Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
Mostrando entradas con la etiqueta Liberación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Liberación. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de marzo de 2024

Cómo afrontar el sentimiento de culpa: 7 consejos esenciales


 

En el sentimiento de culpa, es muy importante ser conscientes de que el protagonismo lo tenemos nosotros. Insisto en algo que mencionamos mucho las psicólogas y psicólogos: los pensamientos y los juicios son ideas, no son realidades.

El grado de flexibilidad y tolerancia hacia los errores que cometemos o podríamos cometer, nuestra capacidad de aceptación, nuestro grado de empatía, son factores que ajustan nuestras interpretaciones y valoraciones, y nos liberan de la culpa.

La clave es la responsabilidad frente al sentimiento de culpa. Eso significa responsabilizarnos de nuestras acciones, aceptando nuestros límites y las circunstancias que no podamos controlar, aprendiendo de las experiencias y cambiando aquello que es conveniente, para nosotros y para quienes nos rodean. En definitiva ser más adaptativos.

7 claves que cambiarán tu forma de sentir la emoción que llamamos ‘culpa’


Estos son mis 7 consejos esenciales para liberarse de la culpa:

  1. Identifica la conducta que te produce la culpa. Piensa qué es lo que te hace sentir culpable para poder detectarlo.
  2. Acepta que los errores forman parte de la persona, son la clave del aprendizaje y del cambio, y no un signo de torpeza o fracaso.
  3. Piensa que no se puede ser perfecto en el cumplimiento de normas, sobre todo cuando tenemos la tendencia a exigirnos más de lo que podemos dar.
  4. Expresa verbalmente cómo te sientes, tu arrepentimiento ante el error cometido.
  5. Solicita el perdón por haber causado daño. No solo muestra tu arrepentimiento sino también haz saber que solicitas el perdón por el daño cometido.
  6. Repara el daño. Pon en marcha conductas para hacer consciente a la persona implicada que no solo te arrepientes y pides perdón sino que también no vas a repetir el daño.
  7. Responsabilízate. Sustituye la culpa por la responsabilidad.   Fuentehttps://www.areahumana.es/sentimiento-de-culpa/

domingo, 5 de noviembre de 2023

EL SENTIMIENTO DE CULPA, ¿SALUDABLE O TÓXICO?.

Las emociones no son ni buenas ni malas, son necesarias, en tanto en cuanto nos ayudan a responder a nuestras necesidades de supervivencia como seres humanos. Otra cosa es lo que nos hacen sentir, es por ello que la culpa es considerada como una de las grandes limitadoras en nuestro proceso mental, pero ¿es siempre así?. Aprendamos un poco más sobre esta emoción.

La culpa surge de la certeza o creencia de haber cometido una falta que ha podido perjudicar a alguien. Por consiguiente, su función es hacer consciente a la persona que ha hecho algo mal, para que de este modo pueda acceder a reparar el daño, si así lo desea.

 

Si tenemos en cuenta que el carácter y personalidad lo desarrollamos en nuestra infancia, podemos afirmar que este sentimiento se forja cuando empezamos a entender el concepto de conciencia moral (lo que está o no está bien personal y socialmente) en función de las relación psicoafectiva que hemos tenido con nuestros padres o con las personas que nos han criado.

Se suele confundir fácilmente con la emoción de la vergüenza pero en realidad no son lo mismo. Como hemos visto, la culpa está asociada al pensamiento de haber hecho algo malo, sea real o no lo sea, mientras que la vergüenza se experimenta cuando nos percibimos con carencias de habilidades o capacidades que consideramos deberíamos tener. Es decir, la culpa parte de un sentimiento interno focalizado en el error que hemos cometido, y la vergüenza está enfocada en el miedo a la percepción que los demás puedan tener de nosotros.

Como en todas las emociones, siempre podemos encontrar una parte más positiva que otra, y la culpa no iba a ser menos, por lo que podemos hablar de:

  • Culpabilidad sana: digamos que es así como la voz de nuestra conciencia, aquella que nos advierte que hemos cometido una falta, nos hemos saltado las normas personales o sociales, y como consecuencia hemos podido perjudicar a los demás. Una voz interior que nos incita a respetar las reglas y nos castiga al infringirlas. Favorece su función principal, la adaptación al medio. Es una culpa objetiva.
  • Culpabilidad mórbida: no existe objetividad en el hecho de sentirnos culpables. Creemos que hemos cometido un agravio, pero no ha sido así, por tanto en este caso es una culpa subjetiva. Se trata de una culpabilidad tóxica y que no nos ayuda a adaptarnos al medio. Al no funcionar la culpa como debiera, se puede dar un exceso de sentimiento que puede derivar en alteraciones psicopatológicas como la depresión, o bien, un defecto de sentimiento más asociado a la personalidad perfeccionista que no admite el error como una oportunidad de crecimiento.

Tenemos que ser los mejores, ir a la última moda, llevar varias tareas a la vez, etc. al final queremos abarcar tantas cosas que acabamos por no terminar ninguna, viéndonos después como incapaces, inseguros o débiles. Como hemos mencionado anteriormente, lo que hace sobrevivir al ser humano es su adaptación al medio, y dentro de todo proceso de adaptación está el error implicado como una forma más de aprendizaje, así que darle la espalda a nuestra forma de evolucionar resulta un contrasentido. Si hemos errado y nos sentimos culpables, hagamos por solventar el sentimiento poniendo solución o expresando nuestro malestar por lo ocurrido; si no hemos errado pero creemos que sí, entonces trabajemos qué es lo que nos está sucediendo emocionalmente para tener la sensación de que no lo estamos haciendo del todo bien cuando no hay nadie que nos esté diciendo que eso esté siendo así.

Vamos a hacer un pequeño ejercicio donde podemos ver cómo empezar a trabajar esos sentimientos de culpa, ¿de acuerdo?.

Identifica una situación donde te hayas sentido culpable, tómate tu tiempo, no hay prisa. Una vez identificada anótala en un papel y escribe qué persona o personas se sienten o se han podido sentir heridas por tu causa, y el motivo de porqué crees que eso es así. ¿Ya lo tienes?.

Ahora vas a pensar en situaciones donde te hayas sentido mal por las acciones u opiniones de otros con respecto a ti. Haremos el mismo procedimiento, anótalas en un papel explicando el motivo o causa por lo que llegas a esa conclusión. ¿listo?.

En ambos supuestos, ¿quién crees que es el responsable del sentir de cada uno?, ¿lo eres tú?, ¿lo es la otra persona?, ¿quién consideras que tiene el poder sobre las emociones que uno experimenta internamente?.

 

Somos 100% responsables de lo que hacemos, decimos y pensamos, por tanto los demás también son 100% responsables de lo mismo con respecto a ellos. Teniendo en cuenta esto, si nos vamos a la situación en la que has anotado donde te sentías culpable, si la conclusión a la que llegas es que has cometido un prejuicio objetivo a otros, felicidades porque te permite poder cambiar eso y disolver la culpa; si por el contrario llegas a la conclusión de que creías que podías perjudicar a otros, pero que no ha sido así, sino que sólo es una percepción porque te sientes mal por otras cosas, enhorabuena también, porque identificar que tenemos un problema emocional es el principio de la solución.

Dedica un tiempo a reflexionar sobre tus procesos emocionales, porque muchas veces caemos en trampas del pensamiento o disonancias cognitivas, que lo que hacen es que distorsionemos la realidad y nos sintamos mucho peor. Merece la pena conocerse mejor a uno mismo, ¿no crees?.

CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LAS PERSONAS CON SENTIMIENTOS DE CULPABILIDAD.

  • Viven en constante tensión. La tensión emocional mantenida en el tiempo acaba por afectar al organismo, ya que se altera considerablemente el funcionamiento de las sustancias químicas de la que está compuesto. Por lo que suele ser bastante común que las personas con frecuentes sentimientos de culpabilidad padezcan de estrés y contracturas musculares debidas a la rigidez a la que someten al cuerpo.
  • Se angustian con facilidad. Al sentir que no tienen control sobre sí mismos y su entorno, comienzan a sentir ansiedad. Empezarán a aparecer toda una serie de inseguridades que mermarán su autoestima.
  • Tienden a desvalorizarse y despreciarse a sí mismos. Son muy autocríticos. Se acaban convirtiendo en sus peores enemigos.
  • Viven acompañados de constantes sentimientos de autoexigencia, perfeccionismo y obsesión, lo que les genera constantes frustraciones y desasosiegos.
  • Tienen miedo a equivocarse o a cometer errores. Están tan centrados en lo que quieren conseguir, que no se permiten errar. Cualquier contratiempo lo consideran un fracaso y tienden a autocastigarse a través de pensamientos negativos donde se repiten contantemente lo torpes o poco válidos que han sido.
  • Necesitan tener la aprobación de si mismos y de los demás. Precisan de una constante retroalimentación que ensalce la valía para saber que van por el camino correcto según la propia percepción.
  • Temen al rechazo. Tienen miedo a que los demás los tachen de poco válidos o débiles por lo que siempre estarán intentando dar lo mejor de si para que eso no suceda.

¿CÓMO SUPERAR LOS SENTIMIENTOS DE CULPA?

  • Identifica el sentimiento de culpa y la conducta asociada a él. El primer paso es siempre pararnos a ver qué es lo que nos está pasando, por qué nos sentimos así, qué nos están queriendo decir nuestros pensamientos y emociones en ese preciso momento. Una vez identificado seremos capaz de valorar de una forma objetiva si realmente he cometido un agravio por el que la culpa sea entendible, o si es que mi percepción del mismo no es tan real como yo pensaba.
  • Expresa verbalmente, a las personas perjudicadas o implicas, tu malestar y arrepentimiento asociado al mismo. Hacerles saber cómo te sientes ante lo acontecido es la mejor manera de practicar la comunicación asertiva.
  • Pide perdón para liberarte del peso emocional que comparta la culpa. El perdón implica reconocer el sentimiento de culpa y poder darle una salida emocional saludable que evite que dicho malestar se nos quede anclado en nuestro interior. Además de ayudar en la relación con los demás, al reconocer que no ha sido nuestra intención hacerles sentir mal.
  • Muestra tu intención de reparar el daño, si éste ha sido un daño objetivo. Las palabras si las acompañamos de una acción en concordancia con las mismas, son el camino correcto hacia el equilibrio emocional.
  • Revisemos los errores que consideramos que hemos cometido a lo largo de nuestra vida. Nos percataremos que muchos de ellos ni los recordamos. Hacerlos conscientes facilita observar que la mayor parte no han tenido consecuencias negativas, más allá de la afectación emocional a la que nosotros les hemos abocado. Por tanto, creamos tensiones sobre realidades que no son tan limitantes, siendo nosotros los únicos afectados.
  • Reconozcamos que errar es una característica del ser humano. Es imposible saber todo y hacerlo todo bien, así que tratemos de disfrutar el trayecto sin demasiados agobios.

CIARA MOLINA
Psicóloga Emocional 
Máster en Dirección de Recursos Humanos
Sesiones Cursos Online

Fuente: https://www.ciaramolina.com/el-sentimiento-de-culpa-saludable-o-toxico/

domingo, 27 de agosto de 2023

“Ho’oponopono”, una práctica donde favorecer la convinvencia


Los hawaianos creían que las personas estamos conectadas las unas con las otras mediante el “aka”. Se trata de un especie de conducto “etérico” a través del cual fluye la energía de la vida. Ahora bien, en ocasiones, ese conducto o canal invisible se debilita o se enferma debido a nuestras diferencias, a problemas que arrastramos del pasado, a las mentiras, a las palabras dichas o a las silenciadas. La energía deja de fluir con tanta armonía y entonces ocurre, surge el malestar, los problemas, los trastornos.

El  ho’oponopono nos ayuda a sanar el “aka”. No solo repara el vínculo con esas personas que nos son importantes, sino que además nos permite recuperar la conexión con nosotros mismos. Porque si hay algo que define a esta filosofía es la capacidad practicar la bondad en su sentido más amplio, así como un perdón activo y envolvente que empieza en uno mismo y que sabe reconocer lo que es ético, lo que es virtuoso y noble.

Queda claro, no obstante, que no estamos ante un tipo de psicología con base científica. Sin embargo, a pesar de su tradición espiritual y no experimental, fue altamente eficaz para resolver diferentes problemas sociales: actos de delincuencia, disputas entre grupos de vecinos, familias, diferentes etnias e incluso problemas existenciales de una buena parte de la comunidad hawaiana.

Se sabe, por ejemplo, que el ho’oponopono se implementó en los programas carcelarios con gran éxito. Los ancianos guiaban a los reclusos en esta práctica para resolver tensiones y conflictos, favoreciendo con ella una adecuada catarsis emocional que mejoró la convivencia en las instituciones penitenciarias de Hawai.

Divinidad, limpia en mí todo lo que está contribuyendo a que aparezca este problema, permite que todo lo que sea perfecto y correcto para todos los involucrados se manifieste.

¿Cómo aplicar el ho’oponopono en la vida diaria?

El ho’oponopono es el código del perdón y de la responsabilidad emocional. Un hecho que ensalza este tipo de filosofía es la necesidad de que comprendamos algo muy básico: todo conflicto surge de uno mismo. No debemos buscar culpabilidades externas, no hay que volcar en los demás toda responsabilidad de lo que nos ocurre, nos molesta o nos quita la calma. Todos tenemos poder para cambiar las cosas y tornarlas a nuestro favor mediante la bondad, el sentido común y la coherencia ética y emocional.

Para lograrlo, para dar forma a esa energía curativa que conforma al ho’oponopono debemos poner en práctica las siguientes estrategias.

 

Los 5 pasos del ho’oponopono

  • El primer paso es tomar conciencia de nuestras actitudes, emociones o comportamientos negativos, esos que nos separan de las personas que amamos, esos que impactan a su vez en nuestro bienestar y libertad personal.
  • Lo siguiente que haremos es responsabilizarnos de nuestras acciones, de lo dicho o no dicho, de lo realizado o evitado, de lo que no hemos intentado o de los errores cometidos y sus consecuencias.
  • Seguidamente, es momento de visualizar y sentir el amor. Debemos experimentar de forma vívida el cariño que sentimos por esa o esas personas a las que hemos descuidado. Abriremos “un canal” interior que conecte con la otra persona.
  • Ahora, es momento de dar el paso, de pedir perdón. No obstante, hay que matizar algo importante: en la cultura occidental tendemos a decir “lo siento” y creemos que con ello ya hemos terminado. Sin embargo, para completar el ciclo de forma correcta debemos recibir también el perdón de la otra persona, hay que escuchar el “yo te perdono”.

El último paso, y no menos importante, es experimentar la liberación. Los hawaianos decían que cuando el “aka” vuelve a conectarse entre nosotros al sanar el vínculo, nuestras almas vuelven a estar libres. Es una sensación maravillosa que nos permite sentirnos más plenos, ligeros y preparados para reanudar nuestros caminos con mayor seguridad y sabiduría. El ho’oponopono es, como vemos, un tipo de filosofía excepcional capaz de garantizar nuestro bienestar y la calidad de nuestras relaciones. Pongámoslo en práctica.

 

Referencias bibliográficas:

Pukui, Mary Kawena and Elbert, Samuel H (2009). Hoʻoponopono: Contemporary Uses of a Hawaiian Problem Solving Proces University of Hawaii (1986) ISBN 978-0-8248-0703-0

Simeona, Morrnah, Self-Identity through Hoʻoponopono, Basic 1, Pacifica Seminars (1990)

Vitale, Joe, Hew Len Ph.D (2011), Cero límites. Ediciones Obelisco

https://lamenteesmaravillosa.com/hooponopono-la-tecnica-de-la-responsabilidad-emocional/

 

 

sábado, 26 de agosto de 2023

Limpiando con la oración de Morrnah Simeona ✨


Oración de Morrnah Nalamaku Simeona

Morrnah Simeona también fue Lomi Lomi Lapa’au, maestra de masajes curativos, y una gran estudiante de anatomía, religión cristiana y admiradora de Edgar Cayce.

Todos sus estudios y su profunda conexión con el mundo espiritual la llevaron a pedir a la Divinidad una oración universal (que le sirviera a cualquiera que la practicara).

Ella pidió específicamente que este rezo fuera un depurante para los problemas, limitaciones y miedos y así nació la oración de Morrnah Simeona a través de una canalización, ella nos invita a decir:

“Divino creador, padre, madre, hijo como uno… Si yo, mi familia, parientes y ancestros te han ofendido a ti, a tu familia, parientes y ancestros en pensamiento, palabras, hechos y acciones desde el principio de nuestra creación hasta el presente, te pedimos perdón.

Que esto limpie, purifique, libere, corte todos los recuerdos negativos, bloqueos, energías, vibraciones y transmute estas energías no deseadas en luz pura…. Y está hecho”.

Esta oración de Morrnah Simeona, es extremadamente fácil de usar y efectiva. Al orador se lo invita a repetir 4 veces en voz alta, preferentemente de memoria.

La oración de Morrnah Simeona, la puedes repetir las veces que desees en el momento que quieras.

Siempre es mejor estar relajado y ser consciente de las palabras que repites para que su efectividad sea superior.

 

Limpiando con la oración de Morrnah Simeona ✨

Las oraciones de Morrnah Simeona también pueden utilizarse para la limpieza energética y mental.

Pero hay una oración de Morrnah Nalamaku Simeona ideal para limpiar:

Espíritu, Supraconsciente, por favor, busca el origen de mis sentimientos, pensamientos de (__ rellenar el espacio con las creencias, sentimientos, memorias, etc. que se desea liberar y sanar). Toma cada nivel, cada capa, cada área y aspecto de mi ser desde el origen.

Analízalo y resuélvelo a la perfección con la verdad divina Recorramos por todas las generaciones del tiempo y la eternidad sanando cada incidente y sus consecuencias basadas en el origen. Por favor, hazlo de acuerdo a la voluntad de Dios desde mi creación hasta el presente.

Llénalo de Luz y Verdad. Con la Paz y el Amor divino, el perdón de mí mismo por mi percepción errónea. El perdón de cada persona, lugar, circunstancia y evento que hayan contribuido a esto, cada pensamiento, cada sentimiento.”

Cuando repitas esta plegaria (también recomendamos que sea 4 veces), antes de realizarla tómate un momento para analizar cuáles son los problemas que te aquejan y que te gustaría que cambiará en tu vida.

Sentirás rápidamente que te estás limpiando con la oración de Morrnah Simeona y esto es, porque es el propósito con el cuál la encomendó y tiene un poder muy grande que se acciona cuando la repites.

jueves, 24 de agosto de 2023

ORACIÓN HO´OPONOPONO:CORTANDO LAZOS QUE DUELEN.Reprogramación celular, mental, emocional. 💜

 

ORACIONES PARA SANAR. 

LA SOLUCIÓN A TUS PROBLEMAS ESTÁN EN TU INTERIOR. 

Cortamos los PENSAMIENTOS NEGATIVOS, las "cuerdas AKA". Vamos a VIBRAR en AMOR... dejemos de influenciarnos por los medios (miedos) de incomunicación... y SANA EN TI ...

 Cambiar tu vida depende de ti, no de lo que sucede afuera. 

YO TE DESEO PAZ, MÁS ALLÁ DE TODO ENTENDIMIENTO.

 Está es la oración original de la Kahuna Morrnah Simeona "ESPÍRITU SUPRACONSCIENTE, 

LOCALIZA POR FAVOR EL ORIGEN DE MIS EMOCIONES, PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS SOBRE ESTE PROBLEMA..................................................................... 

LLEVA TODOS Y A CADA UNO DE LOS NIVELES, CAPAS Y ÁREAS Y ASPECTOS DE MI SER HACIA ESTE ORIGEN. ANALÍZALOS Y RESUÉLVELOS PERFECTAMENTE CON LA VERDAD DIVINA. VEN A TRAVÉS DE TODAS LAS GENERACIONES DEL TIEMPO Y LA ETERNIDAD SANANDO CADA INCIDENTE Y SUS APÉNDICES BASADOS EN EL ORIGEN. HAZLO POR FAVOR DE ACUERDO CON LA VOLUNTAD DIVINA HASTA QUE EL YO SOY EN EL PRESENTE SEA LLENO DE LUZ Y DE VERDAD. LA PAZ Y EL PERDÓN DIVINO, EL PERDÓN DE MI MISMO POR MIS PERCEPCIONES INCORRECTAS, EL PERDÓN DE CADA PERSONA, LUGAR, CIRCUNSTANCIA Y EVENTO QUE HAN CONTRIBUIDO A ESTOS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS. 

LO SIENTO, GRACIAS, PERDÓNAME, TE AMO"

 

miércoles, 23 de agosto de 2023

Oracion hoponopono inspiradas en Morrnah Simeona:


  1. «Divinidad, libera los patrones negativos en mi memoria celular. Lo siento, perdóname, gracias, te amo.»

  2. «Siento cualquier patrón negativo creado en mi vida, pido perdón. Gracias por la liberación. Te amo.»

 Ho’oponopono frases para recitar cuando te sientas bloqueado

Divino creador padre madre hijo todos en uno, humildemente pido perdón por todos nuestros errores, culpas, odios, resentimientos, ofensas que hemos creado y acumulado desde el principio de los tiempos hasta el presente. Por favor perdóname, Lo siento. Gracias, Te Amo.
 

 

jueves, 15 de diciembre de 2022

CARTA PARA PERDONARSE A UNO MISMA- 0



Estimada amiga:

Me llamo amiga, porque eso es lo que quiero ser conmigo misma ahora. Por mucho tiempo yo fui mi peor enemiga, de hecho, fui mi única enemiga.

Fui yo la que permitió que el miedo dominara mi vida. Fui yo la  que se aferró a las penas del pasado para llenar mi presente de sufrimiento. Era mi propia voz la que escuchaba en mi cabeza y que me convencía de no merecer lo bueno, y me hacía sentir menos que los demás.

Fui yo misma la que me llené de inseguridades y dudas, de celos y resentimientos. Fui yo misma laque me juzgué y me critiqué en todo lo que hacía.

Yo mismo afecté mi salud y mi bienestar y fui yo misma la responsable de los problemas en mi vida. En mí estaba la solución y en mi estaban todas las respuestas. Fui yo misma la acusado, la  juez y el verdugo de mi propia vida.

Yo misma dicté las sentencias y yo misma me impuse castigos. Y, sin embargo….HOY ME PERDONO TODO, porque me doy cuenta que siempre hice lo mejor que pude.

Comprendí que fui un ser sensible y vulnerable, y como yo, lo son todos los seres humanos… y que las experiencias de mi vida moldearon mi personalidad.

Hoy rechazo la culpa que siento por mis errores ya que en nada ayuda y nada soluciona.

Aprendí tarde que era yo capaz de cambiar mi vida a pesar de mis heridas y de las situaciones que me rodearon. Tarde comprendí que era yo mi propia dueña, que mis pensamientos moldearon mi existencia, que no era una esclava de las circunstancias y que en mí estaba el poder de mejorar, de cambiar y de vivir en armonía. Puedo ver ahora que mi vida fue maravillosa a pesar de las pérdidas y heridas que todos compartimos.

Agradezco la oportunidad que tuve de ver, de oír , de sentir, de saborear... la oportunidad de compartir con otros mi vida y la oportunidad de amar a mis semejantes.

Hoy me deshago de viejos resentimientos hacia otros y hacia mi mismo. Hoy rompo las cadenas con las que yo misma me ate. Hoy me libero del miedo y de la culpa.

Hoy me perdono por todos mis errores. Hoy admito que nadie tiene control sobre mis pensamientos. Hoy admito que nadie tiene control sobre mis sentimientos. Hoy me libero de todas mis heridas. Hoy es un buen día para …. VIVIR. Me quiero…

Atentamente La persona más importante de mi vida. YO. (AUTOR/A DESCONOCIDO/A)


viernes, 1 de julio de 2022

Liberación

 

Soltar y fluir,

"Deberás soltar la vida que tenías planeada, para poder recibir a la vida que te está esperando".

miércoles, 31 de marzo de 2021

ASÍ COMO SOMOS POR FUERA SOMOS POR DENTRO

 


Al mirar las estrellas en el firmamento despejado podemos reconocer fácilmente una verdad a la vez totalmente simple y extraordinariamente profunda. 

¿Qué es lo que vemos? 

La luna, los planetas, las estrellas, la banda luminosa de la vía láctea, quizás un cometa o hasta la vecina galaxia de Andrómeda a dos millones de años luz de distancia. 

Es correcto. Pero si simplificamos todavía más, ¿qué vemos? Objetos flotando en el espacio. 

¿Entonces de qué consta el universo? De objetos y espacio. 

Cuando no enmudecemos totalmente al mirar el firmamento en una noche despejada es porque no estamos mirando realmente y no tenemos conciencia de la totalidad de lo que hay en él. Probablemente estemos mirando solamente los objetos y tratando de identificarlos. 

Si alguna vez se sintió sobrecogido al mirar el espacio, si experimentó una sensación de reverencia ante ese misterio incomprensible, es porque renunció por un momento a su deseo de explicar y asignar nombres y tomó conciencia no solamente de los objetos del espacio sino de la profundidad infinita del espacio mismo. Seguramente logró tranquilizarse lo suficiente para tomar nota de la inmensidad en la cual existen esos mundos incontables. La sensación sobrecogedora no se deriva del hecho de que haya miles de millones de mundos, sino del reconocimiento de la profundidad que los alberga a todos. 

Claro está que no podemos ver, ni oír, ni tocar, ni oler el espacio. 

¿Entonces cómo sabemos tan siquiera si existe? 

Esta pregunta aparentemente lógica contiene un error fundamental. La esencia del espacio es el vacío, de tal manera que no "existe" en el sentido normal de la palabra. Sólo las cosas, las formas, existen. El hecho mismo de designarlo con el nombre de espacio puede ser engañoso porque, al nombrarlo, lo convertimos en objeto.

Digámoslo de esta manera: hay algo dentro de nosotros que tiene afinidad con el espacio; es por eso que podemos tomar conciencia de él. 

¿Conciencia de él?  Esto tampoco es completamente cierto porque ¿cómo podemos tomar conciencia del espacio si no hay nada de lo cual tomar conciencia?

 La respuesta es a la vez simple y profunda. 

Cuando tenemos conciencia del espacio realmente no tenemos conciencia de nada, salvo de la conciencia misma, del espacio interior. 

¡El universo toma conciencia de sí mismo a través de nosotros! Cuando el ojo no encuentra nada para ver, la nada se percibe como espacio.

 Cuando el oído no encuentra nada para oír, el vacío se percibe como quietud. Cuando los sentidos, diseñados para percibir la forma, se tropiezan con la ausencia de la forma, la conciencia informe que está detrás de la percepción y de la cual emana toda percepción, toda experiencia posible, ya no se oculta detrás de la forma. 

Cuando contemplamos la profundidad inconmensurable del espacio o escuchamos el silencio en las primeras horas del amanecer, algo resuena dentro de nosotros como en una especie de reconocimiento. Entonces sentimos que la vasta profundidad del espacio es nuestra propia profundidad y reconocemos que esa quietud maravillosa es nuestra más profunda esencia, más profunda que cualquiera de las cosas que conforman el contenido de nuestra vida. 

Los Upanishads, las antiguas escrituras de la India, apuntan hacia la misma verdad con estas palabras: "Aquello que el ojo no puede ver, pero que hace posible que el ojo vea: sabed que no es otro que Brahma, el espíritu, y no lo que la gente adora aquí. Aquello que no puede oírse con los oídos, pero que hace posible que el oído oiga: sabed que no es otro que Brahma, el espíritu, y no lo que la gente adora aquí... Aquello que no puede pensarse con la mente, pero que hace posible que la mente piense: sabed que no es otro que Brahma, el espíritu, y no lo que la gente adora aquí".' La escritura dice que Dios es conciencia informe y la esencia de lo que somos. 

Todo lo demás es forma, "lo que la gente adora aquí". La realidad dual del universo, la cual consta de cosas y espacio (cosas y vacío), es también la nuestra. 

Una vida humana sana equilibrada y fructífera es una danza entre dos dimensiones que conforman la realidad: la forma y el espacio. 

La mayoría de las personas están tan identificadas con la dimensión de la forma, con las percepciones de los sentidos, los pensamientos y las emociones, que carecen de la otra mitad vital. Su identificación con la forma las mantiene atrapadas en el ego. 

Lo que vemos, oímos, sentimos, palpamos o pensamos es solamente la mitad de la realidad, por así decirlo. Es la forma. Jesús hablaba en sus enseñanzas de "el mundo", mientras que la otra dimensión es el "reino de los cielos o la vida eterna".

 De la misma manera que el espacio hace posible que todas las cosas existan y de la misma manera que sin el silencio no habría sonido, no existiríamos sin la dimensión vital informe que constituye la esencia de lo que somos. Podríamos hablar de "Dios" si no hubiéramos abusado tanto de la palabra. Pero prefiero hablar del Ser previo a la existencia. 

La existencia es forma, contenido, "lo que sucede". La existencia es el escenario de la vida; el Ser es el telón de fondo, por así decirlo. 

La enfermedad colectiva de la humanidad radica en que las personas están tan inmersas en los sucesos, tan hipnotizadas por el mundo de las formas fluctuantes, tan absortas en el contenido de sus vidas, que han olvidado la esencia, aquello que está más allá del contenido, de la forma y del pensamiento. Están tan sumidas en el tiempo que han olvidado la eternidad, la cual es su origen, su hogar y su destino. La eternidad es la realidad viviente de lo que somos. 

Digámoslo de esta manera: hay algo dentro de nosotros que tiene afinidad con el espacio; es por eso que podemos tomar conciencia de él. ¿Conciencia de él? Esto tampoco es completamente cierto porque ¿cómo podemos tomar conciencia del espacio si no hay nada de lo cual tomar conciencia? La respuesta es a la vez simple y profunda.

Cuando tenemos conciencia del espacio realmente no tenemos conciencia de nada, salvo de la conciencia misma, del espacio interior. ¡El universo toma conciencia de sí mismo a través de nosotros! Cuando el ojo no encuentra nada para ver, la nada se percibe como espacio. Cuando el oído no encuentra nada para oír, el vacío se percibe como quietud. Cuando los sentidos, diseñados para percibir la forma, se tropiezan con la ausencia de la forma, la conciencia informe que está detrás de la percepción y de la cual emana toda percepción, toda experiencia posible, ya no se oculta detrás de la forma.

Cuando contemplamos la profundidad inconmensurable del espacio o escuchamos el silencio en las primeras horas del amanecer, algo resuena dentro de nosotros como en una especie de reconocimiento. Entonces sentimos que la vasta profundidad del espacio es nuestra propia profundidad y reconocemos que esa quietud maravillosa es nuestra más profunda esencia, más profunda que cualquiera de las cosas que conforman el contenido de nuestra vida. 

Los Upanishads, las antiguas escrituras de la India, apuntan hacia la misma verdad con estas palabras: "Aquello que el ojo no puede ver, pero que hace posible que el ojo vea: sabed que no es otro que Brahma, el espíritu, y no lo que la gente adora aquí. 

Aquello que no puede oírse con los oídos, pero que hace posible que el oído oiga: sabed que no es otro que Brahma, el espíritu, y no lo que la gente adora aquí... Aquello que no puede pensarse con la mente, pero que hace posible que la mente piense: sabed que no es otro que Brahma, el espíritu, y no lo que la gente adora aquí".' La escritura dice que Dios es conciencia informe y la esencia de lo que somos. Todo lo demás es forma, "lo que la gente adora aquí". La realidad dual del universo, la cual consta de cosas y espacio (cosas y vacío), es también la nuestra. Una vida humana sana equilibrada y fructífera es una danza entre dos dimensiones que conforman la realidad: la forma y el espacio. La mayoría de las personas están tan identificadas con la dimensión de la forma, con las percepciones de los sentidos, los pensamientos y las emociones, que carecen de la otra mitad vital. Su identificación con la forma las mantiene atrapadas en el ego. Lo que vemos, oímos, sentimos, palpamos o pensamos es solamente la mitad de la realidad, por así decirlo. Es la forma. Jesús hablaba en sus enseñanzas de "el mundo", mientras que la otra dimensión es el "reino de los cielos o la vida eterna". De la misma manera que el espacio hace posible que todas las cosas existan y de la misma manera que sin el silencio no habría sonido, no existiríamos sin la dimensión vital informe que constituye la esencia de lo que somos. Podríamos hablar de "Dios" si no hubiéramos abusado tanto de la palabra. 

Pero prefiero hablar del Ser previo a la existencia. La existencia es forma, contenido, "lo que sucede". La existencia es el escenario de la vida; el Ser es el telón de fondo, por así decirlo. La enfermedad colectiva de la humanidad radica en que las personas están tan inmersas en los sucesos, tan hipnotizadas por el mundo de las formas fluctuantes, tan absortas en el contenido de sus vidas, que han olvidado la esencia, aquello que está más allá del contenido, de la forma y del pensamiento. 

Están tan sumidas en el tiempo que han olvidado la eternidad, la cual es su origen, su hogar y su destino. La eternidad es la realidad viviente de lo que somos. 

Hace algunos años, estando en China, tropecé con una estupa en la cima de una montaña cerca de Guilin. Tenía unas letras doradas grabadas cuyo significado consulté a mi anfitrión. "Significa Buda", me respondió. 

"¿Por qué hay dos caracteres en lugar de uno?" pregunté. "Uno significa 'hombre' y el otro significa 'no'. Los dos juntos significan 'Buda'. Me quedé perplejo. 

El carácter representativo de Buda contenía toda la enseñanza de Buda y, para quienes tuvieran ojos para ver, contenía el secreto de la vida. Son esas las dos dimensiones que conforman la realidad, lo que es y lo que no es: es decir, el reconocimiento de que no somos la forma. 

Extraído del Capitulo 7- Una Nueva tierra- Eckhart Tolle pag 90- 91

miércoles, 5 de febrero de 2020

Tratamientos varios



TRATAMIENTO DE PERDÓN Y LIBERACIÓN

Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Nadie puede arrebatarme jamás aquello que es mío por derecho propio.
Aunque es posible que no sepa cómo perdonar, me dispongo a comenzar el proceso, sabiendo que encontraré ayuda en todos los aspectos de mi vida.
Elijo perdonar a todo aquel que alguna vez haya hecho algo negativo. Éste es mi día del perdón. Me perdono por todo el daño que hice en el pasado, a mí y a los demás. Me libero de la carga de la culpa y la vergüenza. Me alejo del pasado y vivo en este momento con alegría y aceptación.
Ellos son libres y yo soy libre. Somos uno con el poder que nos ha creado estamos seguros y a salvo.
Y todo está bien en nuestro mundo.
Así Es. Gracias Amado Universo.

TRATAMIENTO DE PAZ Y AMOR
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Me abro para recibir la energía, la felicidad y la paz. Elijo construir mi vida sobre la base de la esperanza, el valor y el amor.
Ahora acepto todo lo bueno como normal y natural para mí.
El amor es, en mi mundo, un poder curativo milagroso. Por medio del amor, me hago cargo de la reconstrucción de mi vida.
Tenemos el poder y la fuerza para superar lo que parece insuperable.
Somos uno con el poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo.
Y todo está bien en mi mundo.
Así Es. Gracias Amado Universo.

TRATAMIENTO DE ELEVACIÓN DE PENSAMIENTO
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Ahora escojo disolver los pensamientos destructivos o negativos. Ya no escucho ni participo en conversaciones perjudiciales.
Hoy nadie puede dañarme porque me niego a creer que me puedan dañar. Me niego a dejarme llevar por emociones dañinas, por muy justificadas que parezcan. Me elevo por encima de todo lo que intente enojarme o infundirme temor. Los pensamientos destructivos no tienen ningún poder sobre mí.
La culpa no cambia el pasado.
Pienso y digo solo lo que quiero que se convierta en realidad en mi vida. Y soy capaz de llevar a cabo cuanto me proponga.
Somos uno con el Poder que nos ha creado.
Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en mi mundo.
Así Es. Gracias Amado Universo.






Meditación para liberar la culpa


La culpa es otro sentimiento que necesitamos eliminar lo más pronto posible. Fuera de hacernos sentir mal, la culpa no tiene la menor finalidad. No la necesitamos para nada. Estamos en el proceso de amarnos a nosotros mismos. Lamentablemente, a muchísimos de nosotros se nos manipuló cuando éramos niños mediante la culpa para que nos portáramos bien. Consiguientemente, vivimos todo el tiempo bajo un manto de culpa por algo. O pensamos que la única forma de conseguir algo de los demás es haciéndolos
sentir culpables. Nada de eso es en absoluto curativo.
También están todas aquellas personas que, por el motivo que fuere, han aceptado la culpa de no valer lo suficiente. Sea cual fuere el motivo, es hora ya de dejar que la culpa se vaya. El pasado es eso, pasado, y no podemos cambiarlo, pero ahora podemos liberarnos de él, olvidarlo. Por lo tanto, tomemos nuestra energía y utilicémosla para encontrar la forma de curarnos a nosotros mismos.
«Me amo y me acepto exactamente tal como soy» es una buena afirmación para disolver la culpa.
Da un giro a tu vida.
Tienes el poder de cambiar tu vida de tal manera que ni siquiera reconozcas a tu antiguo yo. Puedes pasar de la enfermedad a la salud, de la soledad al amor, de la pobreza a la seguridad y la realización. Puedes pasar de la vergüenza y la culpa a la confianza en ti y el amor por ti. Puedes pasar de sentir que no vales a sentirte una persona creativa y poderosa. Ya es hora de que todos seamos todo lo que podemos ser.


Busca un momento del día en que estés relajad@ y nadie te moleste. Cierra los ojos y realiza la meditación sentad@ para no dormirte. Igualmente, si acabas durmiendo no importa.

Repite esta meditación cada vez que necesites liberarte del sentimiento de culpa para conseguir el perdón hacia ti mism@. Solo perdonándonos podemos conseguir amarnos del tal forma que podamos vivir nuestra vida con absoluta plenitud.
Recuerda que puedes mandar tus impresiones en los comentarios o a mi correo. Intentaré responder a la mayor brevedad posible.





jueves, 3 de octubre de 2019

‘No sabía si podría sobrevivir’: cómo es perder a un hijo

Tres madres hablan sobre el duelo y sobre cómo crear redes de apoyo tras la muerte de un hijo.

 
Hace poco leí Smoke Gets in Your Eyes: And Other Lessons from the Crematory (El humo ciega tus ojos: y otras lecciones aprendidas en el crematorio), escrito por la defensora de la muerte, la escritora Caitlin Doughty. Las escenas sobre el desecho de los cuerpos no me molestaron, incluso cuando hablaba sobre el moho acumulado sobre los rostros de los cadáveres, pero hubo una escena del libro que no me dejó dormir aquella noche: cuando era una niña, Doughty fue testigo de la muerte de otra niña que jugaba en las escaleras mecánicas de la segunda planta de un centro comercial. La madre de aquella niña se vio obligada a observar todo aquello.
Como mujer de 28 años a la que por fin ya no aterroriza la idea de tener hijos, aquella imagen me impactó profundamente. "Por desgracia, la muerte es parte de la vida, pero nadie nos cuenta nada sobre el duelo y la pérdida o sobre cómo procesarlos hasta que no nos hallamos en medio de la experiencia", explicó a Broadly Cadmona A. Hall, Doctora en filosofía y terapeuta matrimonial y familiar especializada. "Una de las principales cosas que hago desde el principio es explicar a mis pacientes que no se están volviendo locos y que lo que experimentan es normal. Esa parte es importantísima, no existe una forma correcta o incorrecta de expresar el duelo", afirma Hall.
Hall comprende que perder a un hijo es un tipo muy específico y cruel de pérdida. "Una de las características propias de perder a un hijo es que siempre está presente el sentimiento de culpa", explica. "El papel de los padres es que sus hijos estén presentes, en este mundo, sanos y felices, de modo que independientemente de las circunstancias, las madres con frecuencia sienten que han fallado como tales. Es una inmensa carga para ellas". Hall añadió: "Se trata de un mito que creo que escuchan muchas mujeres, que tener hijos sanos es lo normal, lo natural, pero la gente experimenta la pérdida con mucha más frecuencia de lo que pensamos. Lo que sucede es que les da miedo hablar de ello, o se sienten avergonzados".
Sin embargo, las mujeres sí hablan de ello, en comunidades online, en sus blogs y en libros. Para saber más cosas acerca de la experiencia de perder a un hijo, hablé con tres mujeres que habían sufrido esta devastadora pérdida y que están utilizando internet para conectarse con otras madres en su situación. "Esa es una de las ventajas de la tecnología, que puedes expresar tus sentimientos en un blog", afirmó Hall. "Ser capaces de conectar con otras personas ayuda a quienes han tenido una pérdida similar o les permite recibir mensajes de personas que les dicen 'Eh, estoy pensando en ti, te estoy enviando pensamientos y deseos positivos'. Para ellas es importante saber que no están solas".
Una de las características propias de perder un hijo es que siempre está presente el sentimiento de culpa
Mandy Hitchcock es "escritora, abogada en proceso de recuperación, superviviente del cáncer y una persona que cree que saber 'qué quieres hacer cuando seas mayor' es una chorrada como un piano". Tras vencer al cáncer y vivir un doloroso divorcio volvió a casarse, tuvo una hija y ya comenzaba a acomodarse en la vida familiar cuando Hudson, su hija de 17 meses, falleció a causa de una infección repentina. Ha compartido su experiencia de pérdida en medios como el Washington Post. Angela Miller es escritora, oradora y defensora del duelo. Es autora de You Are the Mother of All Mothers: A Message of Hope for the Grieving Heart (Tú eres la madre de todas las madres: un mensaje de esperanza para el corazón afligido) y directora ejecutiva y fundadora de la comunidad de apoyo para el duelo A Bed For My Heart (Una cama para mi corazón). Su hijo falleció de repente cuando solo era un bebé. Kelly dirige su propia editorial, así como el blog Chasing Dragonflies (Persiguiendo libélulas), donde habla del duelo, la familia y la muerte de su hija Abigail (Abi), que falleció a los 12 años a causa de una repentina hemorragia cerebral. Las tres nos hablaron sobre el dolor de perder a un hijo, la importancia de permitirse a una misma experimentar el duelo y la sanación que han encontrado a través de la escritura y de conectar con otras madres que también han sufrido la pérdida de un hijo.

BROADLY: Cuando tu hija enfermó, ¿sucedió rápidamente?Mandy Hitchcock: Sí, fue extremadamente rápido y extremadamente inesperado. Era una niña pequeña normal, con todas sus vacunas al día y con resfriados ocasionales, como todos. Le subió la fiebre un domingo, le diagnosticaron meningitis bacteriana en urgencias el lunes y el martes entró en coma para no volver a despertar. Dos días más tarde se declaró su muerte cerebral y le retiraron las máquinas que mantenían su cuerpo con vida.
Has pasado por mucho, ¿cómo es tu vida ahora?Tengo dos hijos más, de cuatro y de dos años. Trabajo desde casa como abogada a tiempo parcial, lo que me permite tener tiempo suficiente para escribir y me da flexibilidad para pasar más tiempo con mis hijos. Publico ensayos sobre maternidad, duelo, pérdida y supervivencia al cáncer en publicaciones de diversa importancia y mientras tanto reviso unas memorias sobre mi vida tras la muerte de mi hija y sobre mi tratamiento para el cáncer dos años después. No es la vida que había imaginado llevar y hay muchísimas cosas que me gustaría que fueran diferentes, pero he aprendido a estar agradecida por lo que tengo incluso mientras lloro la ausencia de mi hija.
¿Me explicas más cosas sobre tu carrera como escritora? ¿Cómo te ha ayudado en tu proceso de duelo?Empecé a escribir en serio después del fallecimiento de mi hija, cuando creé un blog que me ayudara a procesar todo lo que estaba experimentando. No tenía ni idea en aquel momento de lo increíblemente terapéutico que sería para mí, pero todavía fue una sorpresa mayor saber que también estaba ayudando a muchas otras madres. Empecé a ver la escritura como otra forma de honrar la memoria de Hudson, a menudo digo que lo único que me aporta consuelo tras su muerte es saber que su vida todavía puede tener sentido, que todavía puede tener un impacto en los demás y en el mundo aunque físicamente ya no esté aquí. De modo que, si el hecho de que yo comparta mi historia ayuda a otras personas, creo que es la mejor manera de honrarla a ella y de hallar consuelo para mí.

BROADLY: Háblanos de tu experiencia con la pérdida y el dueloAngela Miller: Hace siete años experimenté la peor pesadilla de toda madre: la muerte de mi hijo. No hay nada que te prepare para el horror que supone perder a un hijo, a partir de entonces mi vida quedó dividida para siempre entre antes y después. Mientras siga respirando seguiré llorando y amando a mi hijo con toda el alma. Jamás llegará el día en que no piense en quién se habría convertido mi hijo, qué aspecto tendría y cómo estaría entretejido dentro del tapiz de mi familia. Ojalá la gente pudiera entender que el dolor dura para siempre, porque el amor también dura para siempre; que la pérdida de un hijo no es un evento puntual, sino una pérdida continua que se desarrolla minuto a minuto a lo largo de toda la vida.

Aprender a vivir sin mi hijo es un tipo de tortura que no desearía ni a mi peor enemigo. Siempre habrá un hueco en mi corazón del tamaño y la forma de mi hijo, nada cambiará eso jamás. El amor y el dolor que siempre sentiré por él son inconmensurables. He tenido que aprender a sobrevivir y también a vivir de nuevo, tanto por mí misma como por el recuerdo de mi hijo. Espero vivir de un modo que le haga sentir orgulloso y que deje un legado duradero en su honor.
La pérdida de un hijo no es un evento aislado, es una pérdida continua que se desarrolla minuto a minuto, a lo largo toda la vida

¿Cómo te ha ayudado con tu propio duelo el hecho de conectar con otras personas y crear un refugio seguro donde hablar de esta experiencia?

Conectar con otras personas que han experimentado la pérdida de un hijo me salvó la vida. No recibí demasiado apoyo durante los primeros años de duelo y recuerdo aquellos años como los más horribles de mi vida. Nunca me había sentido tan sola, no sabía si podría sobrevivir. El dolor era insoportable, respirar parecía imposible, todo mi mundo tal y como lo conocía quedó destruido. De verdad que no hay palabras para describirlo. Una vez que fui por fin capaz de salir arrastrándome de las profundidades de la desesperación supe que quería crear un refugio seguro para otra gente, para que nadie sufriera en soledad como me había pasado a mí. De este modo nació A Bed For My Heart. Ayudar a otros me ha ayudado a sanar mi propio corazón de formas que nunca había imaginado.
¿Qué consejo darías a otras madres que experimentan la pérdida de un hijo para ayudarlas a seguir adelante y no perder la fe o la esperanza en el mundo?Date permiso para llorar, sentir pena y gritar, durante el tiempo que necesites. No hay un plazo establecido para el dolor, no hay mapa, no hay formas correctas o incorrectas de sentir aflicción. Tú y solo tú decides cómo sobrevivir a esta tragedia. Date permiso para recordar y honrar a tu hijo de la forma más significativa para ti y cuando estés lista, date permiso para encontrar una finalidad, un motivo por el que merezca la pena vivir otra vez..

BROADLY: Háblanos de tu familia.Kelly: Estoy casada con Mark desde hace 17 años. Nos casamos en 1999 y tuvimos a nuestra primera hija, Abi, en 2000. Tiene una hermana, que ahora tiene 13 años, un hermano de 8 y otro de 2. Estamos esperando una niña en mayo.
¿Cómo era Abi?Abi era una niña feliz y llena de energía, siempre estaba dispuesta a involucrarse en cosas y nos enseñó cómo aprovechar la vida al máximo. Su pérdida tuvo un gran impacto en la familia. Además de muy inteligente, era una gran nadadora y acababa de conseguir el cinturón negro de Kung Fu cuando murió. Estaba en forma y casi nunca enfermaba, por lo que su colapso fue un auténtico shock para nosotros. Era una persona comprometida y adoraba a su hermana y a su hermano. Llevaba seis meses en secundaria cuando murió. Cayó en coma de repente estando en casa y nunca se despertó. Dijeron que era muy raro sufrir una hemorragia a esa edad y en el lugar donde se produjo (el tronco cerebral).

¿Cómo ha cambiado tu vida desde el fallecimiento de Abi?

A efectos prácticos, nuestra vida en realidad no ha cambiado gran cosa teniendo en cuenta lo que pasó. Seguimos viviendo en la misma casa, nuestros hijos van a los mismos colegios, nosotros trabajamos en lo mismo... Puede que suene simple, pero conozco a varios padres en duelo que han cambiado todas estas cosas tras su pérdida. En nuestro caso, lo que más ha cambiado somos nosotros mismos. Somos más pacientes y más conscientes de las necesidades de nuestros hijos, vivimos con miedo a que vuelva a suceder —o, de hecho, de que pase cualquier cosa—. Nos tomamos la vida con más calma y disfrutamos de las pequeñas cosas. Tener un hijo un año después de la muerte de Abi fue un gran cambio y ha sido toda una bendición para nuestro hogar. Hemos encontrado la felicidad en él y se parece a Abi en muchas cosas. Sin embargo, escribí recientemente que aunque hay una gran actividad en casa con tres niños, seguimos echando de menos a Abi y su presencia. Fue nuestra primera hija, así que siempre ha estado con nosotros. Mi marido y yo hemos hecho una piña y nos hemos vuelto más fuertes desde que la perdimos. Aunque hemos tenido nuestros altibajos, hemos conseguido superarlos juntos. Además, mi fe personal ha aumentado desde la muerte de Abi, que es algo sobre lo que también escribo. Me cogió por sorpresa, pero ha resultado enormemente beneficiosa para mí.
¿Cómo te ha ayudado tu familia y el hecho de conectar con otras personas en tu proceso de duelo?Mi familia ha estado maravillosa. Me han brindado su apoyo y yo a ellos. Al principio conecté con un montón de madres de luto a través de mi blog y con algunas de ellas mantengo el contacto con bastante asiduidad. He conocido en persona a un par de ellas. Es fundamental saber que no estás sola y escribir sobre mi duelo y sobre las situaciones que suscita ha sido imprescindible para mi recuperación. En realidad ya no hablamos tanto acerca de la muerte de Abi, no lloramos muy a menudo y seguimos adelante con nuestras vidas, pero eso también significa que nos guardamos dentro mucho dolor y mucha ansiedad. La ansiedad que sentimos mi marido y yo ha aumentado enormemente desde la muerte de Abi, pero también sucede que mis dos hijos mayores temen a la muerte y a los médicos. Escribir me ayuda a compartir esos sentimientos ocultos y suscita conversaciones con mi familia o mis amigos más cercanos y también con desconocidas del otro lado del charco que están atravesando la misma situación. Me ayuda a sentirme un poco menos loca.

 

 

 https://www.vice.com/es/article/785ngd/perder-hijo-maternidad

 

 

lunes, 30 de septiembre de 2019

LA LEY DEL PERDON

LA LEY DEL PERDON

( extracto del libro Dale Valor a tu Vida …de Emmet Fox )

Es una ley mental inquebrantable que uno tiene que perdonar a otros y a si mismo si quiere superar las dificultades y lograr un verdadero progreso Espiritual y Abundancia en nuestra vida. 

Quizá la importancia vital del perdón no sea obvia a primera vista, pero puedes estar seguro de que no es simple coincidencia que todo gran maestro espiritual, comenzado por Jesús, haya insistido tan enérgicamente en el perdón.

Debes Perdonar las injurias, pero no sólo de palabra, o como una cuestión formal, sino sinceramente, de corazón; así es. …. TU no perdonas por el bien de la otra persona, sino por TU propio bien. Para esa persona el perdón puede no significar gran cosa, pero para TI tendrá una gran significación. 

El resentimiento, la condena, la ira, el deseo de ver a alguien castigado, son cosas que corrompen Tu alma. Y como esas cosas tienen un contenido emocional más vigoroso de lo que cualquiera sospecharía, afianzan los problemas, los remachan. 

Perdonar no significa que debes simpatizar con el agresor o el delincuente, sino que debes desearle el bien. Tu, por supuesto, no debes permitir imposiciones o maltratos. 

No importa si Tu puedes olvidar la injuria o no, aunque si dejas de pensar en ella probablemente la olvides, pero debes perdonar de corazón.