con ninguna persona, ni siquiera
consigo mismos. Siempre están tratando de ir “a casa”, pero nunca se sienten en casa.Algunos de los
grandes escritores del siglo
veinte, tales como Franz Kafka, Alberto Camus, T.S. Elliot y James Joyce
reconocieron a la alienación como el dilema universal de la
existencia humana, probablemente lo sintieron más profundamente dentro de sí
mismos y por eso fueron capaces de expresarlo de manera
brillante en sus obras. Ellos no ofrecen una solución. Su contribución consiste
en mostrarnos un reflejodel infortunio y
sufrimiento humano para que podamos verlo con mayor claridad.
Ver el infortunio y elsufrimientopropio con claridad es un
primer paso para poder superarlo. Así que mientras todavía
esperan porque algo significativo suceda en sus vidas, puede que no perciban
que la cosa más significativa que puede sucederle a un ser humano ya ocurrió
dentro de ustedes: el comienzo del proceso de
separación del pensamiento y la percepción.
Extracto del libro de Eckhart Tolle: “A New
Earth”
Conocí gente que
me dijo: eduque a mis hijos de forma tan inconsciente que por eso escogieron
ese camino. Y se sienten terriblemente culpables. Veo porque. Pero ahora la conciencia está aquí. El desafío del
niño fue tenerte a ti como padre o madre.
Eso es…Eso es lo que la vida le dio.
La vida siempre te da algún tipo de limitación y en última instancia
resulta beneficioso. Te pone algún tipo de limitación, los padres
por ejemplo. A mí me ocurrió también. Mis padres estaban siempre en conflicto,
se gritaban, e incluso había violencia física. Y ese era mi destino nacer en medio de eso. De niño nunca estaba en paz. Pero
todo eso ayudo a que luego ocurriera el despertar. El sufrimiento que comenzó
ahí, luego se convirtió en depresión, ansiedad, infelicidad, Todo fue parte e
del despertar. Así que estaba bien.
El destino de tu hijo fue tenerte como padre o madre, y tu
destino era actuar de forma inconsciente, ya que no es algo que hayas elegido.
Tú fuiste condicionado por tus padres, tus padres por tus abuelos, tus abuelos
por sus padres que vinieron a Inglaterra, Italia, Grecia, en una Aldea y
manifestaron la misma inconsciencia que tus padres manifestaron en New York. La
inconsciencia viaja con los inmigrantes por el océano, no dejan sus “yo”, los llevan
consigo. Perdonar es darse cuenta de que quien manifiesta el comportamiento
inconsciente no eres tú, ni fuiste tú. Verlo ahora, es el mejor regalo que le
puedes dar al mundo. Verlo y liberarte
ahora. Y haces lo que puedes para ayudar a tus hijos. Pero no para enmendar
algo que crees que fue tu culpa. Por supuesto que ayudas donde sea que vayas.
La mejor ayuda es darles tu Presencia
a los demás, ya sea adulto, niño, quien sea. Darles el regalo de la Presencia,
la verdadera Presencia. No la presencia de ti como persona, sino de ti como conciencia. Ahí está el regalo. Y
entonces muchas cosas se solucionan. Cosas que quizás causaste con tu
inconsciencia, que no era tuya, sino inconsciencia humana. Incluso decir “que tú causaste” es incorrecto…¡ Ocurrió a
través de ti!. La inconsciencia se manifestó a través de ti. Tú ni siquiera
estabas ahí. ¡Ahora estas ahí! Porque
eres la Presencia, eres la Conciencia. Es absurdo decir: “Yo lo hice”. ¡No!. Y
entonces contribuirás a bien en este mundo. Traes tu presencia. Y si no puedes ayudar a tus
hijos, puedes ayudar a otros. La culpa claro está que… Es una identificación
muy fuerte con las imágenes emocionales- mentales. A la culpa también hay que
renunciar. Esto implica culpar a los demás y culparte a ti, sentirte mal por
ti, debes transcender ambos, culpar a
otros y culparte a ti, para liberarse es
necesario trascender ambos, porque mientras culpes estarás atrapado en una estructura
mental, quienes son ellos y quién soy yo. “soy malo”. “son malos”. Responsabilidad.
Tu responsabilidad, si quieren usar esa palabra, es sobre tu estado de
conciencia en este momento. Tu responsabilidad es estar presente ahora. Es por
lo único por lo que se puede ser responsable. Nada ocurrió en el pasado, no hay
responsabilidad sobre eso, solo por este instante, el presente. Así eres verdaderamente responsable en la vida.
Y en alguna medida, incluso deshaces el pasado, a través de tu Presencia. Eckhart Tolle
Voy a explicar lo que es la consciencia,
pero a medida que lo vaya haciendo no sigan únicamente las palabras, sino más
bien observen el proceso de su propio pensar y, entonces, descubrirán por sí
mismos lo que es la consciencia sin necesidad de leer ninguno de los relatos
contradictorios que los diferentes expertos han dado, ¿de acuerdo? Porque si
expongo algo y se limitan a escuchar la descripción, eso tendrá muy poco valor,
pero si a través de la descripción experimentan su propia consciencia, su
propio proceso de pensamiento, entonces lo que escuchen tendrá una enorme
trascendencia, no mañana ni algún otro día que tengan tiempo para pensarlo, lo
cual es absurdo porque simplemente lo están aplazando. Si a través de la
descripción pueden experimentar el verdadero estado de su propia consciencia
mientras están aquí sentados en silencio, en ese momento verán que la mente es
capaz de liberarse a sí misma de su enorme condicionamiento heredado, de todas
las acumulaciones y los edictos de la sociedad, y es capaz de ir más allá de su
propia identidad. De modo que valdrá la pena si lo experimentan.
Estamos
intentando descubrir por nosotros mismos qué es la consciencia y si es posible
que la mente se libere del sufrimiento; no se trata de cambiar el modelo del
sufrimiento ni de adornar la cárcel del sufrimiento, sino de liberarse por
completo de la semilla, de la raíz del sufrimiento. Cuando lo investiguemos,
veremos la diferencia entre mejorar y la revolución psicológica, que es
necesaria si queremos poner un fin definitivo al sufrimiento. No se trata de
modificar la conducta de nuestra consciencia ni de intentar hacer nada al
respecto, simplemente observemos.
Sin
lugar a dudas, por poco observadores que seamos, por poco que nos demos cuenta
de las cosas, todos vemos las actividades de la consciencia superficial. Vemos
que la mente está muy activa en el nivel superficial, ocupada en adaptarse, en
trabajar para asegurarse la subsistencia, en expresar ciertas tendencias,
dones, talentos o en adquirir ciertos conocimientos técnicos; y la mayoría de
nosotros nos contentamos con vivir en ese nivel superficial.
Por
favor, no se limiten a escuchar lo que digo, obsérvense a sí mismos, observen
su modo de pensar. Estoy describiendo lo que sucede superficialmente en nuestra
vida cotidiana: las distracciones, las evasiones, el miedo súbito en algunos
momentos, el adaptarse a la esposa, al esposo, a la familia, a la sociedad, a
la tradición, etc.; la mayoría nos contentamos con esa superficialidad.
Ahora
bien, ¿es posible ir más hondo y descubrir los motivos de ese conformismo
superficial? De nuevo, por poco que observen todo este proceso, verán que
depender de opiniones, de valores, de aceptar la autoridad, etc., todo eso nace
de la propia perpetuación y búsqueda de seguridad. Si pueden ahondar aún más,
encontrarán un gran trasfondo de instintos raciales, nacionales y grupales,
todo lo que el ser humano ha acumulado en forma de luchas, conocimientos,
esfuerzos, dogmas, y tradiciones como la hindú, la budista o la cristiana, el
residuo de la supuesta educación recibida a lo largo de los siglos, todo lo
cual ha condicionado la mente a cierto modelo heredado. Y si son capaces de
profundizar aún más, descubrirán el deseo primario de ser, de triunfar, de
devenir, que se expresa a sí mismo en la superficie adoptando diversas formas
de actividad social, que generan profundos miedos y ansiedades. Resumiendo,
todo este conjunto constituye nuestra consciencia; es decir, nuestro pensar se
basa en esa necesidad imperiosa de ser, de llegar a ser, y sobre esta base
descansan las numerosas capas de la tradición, la cultura, la educación, y el
condicionamiento superficial de una sociedad concreta, todo eso nos obliga a
ajustarnos a un determinado modelo que nos permita sobrevivir. Por supuesto,
existen muchos otros detalles y sutilezas, pero en esencia eso es nuestra
consciencia.
Por
consiguiente, cualquier mejora que se haga en esa consciencia es un crecimiento
personal, y el crecimiento personal perpetúa el sufrimiento, no termina con él.
Si uno lo mira con detenimiento, es bastante obvio. Por tanto, si la mente
quiere realmente dejar de sufrir, ¿qué debe hacer? No sé si alguna vez han
reflexionado sobre esta cuestión, pero, por favor, háganlo ahora.
De
alguna manera todos sufrimos, ¿no es cierto? Y lo hacemos no solo a causa de
las enfermedades, de las dolencias físicas, sino también a causa de la soledad,
de la pobreza de nuestro propio ser; sufrimos porque no recibimos el amor
esperado, sufrimos cuando amamos a alguien y nuestro amor no es correspondido.
Pensar en cualquier dirección es invitar al sufrimiento, por eso decidimos que
es mejor no pensar y, en consecuencia, aceptamos una creencia y nos estancamos
en esa creencia, a la cual llamamos religión.
Y
bien, una vez que la mente se da cuenta de que es imposible dejar de sufrir
mediante el crecimiento personal, mediante el progreso, lo cual es bastante
obvio, ¿qué hará la mente, entonces? ¿Puede la mente ir más allá de esa
consciencia, más allá de las diversas demandas y deseos contradictorios? Y
¿necesita tiempo para hacerlo? Por favor, sigan esto, no solo verbalmente, sino
en lo profundo. Si necesitamos tiempo, entonces regresamos de nuevo a eso que
representa progresar. ¿Se dan cuenta de esto? Dentro de la estructura de la consciencia,
todo movimiento en cualquier dirección es una mejora personal, por tanto,
perpetúa el sufrimiento. Podemos controlar el sufrimiento, disciplinarlo,
reprimirlo, racionalizarlo, refinarlo al máximo, pero el potencial cualitativo
del sufrimiento sigue estando presente. De modo que para dejar de sufrir
debemos estar libres de ese potencial, libres del origen del "yo",
del ego, de todo el proceso del devenir. Para ir más lejos, todo ese proceso
debe terminar, pero si pregunta: «¿Cómo puedo hacerlo?», entonces ese
"cómo" se convierte en un método, en una práctica, lo cual sigue
siendo progreso, por tanto, no se trasciende nada, porque refinar la
consciencia es sufrir. Espero que entiendan todo esto.
La
mente piensa en términos de progreso, de mejora, de tiempo, y ¿es posible que
esa mente, al ver que el llamado progreso perpetúa el sufrimiento, dejé de
pensar así inmediatamente, no mañana o dentro de un tiempo? De no hacerlo,
estaremos de vuelta a la rutina de siempre, a la vieja rueda del sufrimiento. Si
el problema se plantea y se comprende con claridad, entonces uno encuentra la
respuesta definitiva, empleo el término "definitivo" en su verdadero
sentido. No existe otra respuesta a la pregunta.
O
sea, nuestra consciencia está esforzándose todo el tiempo para adaptarse,
modificarse, cambiarse, para asimilar, rechazar, valorar, condenar, justificar,
pero cualquiera de esos movimientos de la consciencia sigue siendo parte del
esquema del sufrimiento. Cualquier movimiento dentro de esa consciencia, ya sea
en forma de sueños o del ejercicio de la voluntad, es un movimiento del
"yo", y no importa si es en busca de lo más elevado o de lo más
mundano, seguirá produciendo sufrimiento. Cuando la mente se da cuenta de esto,
¿qué sucede, entonces? ¿Entienden la pregunta? Cuando la mente ve la verdad de
esto, no solo verbalmente, sino en su totalidad, ¿existe el problema? ¿Qué
problema hay cuando observo una serpiente de cascabel sabiendo que es venenosa?
De la misma manera, si puedo prestar toda mi atención a este proceso del
sufrimiento, ¿no está, entonces, la mente más allá del sufrimiento?
Por
favor, sigan esto con atención. Nuestras mentes están actualmente dominadas por
el sufrimiento y por cómo dejar de sufrir, tratando de superarlo, de
eliminarlo, de modificarlo, de refinarlo, o de escapar de él de diferentes
maneras. Pero si me doy cuenta, no solo de modo superficial sino completamente,
de que ese sufrimiento que domina la mente se debe a la actividad del
"yo" que crea el sufrimiento, si realmente veo la verdad de esto, ¿no
habrá trascendido la mente esa cosa que llamamos la propia consciencia?
Todo
el problema de nombrar un sentimiento, de adjudicarle una palabra, es parte del
problema de la consciencia. Tomemos por ejemplo la palabra "amor".
¡Cómo de inmediato sus mentes se alegran al escuchar esa palabra! Esa palabra
tiene tanta trascendencia, tanta belleza, tanta dulzura, etc., todo lo
contrario que la palabra "odio", que tiene otro significado
diferente, algo que debemos evitar, descartar, ignorar, etc. De modo que tanto
si somos o no conscientes, las palabras ejercen un gran impacto psicológico en
la mente.
Ahora
bien, ¿puede la mente estar libre de palabras? Si es así, y debe serlo porque
de lo contrario usted no puede ir muy lejos, entonces la pregunta que surge es:
¿aparte de la experiencia existe un experimentador? Si aparte de la experiencia
hay un experimentador, entonces la mente estará condicionada porque el
experimentador siempre aceptará o rechazará la experiencia, interpretará cada
experiencia según su agrado o desagrado, dependiendo del trasfondo que tenga su
propio condicionamiento; si tiene una visión, seguramente creerá haber visto a
Jesús, al Maestro, o Dios sabe qué más, cualquier tontería. Por tanto, mientras
existe un experimentador, seguirá el sufrimiento, que es el proceso de
identificación con la propia identidad de uno.
De
manera que para ir más lejos, para trascender todo eso, se requiere una enorme
atención, y esa atención total en la que no hay elección alguna, ningún deseo
de llegar a ser algo, de cambiar, de alterar nada, libera la mente por completo
del proceso de identificación con la propia identidad de uno, porque no hay
ningún experimentador que acumule experiencias; tan solo entonces la mente
puede decir que se ha liberado del sufrimiento. Así pues, acumular es la causa
del sufrimiento. No morimos cada día a todas las cosas; no morimos a las
innumerables tradiciones, a la familia, a nuestras propias experiencias, a
nuestro deseo de hacer daño a otro. Uno debe liberarse de todo de instante en
instante, de los múltiples recuerdos acumulados, pues solo entonces la mente se
libera del "yo", que es la entidad que ha acumulado.