Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤

miércoles, 31 de octubre de 2018

¿VAS A RECHAZAR UNA PARTE DE TI?

Nuestra sociedad, en general, arrastra a las personas a un bienestar a menudo ficticio. Es como si no pudiéramos salir del papel de ser eternamente jóvenes, optimistas y felices.

Con frecuencia, aparentamos estar bien para que los demás no se sorprendan, se espanten y huyan de nosotros. Esa censura imperante de las emociones está tan arraigada que, al final, nos es difícil a nosotros mismos saber lo que sentimos.
Nos hemos hecho a la idea, desde pequeñitos, que nos van a querer más si somos buenos, alegres, obedientes, si no nos enfadamos y estamos siempre dispuestos a mostrarnos complacientes y contentos.
Algunas veces nos sentimos así, en paz con nosotros mismos y el mundo, pero simplemente por el hecho de vivir y ser humanos bulle en nuestro interior un volcán de sentimientos que la “sociedad” no considera políticamente correctos.
Todos guardamos secretos, sentimos envidia, tenemos arrebatos… Algunos somos de naturaleza intolerante, inflexibles, cobardes, depresivos o cualquier cosa que se nos ocurra y no queramos mencionar en alto.
Cuanto más reprimimos esa parte de nosotros mismos que tanto nos disgusta más fuerza le damos. Qué contrasentido que nos avergüence ser plenamente humanos, ¿verdad?
He descubierto que mi parte menos favorecedora y oculta se suaviza cuando la miro con cariño, cuando no la odio por existir y le permito formar parte de mi sin apabullarla.
Si hay miedo, lo hay, para qué negarlo, si me siento humillada procuro darle un espacio a mi humillación, igual que a mi ira, si descubro mi avaricia, le sonrío…
De esa manera, no sé, voy recobrando cierta calma.
No me sale a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Me suelo encerrar, primero, con siete llaves para no ver, irascible con los demás y con la vida. Hasta que me rindo y pido ayuda a mi parte sabia, la que siempre me mira con cariño. Ella me quiere sin condiciones, no menosprecia la loba salvaje o la gacela asustada que llevo dentro.
En susurros me dice que todo lo que es, es y está bien que así sea. No importa si me siento mal, débil, vulnerable, prepotente o tonta… Todo eso también forma parte honorable del ser, como la valentía, la alegría, la fortaleza, la humildad o la sabiduría. Solo que esa parte que rechazamos necesita más mimos, más caricias, más luz. Aunque nos grabemos el programa de espiritualidad en la mente, no vamos a conseguir ampliar la mirada si no amamos lo que somos, lo que sentimos, sin discriminar nada.
Merce Castro Puig

LIBROS: "VOLVER A VIVIR"

Una verdadera madre...



Honro tu memoria, mi amado hijo Adrián.




Una madre entrega lo mejor de si misma a sus hijos.

Una madre no es de hierro, pero soporta todo por un hijo.
Una madre no es de pilas, pero funciona todo el día.

Una madre da todo por sus hijos. 
Una madre no tiene 7 vidas, pero daría la única que tiene por sus hijos.

Una madre enseña lo mejor de si misma a sus hijos.
Una madre verdadera, ama con amor puro y verdadero. 

Bendiciones

Hijos transcienden a Ángeles


—Señor ¿por qué me lo diste y me lo quitaste? 
No es justo, Dios, mandarme tanto dolor.

 El Señor me respondió… — ¿Acaso me ves como un castigador?
 —No, Señor, contesté, pero, ¿por qué me mandas tanto dolor si sabes que no aguanta más mi corazón? 
—Lo sé, hija, respondió. Sanarás ese dolor, te regalé un ángel ¿sabes?, son muy pocas las mujeres que escojo para esta hermosa bendición. 
—Sí, Señor, pero yo lo quería conmigo: abrazarlo, consentirlo, cantarle al oído y ahora ya no está conmigo, me siento morir. 
El Señor me miró y me dijo: —Ahora él lo hará contigo.
 Te protegerá del enemigo, te abrazará cuando tengas frío, y te dirá que te ama todos los días al oído.
 —Señor, le dije, déjame verlo, aunque sea un segundo. 
— ¿Quieres verlo? 
— ¡Sí!, es lo que más anhelo… 
—Duerme, pues, te regalaré eso en un sueño.
 Cerré mis ojos y la voz del señor decirme: “Ve allá donde está aquella hermosa mujer, la que tiene a ese angelito en su regazo y lo arrulla con tanto amor y la duerme en sus brazos. ¿Puedes verla?” 
—Sí, señor, ¿quién es ella?, respondí.
 El señor contestó, —Es mi querida madre, ella duerme a tu hijo… 
Hoy en la mañana lo encontramos muy triste y le hemos preguntando por qué. Nos dijo: “Cuido a mi mamita aquí desde el cielo, pero no deja de llorar, ¿será, señor, que algo le dolerá?”. Mi madre le contestó: “Sí, hijo mío, ella llora como yo lloré a mi hijo, sufre como yo sufrí al perderlo. Esas lágrimas son de dolor, pero no un dolor cualquiera hijo, es el dolor más profundo que el corazón de una madre pueda sentir”. Mi madre le sonrió y continúo diciendo: “Debes de sentirte muy orgulloso. Tu mamá llora por tu ausencia, te extraña, pero vamos a calmar ese dolor”. Tu pequeño asombrado preguntó: “¿Cómo?”. —Tú tienes esa misión… — dijo mi madre. Luego lo llevó y lo durmió. 
— ¿Ese es mi hijo, señor? —Pregunté maravillada. 
—Sí, ese ángel radiante y lleno de luz pura es tu hijo.
 Unas lágrimas bajaron de mis ojos, no sé si de dolor o emoción, y envuelta en llanto le dije: — ¿Me dejas tocarlo, abrazarlo, besarle? Por favor, Señor. 
—No, me respondió, no no vez que duerme tan dulcemente. 
— Señor, es tuyo para toda una vida, tú lo tienes aquí para siempre. Concédeme lo que te pido ya que no lo puedo tener más conmigo. 
El Señor suspiro profundamente y con voz consoladora me dijo: “Yo sé que eres la mejor madre, mi Padre sabe por qué te escogió. Sé que lo amas más que a tu vida misma y lo extrañas, pero, Dios mi Padre, lo llamó porque necesitaba un ángel con mucho amor en su corazón. No te puedo conceder lo que me pides, pero si te digo que mi Padre te llamará algún día y ya lo tendrás contigo para toda la eternidad. No llores más. Ahora tu hijo tiene la misión de quitarte ese dolor, así que vete tranquila. Tu hijo con mi Madre duerme y con mi Padre habla y muchas misiones tiene. Siéntete siempre feliz porque un ángel brilla ahora siempre para ti”. 
Mi corazón se conmovió de alegría y por último dije: “Señor abre tu mano…. ¿es mucho pedir?” 
El Señor extendió su mano. “Llévale este beso por mí”. 
Todo quedó en silencio, y mientras despertaba, lentamente escuché una voz decir: “Todos esos besos ya se los he dado por ti”.

Somos...sobre la transición

Honro tu memoria mi amado hijo Adrián.


"Somos todos visitantes de este tiempo, de este lugar. Estamos solamente de paso. Nuestro objetivo solamente es observar, crecer, amar...
Y después vamos para casa."

Proverbio Aborigen

Día de Todos los Santos: ¿por qué es festivo el 1 de noviembre y qué celebramos?


Honro tu memoria mi amado hijo Adrián.

¿Pero qué se celebra este día? Como ocurre con la mayor parte de las celebraciones en España, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, es una fiesta eminentemente religiosa. No solo en España sino en la mayor parte de países de tradición cristiana, el primero de noviembre es un día en el que se homenajea a los santos, conocidos y desconocidos.

En esta fecha es común acudir a los cementerios para visitar las tumbas de los seres queridos que han fallecido.
Día de Difuntos
Es importante tener en cuenta que el Día de Todos los Santos no es lo mismo que el Día de Fieles Difuntos, también conocido como Día de los de las Ánimas. Este se celebra el día 2 de noviembre y su objetivo es orar por los fieles que ya no siguen en la vida terrenal. 
Durante esta jornada se celebran las denominadas misas de réquiem, es decir, un ruego por el alma de los muertos, a no ser que el día 2 de noviembre caiga en domingo, en cuyo caso no se pueden celebrar este tipo de ceremonias.

Clic para encender una vela virtual. 
Gracias