Este Blog es especial, es en homenaje y honrando la memoria de mi amado hijo Adrián, mi amor puro y verdadero, mi Ángel de Amor y Luz❤ ❤ ❤ Mi hijo nació el 10 de Mayo de 1985❤ ❤ ❤ Hizo su transición el 3-12-2016.❤ ❤ ❤ Hijo mío amado, tú has sido el sentido de mi vida, por eso te voy a tener presente todos los días del resto de mi vida. ❤❤ ❤
Hijo amado, tengo tu nombre tatuado en mi corazón y Alma, tu voz grabada en mi mente, tu olor en mi memoria y tu sonrisa en mi recuerdo. ❤ ❤ ❤ Si la cicatriz es profunda es porque el amor fue y es inconmensurable. ❤ ❤ ❤ Seguir adelante es una empresa difícil cuando se perdió lo que llenaba todo de sentido. ❤❤ ❤ En cada acto de amor, está tu nombre. ❤❤ ❤ Hijo, te extraño, tanto...Mi Amor puro y verdadero. Eres amado siempre.❤❤ ❤

domingo, 1 de abril de 2018

Las Rosas Áureas ó Rosas de Percival

 

Las Rosas de Percival son el fruto de la aplicación de antiguos conocimientos de transmutación y extracción energética circunscritas, en este caso, a las esencias florales de rosas. Estos conocimientos pertenecen a una tradición milenaria según la cual solo hay una enfermedad: la disociación entre alma y personalidad.
Las Rosas tienen dos niveles de utilización:
Una de tipo bionergético, que requiere de una formación especializada que se manejaría, al igual que las Damas Aureas, en una capacitación más específica.
Y un segundo nivel de utilización, más sencillo, enfocado sobre conflictos emocionales que van dejando “huella”, con el paso del tiempo, ensombreciendo y modificando diferentes aspectos de la personalidad, llevando frecuentemente al individuo a la indolencia, la apatía, el exceso de pragmatismo y la falta de motivación por la vida.
Bajo esta utilización, Las esencias de Rosas mejoran la posibilidad de reencontrarse con “la alegría de vivir”, con recuperar el sentido de lo lúdico, lo mágico y lo prodigioso. Son flores para la alegría.
Las Rosas de Percival son once esencias florales, nueve principales y dos complementarias. Las nueve primeras están divididas en tres grupos:
El primer grupo (Rosas 1-2-3): Estas rosas se utilizan para mitigar la resonancia celular de miedo a todos los niveles: inconsciente, concreto, abstracto etc.; y que dificulta la capacidad de acceder a pensamiento trascendente.
El segundo grupo (Rosas 4-5-6): Estas rosas actúan sobre la “memoria” del Sufrimiento, bajo tres aspectos: la culpa, el resentimiento y el dolor; aspectos estos que suelen encadenar al pasado y hacen prevalecer lo existencial frente a lo esencial.
El tercer grupo (Rosas 7-8-9): Estas rosas ayudan a vivificar el presente y a identificar el sentimiento genuino frente al condicionado. Ayudan a equilibrar la “Confrontación” entre “mundo interno” y “mundo externo”.
Las Rosas mejoran la capacidad de asunción de los “DefectosPsicológicos” o defectos de apreciación. La autoaceptación aumenta su eficacia.
La acción de las Rosas de Percival es de orden energético y vibracional, sin implicación biológica alguna y no substituyen a las terapias convencionales.
Las Rosas de Percival y su utilización psicoemocional son las siguientes:
N.º 1.– Rosa de Castilla   Nombre Botánico: Rosa gallica
De utilidad en miedos de origen conocido y en patrones de inseguridad y baja estima. Libera la resonancia celular de miedos primordiales (inconscientes) tales como: Miedo “del no ser”, miedo a la “mancha”, miedo a la “no-pertenencia”.
N.º 2.– Rosa de Virginia   Nombre Botánico: Rosa virginiana
Para los miedos a lo desconocido, a los presagios, a la muerte; útil asociarla en tratamientos de fobias. Libera la resonancia celular de miedos primordiales (inconscientes) tales como: Miedo a la vida, miedo a la desgracia.
N.º 3.- Rosa Trepadora   Nombre Botánico: Rosa banksiae
Para el miedo a perder el control del cuerpo, de la vida y del destino. En situaciones asociadas a pánico o terror. Libera la resonancia celular de miedos primordiales (inconscientes) tales como: Miedo a la Divinidad, a lo “superior”, miedo al castigo, a lo irremediable.
N.º 4.- Rosa mosqueta   Nombre Botánico: Rosa eglanteria
Desarrolla el sentido de la Aceptación. Para el sentimiento de culpa como condicionante de vida. En sentimientos de irremediabilidad y desolación asociados a la culpa. Asunción del error y el fracaso como forma de aprendizaje. Para el sentido de impureza.
N.º 5.- Rosa Espinosa   Nombre Botánico: Rosa pimpinellifolia
Desarrolla el sentido de la Generosidad. Para la insensibilidad y la amoralidad frente al entorno. En sentimientos negativos y duros, como el rencor, el desprecio y el odio. Mitiga la carga psico-celular de resentimiento y crueldad.
N.º 6.- Escaramujo   Nombre Botánico: Rosa canina
Desarrolla el sentido de la Impecabilidad (Justeza). Ayuda a dejar atrás las consecuencias de acontecimientos traumáticos y de sufrimiento. Para la desesperanza y la tristeza. Cuando la vida no tiene mucho sentido. Util en estados de devastación interna.
N.º 7.- Rosa de Alejandría   Nombre Botánico: Rosa damascena
Desarrolla el sentido de la Paciencia. Para estados de impaciencia, desasosiego y angustia tanto por causa conocida como desconocida. Ayuda en la comprensión del perdón y a liberarse de la tendencia al autoengaño. Entendimiento de la energía del Agradecimiento. Relaciona Sinceridad con Verdad => “La Claridad de la Vida”.
N.º 8.- Rosa Rugosa   Nombre Botánico: Rosa rugosa
Desarrolla el sentido de la Humildad. Ayuda a salirse de patrones de coerción y posesividad. Para los celos y el exceso de dependencia afectiva. Ayuda a descubrir el lado “dador” del sentimiento frente al egoísmo. Despierta el sentido de la compasión. Relaciona Sencillez con Certeza => “El Significado de la Vida”.
N.º 9.- Rosa de mayo   Nombre Botánico: Rosa centifolia
Desarrolla el sentido de la perseverancia. Para la tendencia a la huida, el escapismo y al autoengaño. Para sentimientos de atrape, atascamiento y desmotivación. Ayuda a aceptar y “fluir” con las circunstancias y despierta el sentido de lo providencial. Relaciona Ofrenda con Cumplimiento => Anhelo y pasión por la Vida.
Complementarias:
N.º 10.- Rosa Alba   Nombre Botánico: Rosa alba rosae
Desarrolla el sentido de la Atención a sí mismo. Incrementa la capacidad de salir del exceso “conciencia biológica” o mundanidad y diferenciar entre sentimientos propios y ajenos. De utilidad para suavizar cambios energéticos ante un delicado estado emocional. Es muy útil en niños para conservar su “frescura” y su información primordial.
N.º 11.- Rosa Adelaida de Orleans   Nombre Botánico: Rosa sempervirens
Desarrolla el sentido de la Entereza. Para los estados de perturbación que conllevan los cambios y las transmutaciones bioenergéticas. Incrementa el sentido de protección. Protege de la parasitación mental o la excesiva vulnerabilidad psico-emocional. Es un remedio de rescate o urgencia en situaciones de fragilidad emocional.
 Observacioes  y Aplicacion de las Esencias Aureas (Floresl del Alba, Dmaas Aureas y Rosas):
Las Esencias Aureas, tienen una aplicacion smilar al resto de las esencias florales incluidadas las Flores de Bach, pero conlas siguientes excepciones:
1ª  Se aplican o administran siempre en dilución del extracto y no puras (para no variar la resonancia “Aurea”), con excepción de la Flor de Lys y la Flor de Kore.
2ª  Basta con diluir 3 gotas del concentrado para 30 cc. de solución hidroalcohólica (75% agua 25% brandy).
3ª  Se pueden mezclar como máximo tres Esencias Aureas (incluidos los tres sistemas) en un preparado. 4ª  En mezclas con esencias convencionales, no cuentan en cuanto a número máximo de estas.
5ª  No precisan armonizadores o potenciadores.
6ª Tienen  capacidad  de  “auto-conservación”  (cualidad  áurea).  Viéndose  así  menos  afectadas  por radiaciones comunes.
7ª La dosificación y frecuencia promedio, es de 3 gotas 5 veces al día hasta la remisión del desequilibrio energético/emocional.

Esencias Florales del Mediterráneo



La Organización Mundial  de  la  Salud, desde  1976  incorpora  programas sobre  métodos naturales de salud. Entre estos métodos, se encuentran reconocidas las esencias florales o “Flores de Bach”. La O.M.S. aconseja a sus estados miembros, conjuntamente a los avances técnicos de la Medicina, el uso, estudio e integración de estos métodos naturales al campo de la salud. Dentro de este nuevo enfoque se comienza a valorar el entorno social y el equilibrio emocional de las personas como factores que intervienen en la consecución de un estado saludable individual. La O.M.S. remarca además, el valor preventivo, complementario y de ahorro de estos métodos naturales, en un marco de explosión demográfica y del alto coste sanitario mundial.
Las esencias florales están clasificadas por dicha Organización, como método natural de salud, inocuo y preventivo, dentro del apartado de terapias individualizadas.
La utilización de las flores con fines terapéuticos se remonta a tiempos muy remotos. Así es recogido por diferentes tradiciones como la Celta, la Taoísta, la Incaica o las del valle del Indo, entre otras. Posteriormente Paracelso nos habla de la utilización de las flores con fines curativos y ya en los albores del siglo XX, Steiner, padre de la medicina antroposófica, hace referencia a una energía sutil y terapéuticamente poderosa por descubrir en las flores.
La persona que “descubre” y da la forma terapéutica moderna a las Esencias Florales, es el Dr. Edward Bach (1886-1936), médico, inmunólogo y homeópata galés. Consigue elaborar 38 Esencias Florales (conocidas como Las Flores de Bach) y estructurar un método de trabajo con las flores, utilizable incluso por el no iniciado en los usos terapéuticos. Esta extraordinaria contribución de E. Bach ha posibilitado un “redescubrimiento” de la riqueza energética y curativa del reino vegetal. Trabajos de campo e investigación con las flores permiten en la actualidad acortar tiempos en las crisis curativas (enfermedades), posibilitando la resolución de conflictos en un tiempo más breve.
Su actuación más evidente o evaluable es de incidencia emocional y por lo tanto, son de utilidad contrastada en los procesos de estado de ánimo asociados a todo tipo de desequilibrios de los seres vivos.
Las esencias florales potencian las virtudes opuestas a estados emocionales disarmónicos, que causan sufrimiento (stress, miedo, incertidumbre), permitiendo equilibrar y mantener una apreciación más armónica en un medio de vida cambiante como el actual. Actúan en las causas profundas y sutiles de los conflictos humanos.
Desde el punto de vista de la terapia floral lo importante a observar, en un proceso de enfermedad, no radica en los síntomas que la persona experimenta físicamente. La importancia está en la valoración de la globalidad emocional de la persona y la relación que mantiene consigo misma y con su entorno; siendo prioritario considerar que no existen enfermedades sino enfermos. Para lo cual, será fundamental tener en cuenta la apreciación subjetiva del individuo respecto a su existencia y sentimientos, esto es, valorar lo más posible la “vivencia interior” del sujeto.
Un aspecto importante de las esencias florales, del que se ha hablado muy poco, es respecto a la forma de acción. Los seres vivos tienen una estructura energética similar a un campo electromagnético de baja intensidad; dicho campo tiene un sistema de frecuencias complejo que, entre otras cosas, repercute en el correcto funcionamiento bioquímico así como el equilibrio biológico y psíquico. Según la interacción, más o menos conflictiva con el entorno, estas frecuencias pueden ser alteradas y afectar, dependiendo del sector del campo electromagnético, al equilibrio mental, emocional o físico. Dado que dicho campo es un conjunto de sectores intercomunicados, toda alteración de sectores de “alta frecuencia” (psiquismo, emoción) no restaurada puede extenderse a sectores de “frecuencia media o baja” (funcional, físico) y viceversa; dicho de otro modo, la conflictividad en la interacción con el entorno puede desencadenar alteraciones psicoemocionales que de no resolverse, pueden tener consecuencias somáticas; igualmente, la incapacidad de asumir las alteraciones físicas puede extender el desequilibrio a nivel psicoemocional.
La mayoría de las enfermedades de los seres vivos, exceptuando las accidentales, las congénitas y las producidas por intoxicación, tienen un componente o influencia psicoemocional importante, especialmente en los seres humanos debido a un psiquismo más complejo y a su frecuente dificultad de adaptación al entorno, a causa del miedo y la incertidumbre.
Un ejemplo de esta interrelación podría ser: una alteración emocional media-aguda (susto, enfado) puede alterar, brevemente, frecuencias asociadas al sistema inmune y aumentar la fragilidad frente a gérmenes para manifestarse, horas después (de 48 a 72), en un resfriado.
Las esencias florales superponen “frecuencias armónicas” concretas a las alteraciones de frecuencia de sectores específicos del campo electromagnético, estimulando con ello la capacidad restauradora del propio sistema energético. Las esencias florales tienen la capacidad vibracional de ayudar a restaurar especialmente los sectores de “alta frecuencia” (emocional) lo que trae como consecuencia la armonización de la personalidad con el medio y el nivel esencial o mundo interno.
Cuando la persona armoniza su mundo interno, en la mayoría de los casos, los síntomas concretos remiten, se alivian o desaparecen.
Las esencias pueden usarse sin riesgo ya que no tienen acción física o principio activo bioquímico y por lo tanto, no son posibles sobredosis, efectos secundarios, interacciones o dependencias. Son remedios vibracionales con capacidad de influir sobre las frecuencias del campo energético de los seres vivos. Pueden ser usadas en cualquier edad. Se pueden aplicar a cualquier ser vivo (plantas, animales). Y en caso de error en la elección de la flor, carecen de efectos  indeseables.
Pueden ser asociadas a otros tratamientos o terapias, ya que siempre contribuyen al proceso de curación y en los casos crónicos o incurables aportan sosiego, paz interior  y  calidad de vida.
No deben ser consideradas como sustitutivas de tratamientos médicos convencionales, aunque como se ha dicho, pueden ser asociadas a ellos.
La energía sutil de las flores es de una inestimable ayuda para la armonización interior así como la mejora de la calidad de vida y más en un momento tan especial para la humanidad, donde están emergiendo nuevos paradigmas y modelos de vida. Las flores y su terapia son un puente de reencuentro entre el hombre y la naturaleza.
Esencias Florales del Mediterráneo®


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Aprendizajes sobre el duelo (I)

Un proceso tan duro como el duelo conduce al ser humano a lo más profundo de su existencia, y es ahí -en ese espacio donde nos adentramos con miedo a destruirnos y que sólo parece contener una nube de desconocimiento- es donde encontramos las certezas y aprendizajes más valiosos.
Sin duda este tema da para escribir muchas páginas, por este motivo, este es el primero de una serie de artículos que elaboraremos sobre estos “lotos” que se pueden encontrar en la andadura del camino del duelo: tanto los que me han transmitido, como aquellos de los que también he aprendido como testigo y han ido formando parte de lo que sé.
A lo largo de mi carrera profesional como psicóloga que acompaña a personas en duelo he aprendido muchas cosas, algunas de ellas importantes para desentrañar este proceso. Me parece oportuno ponerlas al servicio de todo aquel que esté interesado en incorporar conocimientos sobre este tema, sobre todo para que otros profesionales puedan aprovecharlos, para difundirlos y que su efecto pueda multiplicarse y beneficiar a más personas.
Por otro lado, lo que sé no me pertenece: le pertenece a mis pacientes, que confiaron en vivir su experiencia junto a mí, me confiaron sus temores y sus inquietudes, me dejaron ser testigo de sus vivencias y acompañarlas. Hoy esas vivencias me han permitido llegar a algunas conclusiones y esas conclusiones se han transformado en aprendizajes. Estos son sólo algunos de ellos:

No hay que resistirse a las fuerzas que intervienen en el duelo

De los aprendizajes más importantes, este lo considero el principal. En el duelo intervienen fuerzas y hay que saber aprovechar la inercia de dichas fuerzas y no resistirse. Por un lado, el duelo como proceso genera una fuerza que es casi animal, es salvaje y arrolladora. Esta fuerza invita a sumergirse en las emociones que trae el proceso: la tristezael miedola soledad o el vacío. Estas emociones pueden ser incómodas de vivir, pero no son dañinas, sino que conforman el camino de baldosas amarillas que nos conduce al final del proceso.
Al tiempo que aparece esta fuerza, también lo hace otra fuerza que tiene la misma intensidad pero va en sentido contrario: es la fuerza de la sociedad, esos mensajes que invitan a retirarse del duelo, a sortearlo; que proponen que no pensemos en ello o que no estemos tristesSe trata de anular la tensión que genera esta lucha entre dos fuerzas opuestas y elegir una. El duelo como proceso conlleva una violencia a la que es difícil sustraerse, es como tratar de esquivar un tornado o un huracán.

Hay que expresar el dolor del duelo

Normalmente esa fuerza generada por la sociedad, por nuestro entorno, por nuestros vecinos, familiares o amigos, va dirigida a evitar que expresemos el dolorA veces nos llegan a decir que estamos locos, que es exagerado, que estamos enfermos, frente a los consejos o recomendaciones de los psicólogos encaminados a permitir la expresión emocional. Para legitimar todos los sentimientos, sean cuales sean, el entorno recurre al argumento de que eso puede conducir irremediablemente a la depresión y que estar triste o tan triste es patológico.
En ocasiones se puede razonar con las personas del entorno que lanzan esos mensajes, para hacerles entender cuál es la realidad del duelo. Otras veces es como darse cabezazos contra una pared. Para todos esos casos en los que parece difícil o imposible que nos entiendan, el consejo es no resistirse. Esto no significa discutir o tratar de imponernos, sino pararse a escucharnos de verdad, a escuchar esa voz interna, de intuición, que se encuentra  más allá de los pensamientos habituales y del ruido interno y que, de alguna manera, sabe lo que nos conviene.

Extremar el autocuidado durante el duelo

El duelo requiere reposo, descansar, cargar las pilas y reponer energías, por eso es fundamental aprovechar las corrientes o las fuerzas que generan estos movimientos. Conviene cuidar el descanso, la alimentación, en definitiva, reponer energías, esfuerzos, para poder afrontar el trabajo del duelo. El ser humano no sólo se nutre de alimento, sino también de aire libre y sensaciones. Procurarse sensaciones que traigan sosiego y aire libre es beneficioso porque ayuda a mantener cierto equilibrio.
Con frecuencia los dolientes nos hablan del tremendo cansancio que les acompaña: de los olvidos, del esfuerzo que supone el día a día… y es que no somos conscientes del trabajo que implica el duelo a todos los niveles. Es importante cuidar el cuerpo,ya que a través de él mismo estamos cuidando partes de nosotros a las que no tenemos un acceso directo.
Para saber más sobre el duelo, os recomendamos la lectura de nuestra Guía de Duelo Adulto, que ofrece pautas para detectar y atender el duelo complicado. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:

Libros recomendados para reflexionar sobre el duelo (II)

La literatura es el arte que nos transporta a todo tipo de lugares, tanto externos como internos, y a través de una historia pone palabras a la vida. En anteriores artículos os recomendábamos algunos libros en torno al duelo, que nos acercan a ese camino que se abre ante nosotros cuando alguien a quien queremos fallece.
El sufrimiento y el dolor por la pérdida implican mucha oscuridad, mucho desconcierto. La lectura puede transformarse en una medicina que pone luz a través de las palabras. Además, el doliente se siente reconocido y, de alguna manera, acompañado en lo más nuclear de su experiencia, lo que puede servirle de ayuda para construir caminoconectarse con su dolor y descubrir otras maneras de elaborar su duelo.
En los últimos años son muchos los autores que han abordado en sus novelas y ensayos el tema del duelo por un ser querido. Recomendamos a continuación algunos títulos que pueden servir de ayuda en este proceso.

“La ridícula idea de no volver a verte”, de Rosa Montero

El libro de Rosa Montero combina dos aspectos: por un lado, se adentra en la emoción sin tapujos de dos mujeres de gran honestidad y congruencia que han vivido la pérdida de sus parejas: Marie Curie y ella misma. Pone palabras a la locura que supone la pérdida y la vida tras la pérdida.
Por otro lado, el libro es un continuo recordatorio de cómo cada uno tiene su propio camino en el duelosus tiempos, sus maneras y su forma. Y aborda la importancia de respetar profundamente ese camino y confiar en que hay una sabiduría interna, una intuición, que nos guía en este recorrido.

“También esto pasará”, de Milena Busquets

El libro de Milena Busquets comienza con el fallecimiento de su madre, al que sigue el proceso de pérdida, catalizador de una revisión de su vida con su madre, de su propia vida y de la relación entre las dos.

Es un libro sobre la aceptación de la realidad de la muerte y, también, de la realidad de la vida. A lo largo de esta obra, el duelo se va integrando en la vida. La protagonista abre las puertas al dolor de la pérdida y, con ello, también a la vida en toda su plenitud.

“La casa”, de Paco Roca

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En este cómic o novela gráfica, Paco Roca relata la vivencia de tres hermanos que vuelven a la casa donde crecieron, un año después de la muerte de su padre, y se enfrentan a la compleja decisión de qué hacer con sus pertenencias. Éste es uno de los “trabajos” complicados dentro del duelo, que conecta con el recuerdo, con el vínculo.

El cómic relata lo que en términos de duelo denominamos la “reelaboración del vínculo”, que es el complejo camino de revelar la relación con el fallecido. Para ello el doliente se interroga acerca de su identidad y también la del fallecido, así como acerca de del significado y la huella profunda que ha dejado la persona ausente.

“El año del pensamiento mágico”, de Joan Didion

Tras la repentina muerte de su marido (un ataque al corazón mientras cenan) y, a 
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los pocos meses, la de su hija, que fallece tras un largo ingreso en la UCI, Joan Didion decidió aventurarse en la experiencia de escribir su proceso de dueloEl libro nos coloca en la experiencia obsesiva que supone el dolor y la pérdida, en el pensamiento mágico, la negación.

La autora escribe sobre los mecanismos de defensa que se activan cuando la muerte supone un impacto tan grande. También reflexiona sobre cómo el tabú social sobre la muerte, el duelo y la pérdida nos deja más desarmados y más perdidos frente a lo que ya de por sí implica la muerte, que es adentrarse en tierras misteriosas o terra incognita en palabras de la autora.

“La muerte de Ivan Ilich”, de León Tolstói

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Con la profundidad, exquisitez y sabiduría de Tolstói para revelarnos la psicología de los personajes, este relato corto nos hace mirar cara a cara la experiencia de la muerte, a la oscuridad que implica y, al mismo tiempo, a la claridad con la que se ve la vida a la luz de la muerte.

Es un relato que nos conduce a una profunda reflexión y análisis, no sólo de la muerte, sino también de la vida, de los valores y de la sociedad.
Para saber más sobre el duelo, os recomendamos la lectura de nuestra Guía de Duelo Adulto, que ofrece pautas para detectar y atender el duelo complicado. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:

Si un día llegaras a caer, no te preocupes....

Bendiciones