Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤
Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤
Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤
Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤
Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤
Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤
Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤
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martes, 8 de agosto de 2017
miércoles, 26 de julio de 2017
lunes, 24 de julio de 2017
Perdonar es aceptar el condicionamiento. Eckhart Tolle
El destino de tu hijo fue tenerte como padre o madre, y tu
destino era actuar de forma inconsciente, ya que no es algo que hayas elegido.
Tú fuiste condicionado por tus padres, tus padres por tus abuelos, tus abuelos
por sus padres que vinieron a Inglaterra, Italia, Grecia, en una Aldea y
manifestaron la misma inconsciencia que tus padres manifestaron en New York. La
inconsciencia viaja con los inmigrantes por el océano, no dejan sus “yo”, los llevan
consigo. Perdonar es darse cuenta de que quien manifiesta el comportamiento
inconsciente no eres tú, ni fuiste tú. Verlo ahora, es el mejor regalo que le
puedes dar al mundo. Verlo y liberarte
ahora. Y haces lo que puedes para ayudar a tus hijos. Pero no para enmendar
algo que crees que fue tu culpa. Por supuesto que ayudas donde sea que vayas.
La mejor ayuda es darles tu Presencia
a los demás, ya sea adulto, niño, quien sea. Darles el regalo de la Presencia,
la verdadera Presencia. No la presencia de ti como persona, sino de ti como conciencia. Ahí está el regalo. Y
entonces muchas cosas se solucionan. Cosas que quizás causaste con tu
inconsciencia, que no era tuya, sino inconsciencia humana. Incluso decir “que tú causaste” es incorrecto…¡ Ocurrió a
través de ti!. La inconsciencia se manifestó a través de ti. Tú ni siquiera
estabas ahí. ¡Ahora estas ahí! Porque
eres la Presencia, eres la Conciencia. Es absurdo decir: “Yo lo hice”. ¡No!. Y
entonces contribuirás a bien en este mundo. Traes tu presencia. Y si no puedes ayudar a tus
hijos, puedes ayudar a otros. La culpa claro está que… Es una identificación
muy fuerte con las imágenes emocionales- mentales. A la culpa también hay que
renunciar. Esto implica culpar a los demás y culparte a ti, sentirte mal por
ti, debes transcender ambos, culpar a
otros y culparte a ti, para liberarse es
necesario trascender ambos, porque mientras culpes estarás atrapado en una estructura
mental, quienes son ellos y quién soy yo. “soy malo”. “son malos”. Responsabilidad.
Tu responsabilidad, si quieren usar esa palabra, es sobre tu estado de
conciencia en este momento. Tu responsabilidad es estar presente ahora. Es por
lo único por lo que se puede ser responsable. Nada ocurrió en el pasado, no hay
responsabilidad sobre eso, solo por este instante, el presente. Así eres verdaderamente responsable en la vida.
Y en alguna medida, incluso deshaces el pasado, a través de tu Presencia.
Eckhart Tolle
Eckhart Tolle
sábado, 8 de julio de 2017
sábado, 18 de marzo de 2017
RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS
Cuando se tienen hijos pequeños, se les debe dar
ayuda, orientación y protección en la medida de lo posible, pero lo más
importante es darles espacio para ser.
Los hijos llegan al mundo a través de nosotros, pero no
son "nuestros".
La noción de "Sé lo que es mejor para ti"
puede ser cierta cuando son muy pequeños, pero mientras más crecen, más pierde
validez.
Con el tiempo cometerán errores y tendrán sus
aflicciones, como todos los seres humanos. En realidad, podrán ser errores
solamente desde nuestro punto de vista. Lo que vemos como error podría ser
exactamente lo que necesitan hacer o experimentar.
Debemos darles tanta ayuda y orientación como podamos,
pero debemos permitirles cometer errores, en especial cuando comienzan a entrar
en la edad adulta. En ocasiones también debemos dejarlos sufrir.
¿No sería maravilloso si pudiéramos ahorrarles todo
ese sufrimiento?
Claro que no. No evolucionarían como seres humanos y
permanecerían en la superficie (inconscientes), identificados con la forma
externa de las cosas.
El sufrimiento nos ayuda a adentrarnos en nosotros
mismos.
Cuando ellos sufran, podemos enseñarles a permanecer
presentes y explicarles que su sufrimiento es producto de su mente (ego). Que
observen ese dolor, sufrimiento, sin identificarse con él. Siendo los
espectadores de si mismos.
La humanidad está destinada a trascender el
sufrimiento, pero no de la manera como piensa el ego.
El propósito del sufrimiento es promover la evolución
de la conciencia y trascender el ego.
El proceso se hace más lento en la medida en que nos
resistimos al sufrimiento. Sin embargo, cuando aceptamos el sufrimiento se
acelera el proceso gracias al hecho de sufrir conscientemente.
La transmutación ocurre cuando somos conscientes del
sufrimiento.
Debemos acoger (aceptar, abrazar) el sufrimiento para
poder trascenderlo.
Eckhart Tolle
Vídeo de Eckhart Tolle: "Practicando la presencia con unos padres
difíciles":
sábado, 11 de marzo de 2017
Padres e Hijos
Estos dos libros abordan la relación entre padres e hijos a la luz de Un curso de milagros, vínculo en el que todos participamos, porque, aunque no seamos padres, todos somos hijos. Se trata de la relación clave que más marca nuestra vida, por lo que es esencial armonizarla.
Como describe el autor, sabemos que hemos alcanzado la madurez espiritual cuando ya no pensamos en nuestros padres como autoridades, sino como hermanos que caminan con nosotros en el sendero de vuelta a casa.
Todos podemos vernos reflejados en los casos prácticos que aquí se describen, y escuchar el consejo certero de Ken en muy diversas circunstancias. Sus palabras nos ofrecen guía y consuelo. Podemos afirmar sin lugar a dudas que por su profundidad y lucidez estamos ante una obra maestra de la psicología contemporánea.
Estos dos libros se centran en lo que significa ser padres e hijos de mentalidad correcta. En el primer caso se trata de mantenerse fiel a la cambiante función de ser padre y, al mismo tiempo, respetar la mente del hijo para que elija sus experiencias de vida y decida si quiere percibirlas a través de los ojos del ego o del Espíritu Santo. El papel de hijo se expresa en la lúcida declaración de Freud:
Cuando el individuo se libera de la autoridad de sus padres, incurre en una de las consecuencias más necesarias, aunque también una de las más dolorosas que el curso de su desarrollo le acarrea.
En otras palabras, sabemos que hemos alcanzado la madurez espiritual cuando ya no pensamos en nuestros padres como autoridades —a nivel del contenido—, sino como un hermano y una hermana que caminan con nosotros en el sendero que nos lleva a casa. Así, ambas formas de esta relación primaria pueden, si así lo elegimos, ser ejemplo del mensaje de perdón de Jesús: no considerar que los intereses de otro sean ajenos a los nuestros.
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