Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
Mostrando entradas con la etiqueta Liberar culpa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Liberar culpa. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de agosto de 2019

Quieres conocer la diferencia entre Ley de Atracción y Ho’oponopono? – Mabel Katz

En esta entrevista Mabel habla sobre la ley de atracción y el Ho'oponopono, de que tú tienes el poder de cambiar las cosas porque cuando tú cambias, todo cambia Entrevista grabada en noviembre 2015, en Madrid, España en el programa Cafe Morenini entrevistada por Ana Moremo


¿Quieres conocer la diferencia entre Ley de Atracción y Ho’oponopono? – Mabel Katz

domingo, 14 de julio de 2019

Hiciste lo mejor que pudiste


Hiciste todo lo que podías haber hecho.
No tenías otra opción.
Teniendo en cuenta lo que creías en ese momento, los poderosos o sutiles sentimientos que se movían en ti, lo conectado que estabas con tu respiración, tu cuerpo, tu verdad, tu camino; lo arraigado que estabas en el momento presente, la claridad con la que veías o no; de acuerdo al dolor que sentías, a lo abiertas y crudas que estaban tus heridas; considerando la resistencia que sentías, lo estrecha o amplia que era tu perspectiva, lo atrapado que estabas en tu historia personal, no pudiste haber actuado o dicho nada de otra manera.
Hiciste lo mejor que pudiste, dado el nivel de consciencia desde el que estabas actuando.
¿Es esto una excusa? No. Más bien se trata de que asumas la plena responsabilidad de lo que pasó.
Sin embargo, soltando la culpa, ‘renunciando a la esperanza de un mejor pasado.’
¿Es esto una salida fácil? No.
Más bien se trata de que te perdones a ti mismo. Soltando ‘lo que pudo o debió haber sido’, alineándote con ‘lo que es,’ arraigándote en el Ahora, el único lugar desde donde puede surgir el verdadero cambio, donde las nuevas respuestas pueden emerger, donde el sanar puede comenzar.
Laméntate por tu pasado, por supuesto.
Aprende tus lecciones, por supuesto.
Escucha cómo los demás comparten su dolor.
Siente todo profundamente.
Corrige todo lo que puedas.
Pide perdón, si es necesario.
Pero, ni por un momento pienses que el pasado pudo haber sido diferente.
Ni por un instante creas que el Universo se ha equivocado.
Estás donde estás, Ahora. Este es un nuevo día, un nuevo comienzo.
Armado con una nueva visión, con una nueva perspectiva, con un corazón mucho más humilde y compasivo, con una actitud más curiosa, muévete hacia el futuro, arraigado en esta amorosa presencia, abierto a las posibilidades.
Jeff Foster

miércoles, 3 de julio de 2019

QUE COSAS ESTAN FUERA DE MI CONTROL

LA IRA, EL MIEDO, LA TRISTEZA Y LA ALEGRÍA, SON LAS RESPUESTAS QUE DAN NUESTRO CUERPO Y MENTE A LAS COSAS QUE PERCIBIMOS Y LOS SUCESOS QUE VIVIMOS.


MUCHAS VECES NUESTRAS EMOCIONES SON UN REFLEJO DE LO QUE REALMENTE HAY EN NUESTRO CORAZÓN. NO LO PODEMOS CAMBIAR TODO, PRINCIPALMENTE A LAS DEMÁS PERSONAS, AL QUE TENER CLARO QUE CADA PERSONA TIENE SUS PROPIOS PENSAMIENTOS, SUS PROPIOS SUEÑO Y SU PROPIA FORMA DE AMAR. 

AVECES POR QUERER QUE LA PERSONAS QUE AMAMOS CAMBIEN LO HACEMOS ES ALEJARLAS MAS DE NUESTRA VIDA. APRENDE A QUERER A CADA CUAL TAL COMO ES. Y AMARSE A UN@ MISM@

Tu herida...

No pudiste hacer otra cosa, porque no la hiciste. Todo lo que hiciste en el pasado es perfecto de acuerdo al nivel de conciencia que tenías en aquel entonces. Si ahora lo puedes ver diferente, celebra tu toma de conciencia, pero no le des gusto al ego de controlarte con su arma más poderosa:
la culpa.

miércoles, 27 de marzo de 2019

10 FRASES DE WAYNE DYER QUE TE AYUDARÁN A EDUCAR MEJOR



1 -   “Con el fin de obtener resultados positivos con los niños- con cualquiera, para el caso- has de repetir, repetir y volver a repetir. Debes reiterar algo para que se convierta en un hábito positivo”.

PACIENCIA: Para educar precisamos de paciencia. Como afirma Bernabé Tierno “educar es sembrar y saber esperar” y ahí está la clave: debemos saber esperar y no querer obtener resultados inmediatos. No existen recetas mágicas para educar pero sí un consejo que es clave: insiste y ten paciencia...

2 - “La mayoría de nosotros no sabemos qué hacer para enseñar a los niños a disfrutar de la vida, porque nosotros mismos no conocemos ese simple secreto”.

DISFRUTAR DE LA VIDA: Debemos educar a nuestros hijos para que aprendan a disfrutar de la vida. Lo que ocurre es que nosotros no podemos ofrecer aquello que no poseemos. Aprender a disfrutar de la vida es una actitud y por tanto debeos ser un ejemplo para nuestros hijos en este sentido. La clave está en que les enseñemos a disfrutar del momento presente (algo que ellos ya hacen mucho mejor que nosotros) y no que estemos continuamente metiéndoles en la cabeza lo que tienen que ser en el futuro ofreciéndoles una errónea visión de lo que es el éxito.

3 - “Importa que seas coherente con tu propia vida si piensas ser un auténtico ejemplo para los niños”.

EJEMPLO: Como siempre destaco en mis sesiones de Escuelas de Padres, somos un ejemplo vivo para nuestros hijos, el espejo donde se miran. Por este motivo debemos trabajarnos a nosotros mismos para ser un buen ejemplo. Se trata de un trabajo interior. Los niños imitan aquello que ven, y sobre todo lo que ven en los adultos que somos su referencia. Por eso no podemos decirle al niño que haga una determinada cosa cuando nosotros somos los primeros que no la cumplimos.No podemos decir al niño que sea respetuoso con los demás cuando nosotros estamos continuamente faltando el respeto a todo el mundo.

4 - “Educar a la gente y crear naciones enteras donde la mayoría de la población esté compuesta por seres humanos nobles y felices. No puedo pensar en un legado mejor”.

FELICIDAD: Esa es la clave: educar para la felicidad. Coincido con el Dr. Dyer en que la educación es la clave del cambio: imagina un mundo de padres instruidos que crían y educan a sus hijos para que lleguen a ser personas “Sin Limitaciones”, una generación de seres emocionales estables, con elevados propósitos. El cambio en educación nos dará un cambio y una mejora de la sociedad.

5 - “Cuando un niño se acostumbra a quererse, a confiar y a tener un elevado concepto de sí mismo y a respetarse, no hay literalmente obstáculos para su total realización como ser humano”.

AUTOESTIMA: Para conseguir que nuestro hijo se valore y se quiera es necesario que los padres lo valoremos y destaquemos sus cualidades positivas. La mayor parte del tiempo estamos encontrando defectos en lo que hacen. Como destaca Henry David Toureau: "el que siempre está buscando defectos encontrará defectos hasta en el paraíso". Es decir, buscamos tantos defectos que al final los acabamos encontrando... Por tanto, debemos convertirnos en “buscadores de tesoros”. Tratar a tu hijo como si ya fuera lo que puede llegar a ser es la manera más eficaz de impulsar su confianza en sí mismo.

6 - “Sorprende a tus hijos cuando estén haciendo algo bien, y recuérdales lo fantásticos que son”.

VALORACIÓN: Tu hijos necesitan sentirse valorados para crecer sin limitaciones. Por tanto, reconócele las cosas cuando las haga bien. Este reconocimiento fortalecerá su voluntad para seguir en esa dirección.

7 - “Trata a los niños como seres humanos plenos, completos, que tienen tanto que enseñarte como tú a ellos”.

APRENDER: No se trata únicamente de educar a tus hijos sino que también aprendas de ellos. No les critiques o juzgues por el simple hecho de ser niños, trátalos con naturalidad y verás como cambian las cosas. Además conseguirás que se vean a sí mismos como personas valiosas e importantes. “Trata a tu hijo como te gustaría que te tratasen a ti. Trátalo con el mismo respeto, cariño y comprensión que exiges para ti. Trátalo de la misma forma que te gustaría que lo tratasen los demás. De este modo el niño percibirá el mensaje de que siempre queremos lo mejor para él”. Cualquier método educativo que no escuche al niño y lo trate con respeto está condenado al fracaso. Observa atentamente a tu alrededor y comprobarás la gran cantidad de faltas de respeto que se cometen con los niños. Y esto, lo queramos o no, tiene consecuencias...

8 - “Elimina el temor al fracaso, y ayuda a tus hijos a entender la diferencia entre fracasar en una tarea y ser un fracasado como persona”.

FRACASO: Para lograr esto debemos observar nuestra obsesión relacionada con los logros. La persona que rehúye el fracaso es aquella que no intenta nada y por tanto no se atreve a emprender nada en la vida. Si queremos educar hijos felices y sin limitaciones debemos hacer que aprendan el valor del fracaso.

9 - “Todo en la vida es elección. Incluso si los chicos han aprendido a culpar a los demás de sus problemas, todavía están haciendo elecciones”.

ELEGIR: Una difícil tarea de los padres es ayudar a sus hijos a entender este tema de tomar decisiones y elegir, diciéndoles una y otra vez que su libre voluntad es un derecho de nacimiento y recordándoles que deben mantener la capacidad de determinar cómo pensarán en la vida. Enséñales a controlar su vida interior y enséñales que siempre pueden elegir lo que decidan pensar. Esto les ayudará a ser personas con dirección interna.

10 - “Cuando usas la culpa para impulsar a tus hijos de cualquier edad a que se comporten como a ti te gustaría, o para que se sientan mal por algo que ya haya pasado, estás ayudándolos a que lleguen a angustiarse, y sean víctimas de las manifestaciones de la ansiedad ”.

CULPA: Puede que actuar de esta manera te proporcione resultados temporales e inmediatos pero a la larga conseguiremos que produzca sentimientos de ansiedad. Los padres podemos manipular a los hijos con la culpa y nos olvidamos que nuestros hijos si aprenden esto en algún momento pueden hacerlo también con nosotros. Por tanto, eliminemos la culpa en nuestra acción educativa con nuestros hijos si no queremos que estén cargados de una ansiedad permanente.

¿CÓMO APRENDER A DEJAR EL SENTIMIENTO DE CULPA?


En la educación y en las relaciones se suele utilizar la culpa para que unos hagan lo que otros pretenden. Si un padre le dice a su hijo: “¿No te da vergüenza lo que acabas de hacer?”, le está “invitando” a sentirse culpable y a que haga lo que él entiende como mejor.
A los padres y a las madres también puede invadirles la culpa. Por ejemplo, si los hijos no estudian o tienen comportamientos inadecuados. Ante esas conductas, quizá piensen que podrían haber actuado de otra manera cuando eran pequeños y se sienten culpables por no haberlo hecho.
La culpa aparece cuando se produce un choque entre el modelo ideal de conducta interiorizado y lo que se hace en realidad. Cuando alguien está atrapado en la culpa, no se gusta, se descalifica, se tortura y se siente incapaz de tomar las riendas de su vida.

En la vivencia de culpa a los niños (y a los mayores también), se les presenta el miedo a que las personas cercanas no les quieran, pues no se consideran merecedores de su amor. Como para ellos sentirse queridos es fundamental, tenderán a hacer lo que sus padres, amigos, etc. les digan para, así, contar con su cariño, aunque el pago sea ceder o anular una parte de sí mismos.
Para abandonar el sentimiento de culpa es necesario dejar la mentalidad dual (las cosas están bien o mal, son blancas o negras). Para ello se aceptará que las cosas están como están y que cada persona da la mejor respuesta que puede a cada situación. No estar acertado ante un problema no implica que haya que sentirse culpable por ello, pues ese “error” se convierte en una ayuda para aprender.
Conviene renunciar al perfeccionismo pues, al darse un nivel de exigencia muy alto para uno y para los cercanos, se repara más en lo que falta por hacer que en lo realizado y se tenderá a culpabilizar a los demás o a uno mismo de ello. Se asumirá que el compromiso de cada persona es intentar hacer las tareas lo mejor que se pueda, pero no perfectas, dado que la perfección no es posible.
Se precisa que cada uno asuma la responsabilidad de gestionar sus emociones y educar a los hijos en esa dirección. Si se hace así, se empiezan a dejar las dependencias emocionales y sufrimientos como la culpa. Entonces ya no se busca tanto el apoyo y el cariño de los demás, porque uno se valora y se quiere a sí mismo; ya no se necesita la aprobación de los otros, ni le afectan sus comentarios, porque se tiene seguridad y coherencia interna.

domingo, 10 de febrero de 2019

‼CULPABLE ‼




La culpa es un sentimiento que lo aprendemos desde muy temprana edad.
En base a responsabilidades y limitaciones que tenemos que cumplir, nos enseñan a no vivir en libertad y siempre estar pendiente de lo que piensen y sientan los demás.
Luego sucede que siempre estamos dependiendo de los demás y nos ponemos en segundo lugar, nos criticamos, nos minimizamos y no podemos sentirnos plenos con nosotros mismos.
¿Cómo trabajar esa culpa?
1. Tomar conciencia cuando la sentimos y ver qué pensamientos llegan. ( puedes apuntarlos a mi me ha servido mucho)
2. Luego pude identificar, al momento de leer lo que escribí, que estaba muy enlazada la culpa con la aceptación de los demás y también sentía mucha rabia ( injusticia de sentirme culpable y que no me entiendan)
3. Y para poderla liberar esa culpa, estoy en este momento validando mis decisiones, asumiendo mi responsabilidad y poniéndome a mí, en primer lugar. ( yo me hago responsable de mis decisiones y no me hago responsable de lo que tú puedes interpretar de ellas)

Ahora, estoy en el momento de validarme, amarme, darme la oportunidad de ser libre, de comenzar a responder por mis decisiones YO, de alentarme YO, de aprobarme YO.


Fuente: #karenmavilacoach

lunes, 4 de febrero de 2019

5 claves para superar el sentimiento de culpa


La culpa es ese poso emocional que muchas veces nos impide avanzar. El eco emocional de una arrepentimiento que no hemos conjugado. Una barrera que nosotros mismos construimos como llamada de atención y que después no siempre es fácil superar.

¿Sientes que el pasado y los remordimientos te atenazan? Es posible que necesites superar el sentimiento de culpa que estás sufriendo y que no te permite seguir avanzando. Hablamos de un sentimiento que puede aparecer en cualquier momento y de cualquier forma en función de diferentes variables. Es decir, no existe una acción en sí misma que provoque remordimientos a todo el mundo.
Así pues, para muchas personas tomar una copa con una amiga o amigo sin decir nada a su pareja puede ser motivo de gran remordimiento. Para otras personas, esto puede no tener peso alguno. El caso es que, ya sea algo que pueda parecer nimio o cualquier otra situación, si nos provoca sentimiento de culpa, puede arrebatarnos el bienestar y tenernos inmovilizados durante mucho tiempo.

El problema de la culpabilidad

Superar el sentimiento de culpa, como hemos comentado, es vital para un desarrollo personal óptimo. Dicho esto, lo primero que hemos de pensar es; ¿qué ha ocurrido y qué razones existen para haber desembocado en esta situación? Es primordial que hagamos un profundo ejercicio de introspección que nos ayude a saber de dónde viene esa culpabilidad. El tiempo es corto, no retrocede, y cada día que pasa puede ser un día perdido.
Por ello, una buena gestión del remordimiento es primordial para este no actúe como un veneno sobre nuestro estado de ánimo. Hay que recordar que dicha inmovilización puede conducir a sufrir afecciones psicológicas graves, incluso poner todas las facilidades para que aparezca una depresión.
Por eso, por medio de la introspección, podemos encontrar la cara amable de la emoción de la culpa. Un profundo trabajo interior nos permitirá afrontar esta situación y sus síntomas de manera consciente y responsable.

La culpa como medio de aprendizaje

Así pues, aunque la culpa en sí se entiende como una emoción negativa, siempre que se afronte de manera madura, puede ser un tren de mejora y evolución, transformándola en enseñanza. Por eso, poca ganancia nos aporta la sensación de culpa cuando no la resolvemos.
Para aprender realmente, hemos de comportarnos con nobleza, afrontando nuestras responsabilidades para minimizar la frustración y la impotencia. Pero, a su vez, tampoco hemos de cargar con el peso de la responsabilidad de los demás ni caer en la humillación. Por lo tanto, adoptar una actitud práctica puede ser una buena opción para aprender de estas situaciones. Así descubriremos cómo no cargar con las responsabilidades de otros, pero tampoco hacer a los demás que carguen con las nuestras.
“El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida”

¿Cómo superar el sentimiento de culpa?

Para superar el sentimiento de culpa, existe una serie de claves que, gracias a la coherencia y valores personales, podremos aplicar en diversas situaciones. Para ello, veamos qué opciones podemos aprovechar.

Identifica los remordimientos

Identificar las razones que causan el sentimiento de culpa es el primer paso para su superación. Averiguaremos qué la generó, ordenaremos nuestros pensamientos y emociones y visualizaremos el problema usando referentes o criterios propios para llegar a conclusiones sensatas que nos ofrecerán la imagen real de lo que está sucediendo.

Evaluación de faltas

Una segunda clave pasa por evaluar la gravedad de las faltas cometidas. Como seres errantes que somos, todos fallamos; la diferencia la marca nuestro tratamiento de esos errores. Así, la reparación consciente de cualquier daño pasa por la identificación y aceptación de ese daño.

Valor del perdón

Para ser capaces de perdonar a los demás hemos de comenzar por hacer práctica con lo propio. Esta habilidad poco a poco nos librará de la culpa, nos dará un prisma diferente de análisis. Así, con el tiempo, estaremos más cerca de restaurar la paz interior.

Transformación de la culpa

La reparación puede aliviar la culpa, y si no es suficiente con un perdón verbal o un arrepentimiento sincero, puede funcionar

algún tipo de acto simbólico hacia terceras personas que se sintieron agraviadas, por ejemplo.

Aprendizaje del error

Sin duda, la mejor opción es siempre aprender del error. La culpa es una llamada de atención para que le prestemos atención a una lección que nos permitirá evolucionar y avanzar. Así, superar el sentimiento de culpa es posible si se afronta con sinceridad y se busca una solución más allá de hacer intentos por ignorarlo, por silenciarlo antes de escuchar su mensaje completo.

miércoles, 30 de enero de 2019

No a las drogas- Liberación culpa entorno

Radioescucha se siente culpable por la muerte de su hijo enfermo de drogadicción. Programa de radio Adela Castro, Catalina Noriega, Cesar Garizurieta, Hector Martinez Serrano, Mario Mendez, Manelic, Liliana Marina, radio centro, desde Mexico; noticias, editoriales, analisis, cultura, musica, comentarios, anecdotas


Radioescucha se siente culpable por la muerte de hijo drogadicto - Martínez Serrano

lunes, 17 de diciembre de 2018

La culpa: nuestro juez mas implacable



Índice de Contenidos
·         La culpa y la conciencia moral
·         El mecanismo de la culpa
·         La culpa vs la responsabilidad
·         Autora
·          
·         Puntúa y comparte
(Tiempo de lectura: 11 minutos)
En mi trabajo como psicóloga, me he encontrado con frecuencia personas que, con diferentes perfiles, caracteres, dificultades y contextos, coinciden en verse afectadas por un sentimiento que les produce un gran malestar y afecta a sus decisiones, relaciones y experiencias. Es un sentimiento que actúa a diferentes niveles y en el que influyen la educación más temprana en la familia, los estereotipos sociales y los propios aspectos psicológicos de la persona. Estoy hablando del sentimiento de culpa.
La culpa es un sentimiento tan poderoso como complejo, por su origen y también por la multiplicidad de factores psicológicos con los que se relaciona e interactúa.
Las emociones desempeñan un papel adaptativo. Cuando la culpa actúa de esta forma –es decir cuando la culpa es adaptativa–, su función es reconocer los errores y poner en marcha conductas de ajuste y reparación. En este caso, la culpa nos ayuda a no transgredir ciertas normas y códigos éticos, digamos que enciende un “aviso” que nos previene de cometer errores que podrían tener graves consecuencias.
En este artículo voy a centrarme en la culpa desadaptativa, la que por su intensidad y frecuencia es fuente de dificultades y desórdenes emocionales. En el resto del contenido, salvo ocasiones que considere necesarias no insistiré en ponerle el calificativo.
Cuando hablamos del sentimiento de culpa desde la Psicología, tenemos que hablar de otros términos y conceptos muy próximos: autoestima, perfeccionismo, rumiación, falta de autoconfianza, autocensura, miedo, asertividad, regulación emocional…; en efecto, la culpa está incorporada a muchas de nuestras dificultades emocionales, y en muchas ocasiones, no es fácil identificar si es el origen o la consecuencia (en muchas ocasiones ambas). Vamos a tratar de desentrañar qué es el sentimiento de culpa y ayudar a comprender qué podemos hacer para liberarnos de sus efectos más perjudiciales.
Comprendiendo qué es la culpa y el sentimiento de culpa
Antes de nada, quiero diferenciar los términos culpa y culpabilidad que son habituales y están bien definidos en el ámbito de la jurisprudencia, con el concepto utilizado en el campo de las emociones y la Psicología. En este artículo voy a hablar de la culpa en relación a nuestra especialidad, la Salud Emocional.
El sentimiento de culpa está, en general, acompañado de emociones displacenteras como tristeza, angustia, frustración, impotencia o remordimiento, entre otras, y de pensamientos reiterativos e improductivos; y funciona de un modo diferente según su origen temporal. Así, podemos sentir culpa por:
·         Algo que hicimos o no hicimos (pasado)
·         Algo que no estamos o estamos haciendo (presente)
·         Algo que vamos o no vamos a hacer (futuro)
La culpa es un mecanismo en el que, a partir de un acto u omisión, realizamos un “juicio moral” de nuestra conducta (incluso de nuestros pensamientos) y “dictaminamos” que hemos cometido un error y deberíamos tener un castigo.
En esta definición que propongo, hay varias cuestiones que son esenciales para comprender cómo funciona el mecanismo de la culpa.
La culpa y la conciencia moral
Cuando sentimos culpa ante una acción u omisión:
·         Somos nuestros propios “jueces”.
·         Realizamos el “dictamen” de culpabilidad.
·         Y finalmente nos aplicamos el “castigo”: emociones displacenteras.
En el proceso de la culpa influye lo que podríamos denominar conciencia moral, un conjunto de normas y valores que hemos construido desde la infancia, para diferenciar el “bien del mal”, y que nos permite establecer los límites, a nuestra conducta y a nuestros pensamientos.
Cuanto más rígidas sean esas normas, más fácil será considerar que hemos sobrepasado los límites y aparecerá con más frecuencia el sentimiento de culpa.
He de decir que en este “proceso”, tenemos a un juez implacable con tendencia a declararnos culpables y que suele imponer castigos demasiado rigurosos. Este juez, somos nosotras y nosotros mismos.
El concepto de moralidad y ética daría, no para uno, sino para muchos artículos, en este quiero referirme a lo que está más relacionado con la influencia de la conciencia moral en nuestras emociones.
La moral, como repertorio de normas, usos y costumbres que establecen las propias sociedades, afecta de un modo muy importante a la conciencia moral de cada individuo, y lo hace a través de la educación, en la familia, en la escuela, desde la religión, desde los mensajes que nos llegan a través de los medios de comunicación, de la televisión, el cine… Es un complejo sistema que establece modelos y roles y que afecta a las personas de un modo diferente, según sus propios aspectos psicológicos, su contexto y su propia biografía.
La perspectiva de género, por ejemplo, es un factor fundamental en este tema. Las mujeres tienen tendencia a sentir culpa por cuestiones que están determinadas por el género, de modo que los tratamientos psicológicos al tener en cuenta estos factores logran mayor eficacia.
La doctora Marta Giménez, directora de nuestro área de investigación e innovación, explica con gran claridad en los siguientes artículos, la importancia de la perspectiva de género en los tratamientos psicológicos avanzados:
Este conjunto de normas es uno de los mecanismos que tienen las sociedades para guiar nuestro comportamiento y evitar que se rebasen unos límites predefinidos.
Cada cultura establece esos límites de un modo distinto y con diferente nivel de exigencia. Aun hoy, nos sorprenden las normas de algunas culturas y sociedades.
Este mecanismo tiene ventajas y desventajas:

·         La ventaja de las normas es que nos dice lo que tenemos que hacer en cada situación y nos indica el comportamiento más adecuado. Eso nos permite no tener que invertir energía en tomar decisiones, vamos a hacer lo que se espera de nosotras o nosotros, y en general, si cumplimos estas normas, vamos a ser aceptados y no tendremos motivos para sentirnos culpables.
·         La desventaja de las normas, es que pueden colisionar con nuestros deseos. En ese caso, cuando las incumplamos, será nuestra propia percepción de esas normas y el significado que le demos, lo que determinará nuestro sentimiento de culpa.
Podríamos decir que la culpa actúa como una medida de control a través de mecanismos emocionales consiguiendo que la persona actúe según unas normas desde la propia autocensura.
Os recomiendo dos artículos que reflexionan sobre cuestiones que están muy relacionadas con la influencia de las normas morales en los sentimientos de culpa:
El mecanismo de la culpa
En el sentimiento de culpa intervienen (Echeburúa et. al):
1.   Acto causal (real o imaginario)
2.   La percepción y autovaloración negativa de un acto por parte de la persona (la mala conciencia).
3.   La emoción negativa derivada de la culpa propiamente dicha (los remordimientos).
Es importante destacar en este mecanismo, que la interpretación que hacemos de la acción u omisión, y el grado de importancia, es decir la valoración, que hacemos de ello, son decisivos en el sentimiento de culpa.
Los juicios que hacemos sobre nuestros actos y que provoca un sentimiento de culpa, son ideas, y no tienen por qué ser reales.
El sentimiento de culpa surge de un proceso subjetivo, es decir, está determinado por nuestra interpretación y valoración de los hechos. Os pondré algunos ejemplos:
Tengo una pareja, comparto todo mi tiempo de ocio con ella, siempre estamos juntos y hacemos los planes de igual modo. Un día me planteo hacer planes individuales, salir con amigos sin mi pareja. Podrían aparecer sentimientos de culpa, y lo harán, si la interpretación que hago del hecho de salir sin mi pareja es: “Ya ha empezado el declive, antes no me apetecía nunca salir sola (o solo)” “No soy una buena compañera (o compañero), no debería dejarle abandonado (o abandonada)”, etc.
En este ejemplo, nuestra forma de interpretar la acción de salir sin nuestra pareja activará nuestro sentimiento de culpa: Interpretamos que salir sin nuestra pareja es un indicio de declive, o concluimos que si dejamos a nuestra pareja un día, la estamos “abandonando”.
Soy una madre atenta y cuidadosa, le presto mucha atención a mi hijo. Pero un día tengo un accidente o estoy enferma, y lógicamente no puedo atenderlo. Si la interpretación que hago de esta circunstancia es: “Estoy dejando de cumplir mi obligación” “Tengo que curarme de inmediato, podría suceder algo irreparable si no estoy yo pendiente”, etc. Me sentiré angustiada, frustrada y… culpable.
También en este ejemplo la interpretación y valoración que hacemos de este contratiempo y sus circunstancias determina el sentimiento de culpabilidad.
El sentimiento de culpa desadaptativo aparece cuando, con nosotros mismos, actuamos como jueces severos, valorando nuestros actos de un modo inflexible e impartiendo un castigo excesivo, en forma de intenso malestar emocional.
Culpa, vergüenza y preocupación: matices en el concepto de culpa
Según Echeburúa la culpa y la vergüenza son conceptos asociados pero diferentes. La culpa se siente ante una conducta concreta (“he hecho algo malo, he cometido un error”), mientras que la vergüenza implica una autodescalificación global (“soy mala persona, mala pareja, mal trabajador, mal padre o mala madre”).
La vergüenza es más devastadora y que la culpa, centra su atención en la propia persona, mientras que la culpa se dirige hacia los demás.
Del mismo modo, otro concepto muy próximo a la culpa, es la preocupación. Podríamos decir que la culpa es un mecanismo que suele situarse en el pasado y la preocupación se proyecta en el futuro. Nos sentimos culpables de algo que hicimos, y nos preocupa algo que vamos a hacer o podríamos hacer.
Culpa vs Preocupación
A corto plazo, la persona se arrepiente de cosas que hizo. Pero a largo plazo, cuando se les pide que miren hacia atrás, lo cierto es que se arrepienten más de las cosas que no hicieron” (Thomas Gilovich, profesor de Psicología de la Universidad de Cornell, Estados Unidos).
Aspectos psicológicos que potencian o generan el sentimiento de culpa
Hasta ahora hemos descrito cómo la conciencia moral y el mecanismo de interpretación y valoración de nuestros actos u omisiones, determinan la aparición de sentimientos de culpa. Pero también son decisivos en este proceso, aspectos psicológicos, como nuestras tendencias de pensamiento, personalidad, dificultades emocionales, etc.
Así una persona con tendencia perfeccionista, se sentirá culpable cuando no alcance un 10 en una prueba, aunque su puntuación haya sido un 9, que es verdaderamente satisfactoria y que a muchas personas, al contrario de hacerles sentir culpables, les llenaría de satisfacción.
Estos son algunos de los aspectos psicológicos que intervienen e influyen en el sentimiento de culpa (os dejo enlaces a los artículos y guías que explican con claridad estos temas):
·         Perfeccionismo
·         Autoestima
·         Autoconfianza
·         Regulación emocional

También es importante destacar que el sentimiento de culpa está muy relacionado con otros procesos emocionales. Este sentimiento aparece en determinadas etapas del duelo, como explica mi compañera Marta de la Fuente en su artículo «Las pérdidas emocionales. Cómo manejar la tristeza en el duelo».
Del mismo modo el sentimiento de culpa está muy presente en uno de los conflictos más importantes en la pareja, en el que las normas “morales” adquieren una gran relevancia, estoy hablando de la culpa y la infidelidad y os aconsejo leer mi artículo: «La infidelidad: Entre lo que deseo y lo que me conviene».
Cómo afrontar el sentimiento de culpa: 7 consejos esenciales
En el sentimiento de culpa, es muy importante ser conscientes de que el protagonismo lo tenemos nosotros. Insisto en algo que mencionamos mucho las psicólogas y psicólogos: los pensamientos y los juicios son ideas, no son realidades.
El grado de flexibilidad y tolerancia hacia los errores que cometemos o podríamos cometer, nuestra capacidad de aceptación, nuestro grado de empatía, son factores que ajustan nuestras interpretaciones y valoraciones, y nos liberan de la culpa.
La clave es la responsabilidad frente al sentimiento de culpa. Eso significa responsabilizarnos de nuestras acciones, aceptando nuestros límites y las circunstancias que no podamos controlar, aprendiendo de las experiencias y cambiando aquello que es conveniente, para nosotros y para quienes nos rodean. En definitiva ser más adaptativos.
Estos son mis 7 consejos esenciales para liberarse de la culpa:
1.   Identifica la conducta que te produce la culpa. Piensa qué es lo que te hace sentir culpable para poder detectarlo.
2.   Acepta que los errores forman parte de la persona, son la clave del aprendizaje y del cambio, y no un signo de torpeza o fracaso.
3.   Piensa que no se puede ser perfecto en el cumplimiento de normas, sobre todo cuando tenemos la tendencia a exigirnos más de lo que podemos dar.
4.   Expresa verbalmente cómo te sientes, tu arrepentimiento ante el error cometido.
5.   Solicita el perdón por haber causado daño. No solo muestra tu arrepentimiento sino también haz saber que solicitas el perdón por el daño cometido.
6.   Repara el daño. Pon en marcha conductas para hacer consciente a la persona implicada que no solo te arrepientes y pides perdón sino que también no vas a repetir el daño.
7.   Responsabilízate. Sustituye la culpa por la responsabilidad.
La culpa vs la responsabilidad

Aunque, tal y como comentaba en el principio del artículo, la culpa, como el resto de las emociones cumple una función adaptativa, en este artículo me he centrado en la culpa que se manifiesta con intensidad, con frecuencia y que afecta a nuestra vida; esta es la culpa desadaptativa. En la siguiente tabla se propone sustituir la culpa desadaptativa que nos genera angustia, nos bloquea y no facilita el cambio y la búsqueda de soluciones, por una conducta responsable, que facilita la acción, genera aprendizaje y está enfocada a la resolución.

CULPA
RESPONSABILIDAD
Es general, te globaliza como persona
Es particular, facilita la concreción. Se es responsable de algo concreto
Es inamovible, inmodificable. Imposibilidad de cambio.Bloquea, paraliza
Facilita la acción
Ejemplo: Te vas de viaje. Estás en la estación esperando a que salga tu tren. Quieres ver desde que andén sale, así que te acercas un momento a la taquilla, y cuando vuelves te han robado la maleta con la cartera, los papeles y el dinero.
Mira lo que he hecho, como se me ocurre, soy un inútil, todo lo hago mal , no sirvo para nada
Vaya, he tenido un despiste y mira lo que ha ocurrido. En las estaciones hay que estar muy atento porque si te descuidas, te pueden robar
Ahora que voy a hacer, esto me pasa por imbécil, a quién se le ocurre, no soy capaz ni de cuidar una maleta
Voy a denunciarlo a la policía, y voy a ver como resuelvo esto para irme lo antes posible
Pues nada, por tonto te has quedado sin viaje y encima te ha salido por un ojo de la cara
Bueno esto ya no se puede cambiar pero de ahora en adelante tengo que poner más atención para que intentar que no vuelva a suceder
He tratado en este artículo uno de los temas importantes en Psicología. El sentimiento de culpa nos limita y condiciona; genera emociones que nos mantienen en la inactividad y el bloqueo; dificulta avanzar hacia nuestras metas y aspiraciones; y perjudica nuestras relaciones sociales, laborales, afectivas y familiares.
Pero hay muy buenas noticias, la culpa es una mecanismo que depende de aspectos psicológicos sobre los que podemos actuar. Podemos aprender y mejorar recursos y capacidades que definitivamente nos liberen de la culpa desadaptativa y en cambio nos hagan personas responsables.



https://www.areahumana.es/sentimiento-de-culpa/